Palabras que hieren

Mientras paseaba por los pasillos Nirella se quedo impresionada al ver  la cantidad de retratos de su madre que habían colgados en la pared, en los retratos ella se veía hermosa y feliz, aunque un poco mas joven de lo que ella recordaba.

Ella se quedó mirando uno en especial, ella llevaba puesto un hermoso vestido de volantes con tonos pastel, su larga cabellera castaña parecía ondear con el viento,  ella estaba sonriendo en un hermoso jardín de flores lleno de mariposas, mientras  Nirella veía absorta el retrato de su madre una de las sirvientas se le acerco y le dijo.

__ Joven señorita, su habitación ya esta lista, la guiare si así lo desea.

__ Si, gracias por decírmelo.

Antes de irse Nirella pregunto.

__ Disculpa, sabes, ¿Dónde fue pintado ese retrato?

La sirvienta miro el retrato y dijo.

__ Fue en el jardín, durante la primavera.

__ Me podrías llevar a ese lugar.

__ Claro, pero ahora esta cubierto por la nieve así que el paisaje no se vera igual.

Nirella había olvidado que era invierno ya que en aquella mansión se estaba muy calentito.

__ Entonces llévame a mi habitación.

Mientras caminaban por los pasillos Nirella pregunto.

__ ¿Sabes donde esta mi padre y mis hermanas?

__ Ellas ya están descansando en sus habitaciones.

Cuando llegaron a su habitación la sirvienta le pregunto.

__ ¿Necesita algo mas?

__ No, ya te puedes retirar.

__ Que descanse bien señorita.

La sirvienta cerro la puerta, Nirella recorrió la habitación con la mirada, estaba decorada de manera exquisita, pero ella lo ignoro por completo y fue directamente al baúl donde estaban sus cosas, saco papel y tinta, se sentó en la pequeña mesa que estaba junto a la ventana y comenzó a escribir una carta para Jonas. 

***

Robert entro en la habitación de Greta, se acerco a la cama, sacudió a la pequeña niña arropada con un montón de mantas, despertándola.

__ Greta, es hora de cenar.

Greta seguía teniendo sueño, durante el viaje ella había dormido muy poco ya que el traqueteo del carruaje la despertaba constantemente y le dijo.

__ Aun tengo sueño.

__ Pero debes comer, levántate.

Greta estiro sus brazos para que su padre la cargara, él la tomo en brazos y ambos fueron a la habitación de Fiona, Robert toco la puerta con sus nudillo y llamo.

__ Fiona, estas despierta, es hora de cenar.

Fiona ya se había levantado, ella abrió la puerta y dijo.

__ No quiero bajar, puedo cenar en mi habitación.

__ No, tus abuelos deben estar esperándolas.

Nirella salió de su habitación cuando escucho la voz de su padre, Robert le dijo.

__ Ya es la hora de la cena, ya estas lista.

__ Si.

__ Bajemos, no hay que hacer esperar a vuestros abuelos.

Cuando ellos entraron al comedor Maya se levanto de su silla y al ver a Greta en los brazos de su padre dijo.

__ Greta, ya estas grande, deberías caminar por tu cuenta y dejar de pedirle a tu padre que te cargue en brazos.

A Robert ese comentario le molesto y dijo.

__ Solo tiene 3 años, aun es pequeña.

Robert sentó a Greta en una de las sillas a la cual le habían puesto un cojín para que alcanzara mejor, él se sentó a su lado, Fiona y Nirella se sentaron cerca de su padre, Dante dijo.

__ Deberías sentaros cerca de vuestra abuela, ella se sentirá triste si se sientan tan lejos.

Nirella y Fiona miraron a su padre en busca de ayuda, él dijo.

__ Este es su primer día aquí, dejen que se sientan donde gusten.

Maya se sentó junto  a su esposo y decidió que lo mejor era no seguir replicando. Mientras cenaban dijo.

__ Me gustaría llevar a las niñas a dar un paseo por la ciudad, ¿Puedo?

__ Claro, ¿Pero no esta nevando demasiado?

__ Aquí eso es algo normal, eso no nos impide salir, ya deberías de saberlo.

Robert ignoro  el comentario de Maya y continuo comiendo en silencio. Maya se la paso hablando de lo hermosa que era la ciudad  y de lo bien que se la iban a pasar al día siguiente. Cuando terminaron de cenar  Robert se puso de pie y las niñas hicieron lo mismo, Maya dijo.

__ Buenas noches niñas, hasta mañana.

__ Buenas noches abuela.

Mientras subían las escaleras Nirella le dijo.

__ Papá, he escrito una carta para Jonas, podrías enviársela.

__ Si, mañana le diré a un mensajero que la lleve.

__ Gracias.

***

Al día siguiente después de desayunar Maya salió con las niñas de paseo por la ciudad. Dante llamó a  Robert a su despacho para hablar.

__ ¿Querías hablar conmigo?

__ Si, hay algunas cosas que me gustaria hablar contigo.

__ Habla.

Dante odiaba esa actitud arrogante de Robert, en el pasado él solo lo había soportado por su hija y ahora debía soportarlo si quería ganar tiempo para que Maya se ganará el cariño de las niñas. Dijo.

__ Mientras estan aquí podrías dejar a las niñas al cuidado de Maya, a las niñas les vendrá bien tener una figura materna aunque sea por un tiempo, ¿No crees?

__  No impedire que las niñas pasen tiempo con Maya, sin embargo tampoco pienso desentenderme de ellas, son mis hijas.

__ Robert eres un hombre joven, saludable y atractivo, porque no te casas, formas otra familia y dejas a las niñas con nosotros.

Robert se molestó profundamente y le dijo.

__ Entiendo que extrañen a Gissel y quieran tener a sus hijas, pero esperó que entiendan que como padre jamás entregaré a mis hijas, ellas son lo más preciado que tengo y estarán conmigo hasta  el día que se casen con un hombre que sea digno de ellas, así que no quiero que vuelva a mencionar que abandoné a mis hijas por qué en ese mismo instante tomaré a mis hijas y me las llevaré de aquí.

Dante sabía que las amenazas de Robert eran ciertas, así que decidió que lo mejor era retroceder y dijo.

__ No tienes que alterarte, solo creí que habías traído a las niñas para dejarlas a nuestro cargo, desde la muerte de Gissel nunca  nos dejaste verlas.

__ Solo quería que Fiona y Greta conocieran el lugar donde se crió su madre, jamás ni por un momento he pensando en abandonarlas.

__ Ya lo has dejado claro, mientras estén aquí Maya les contará todo de su madre y podrán ver sus retratos ya que en tu mansión solo hay un retrato de ella.

Desde de la muerte de Gissel eso era algo por  lo que Robert siempre se había arrepentido, a él nunca le había gustado ser retratado ya que para el era algo tediosos tener que quedarse quieto durante varias horas, Gissel le había pedido innumerables veces que aceptara ser retratado a su lado pero él siempre se negaba y ella había decidido no retratarse si no era con él, por eso en la mansión solo había un retrato en el que estaban juntos como familia, ese había sido el primer y último retrató que se hicieron.

Robert no quería seguir hablando con Dante ya que sus palabras eran como dagas que herían su corazón y dijo.

__ Si no me necesitas para nada más me retiro.

__ Eso era todo lo que quería decirte, ya puedes retirarte.

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