__ ¿Su esposa?
__ Si, así que no la abraces como te plazca.
Nirella se le quedó mirando perpleja y le dijo.
__ No soy tu esposa, soy tu prometida.
Jonas había olvidado que aún no se había casado con Nirella, su rostro se tiño de rojo y dijo.
__ Pero igual nos vamos a casar.
Nero dijo.
__ Su majestad, aunque Nirella sea su prometida no debe decir que ella es su esposa.
__ Ella será mi esposa, mi emperatriz.
__ Para eso falta mucho. Dijo Nirella. Apenas y tenemos doce años.
__ Pero...
__ Nero es mi amigo y no me gusta que lo trate de manera grosera.
__ Nirella, no tienes que hablarle así a su majestad. Le dijo Nero.
Nirella se cruzó de brazos y dijo.
__ Pero no me gusta que te hable así.
__ Nirella, debes ser una buena niña, supongo que a su majestad le molesto que interrumpiera vuestro tiempo juntos, lo mejor será que me vaya, vendré otro día a visitarte.
Nirella se puso triste al escuchar que Nero se iba, pero tampoco quiso ser caprichosa así que le dijo.
__ Esta bien, adiós Nero.
Nero hizo una reverencia a Jonas y dijo.
__ Adiós su majestad.
Jonas se quedó en silencio, se había comportado como un niño pequeño y se sintió avergonzado. Nirella se quedó mirando la espalda de Nero mientras se marchaba. Jonas se acercó a Nirella la tomó de la mano un tanto tímido y le dijo.
__ No lo mires.
__ ¿Que?
__ No mires a otros hombres a parte de mi.
Le susurro con una mirada hosca.
__ Nero es mi amigo y es muy amable.
__ Yo soy tu prometido, no deberías ver a más hombres a parte de mi, eso hace que me sienta celoso.
Nirella no entendía muy bien el significado de estar celoso y le dijo.
__ No dejare de ver a Nero, él es mi amigo y le quiero.
__ ¿Más que a mi?
__ Conozco a Nero desde hace mucho tiempo, a ti prácticamente no te conozco, no puedo decir que te quiera.
Las palabras de Nirella fueron como flechas afiladas atravesando su corazón, él soltó su mano y dijo.
__ Creo que lo mejor será que me vaya.
Jonas se dio la vuelta y caminó a grandes zancadas, al verlo tan triste Nirella sintió una presión en su pecho. Ella llevó su mano a su pecho y se preguntó qué le estaba pasando. Ella se acercó a la barandilla de la terraza hasta que vio el carruaje de Jonas abandonar la mansión. Después ella buscó al mayordomo y le dijo que no se encontraba bien. El mayordomo se apresuró a llamar al médico y las sirvientas la llevaron a la habitación para que descansara mientras llegaba el médico.
El mayordomo fue al despacho del marqués, toco la puerta con sus nudillos y asomo su cabeza por la puerta y le dijo.
__ Lamento interrumpir mi lord, pero la señorita Nirella dice que no se encuentra bien.
Robert levantó su cabeza rápidamente y le preguntó.
__ ¿Has mandado a llamar al médico?
__ Sí, mi señor, seguro no tarda en llegar.
Robert dejó lo que estaba haciendo y preguntó.
__ ¿Dónde está Nirella?
__ En sus aposentos mi señor.
__ Espera al médico en la entrada y llévalo inmediatamente a su habitación.
__ Como ordene mi señor.
Cuando el mayordomo se fue, Robert fue a la habitación de Nirella para ver cómo se encontraba. Él tocó la puerta con sus nudillos, se asomo por la puerta y preguntó.
__ ¿Puedo pasar?
Nirella estaba acostada en la cama, ella asintió con la cabeza. Robert se acercó a ella y le dijo.
__ Holm me ha dicho que no te encuentras bien, ¿Qué tienes?
__ Me ha estado doliendo el pecho y mi corazón se ha acelerado mucho durante un rato, creo que estoy enferma.
Robert se sentó en una silla que había al lado de la cama de Nirella y le dijo.
__ Quizás se deba a algo que has hecho.
__ Hoy no he hecho gran cosa, solo jugué con Jonas un rato.
__ ¿El príncipe vino a visitarte?
__ Si, viene casi todos los días, es un poco pesado.
__ ¿Y qué habéis hecho?
__ Dimos un paseo por el jardín y bebimos limonada en la terraza.
__ ¿Te portaste bien?
__ Por supuesto, siempre lo hago.
Robert suspiro, él sabía que eso no era verdad y le dijo.
__ ¿Estás segura?
__ Por supuesto que sí, ¿Por qué te mentiría?
__ Puedo darte un sin fin de razones de porque me mentirías, pero no creo que este sea el momento de hablar de eso, será mejor que descanses.
La puerta de la habitación se abrió y dos niñas pequeñas entraron en la habitación, era Fiona de siete años y la pequeña Greta de tres años.
__ ¿Qué hacéis aquí?. Preguntó Robert.
Fiona y Greta se acercaron a la cama y dijeron.
__ Venimos a ver a Nirella, dijeron que estaba enferma.
Robert tomó a Greta en brazos y dijo.
__ Y por eso debemos dejarla descansar, vámonos.
Greta puso sus pequeñas manos en el rostro de su padre y dijo.
__ Pero queremos estar con Nirella.
__ No pueden, Nirella no se siente bien, podrán jugar con ella cuando se haya recuperado.
Fiona le entregó su oso de peluche a Nirella y le dijo.
__ Te lo prestare hasta que te recuperes.
Nirella lo puso a su lado y le dijo.
__ Gracias Fiona.
Robert tomó la pequeña mano de Fiona y dijo.
__ Salgamos, hay que dejar descansar a vuestra hermana.
Cuando ellos se hubieron marchado poco después entró el mayordomo junto al médico, él la revisó y le preguntó cuáles eran los síntomas.
__ Hoy mi corazón latía muy rápido durante un rato y después me dolía el pecho.
__ Ha hecho algún esfuerzo físico fuera de lo normal.
__ Hum... No, he hecho lo mismo de siempre.
__ ¿Y qué es lo que hace normalmente?
__ Correr por el jardín y tomar una siesta en la copa del gran árbol que hay en el jardín.
El médico se rió al escuchar las actividades diarias de Nirella y dijo.
__ Me parece que la pequeña señorita no está enferma, cuando corres es normal que tu corazón lata más rápido y cuando te cansas es normal que sienta dolor en el pecho, así que no tiene que preocuparse, usted es una niña muy sana.
__ ¿Entonces no estoy enferma?
__ No joven señorita.
Nirella suspiro aliviada al saber que no estaba enferma y dijo.
__ Muchas gracias doctor, ahora estoy más tranquila al saber que no estoy enferma.
El médico guardó sus cosas y le dijo.
__ Aun así debería procurar hacer actividades más tranquilas como caminar y evitar tomar siestas en los árboles.
Nirella se sintió triste cuando el médico que le dijo que debía evitar tomar su siesta en el gran árbol y dijo con pesar.
__ Esta bien, dejare tomar mi siesta en el gran árbol, gracias por venir señor médico.
__ A sido un honor poder atenderla joven señorita, si se vuelve a sentir mal no dude en llamarme, ahora con su permiso me retiro.
Nirella le dijo adiós con la mano, cuando estuvo sintió pereza de levantarse y se quedó dando vueltas en la cama hasta quedarse dormida.
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Comments
aneli andrea morales velarde
ay mi corazón, tan joven que aún no entiende.
2024-12-05
0
aneli andrea morales velarde
🤣😂🤣😂 como conoce a mi niña.
2024-12-05
0
Anagab
Aww que tierna, pero con Andrew
2024-04-09
4