Hombre frío

Me levanto del sofá sin quitar mis ojos del imbécil esté.

Sus ojos están literalmente cerrados mientras que en su boca se refleja una total satisfacción luego de haber consumido el polvo.

Me inclino hasta su cara quedando cerca de él.

–Sabes…Armin–Susurro mientras llevo mi mano hasta su cabeza y jalo de su cabello.

–Freund, was passiert mit dir? Hast du Kokain genommen oder was—(Amigo, que te sucede Te pasaste de cocaína o que?)–Dijo arqueando su cuerpo.

–¿Sie wissen, was mit denen passiert, die ausländische Frauen wollen?–(¿Sabes, que le pasa a los que desean Mujeres Ajenas verdad?)–Negó con él creo en la boca, sé que está muerto del miedo, y eso me gusta.

Se intenta levantar pero yo lo hago sentar a horcajadas con un fuerte empujón en su pecho.

–¿Welche Fray? (¿Qué mujer?)–¿ Y todavía lo encubre? elevo mi mano y lo tomo por la nuca apretando sin resentimientos, puedo sentir cómo pasa su saliva con esfuerzo, mi agarre se intensifica luego de ver una sonrisa hipócrita de su parte.

–Schau Stück Scheiße, ich rede von meiner Frau (Mira pedazo de mierda, te hablo de mi mujer)–estaba tan airado que no me percate del sonido de mi teléfono.

Por la forma en cómo quedó su rostro tras mi pregunta eso fue lo que lo delató que en verdad si tocó a Emily, era como si le hubieran clavado una estaca en su abdomen, sus labios estaban pálidos y sus ojos con tan impresión que no dude ni un segundo en aventar a su boca mi mano enroscada. Mi mano dolió al instante que toco su rostro, pero eso no era impedimento para provocar otra salvajada trompada en el rostro del maldito que se atrevio a verme la cara de estúpido. Lo golpeé en reiteradas ocasiones.

Sentí la mano de mi hermano puesta en mi hombro y con estás fuertes palabras me hizo entrar en razón.

–¡Yusuf no seas estúpido! ¡apresúrate! ¡ No des tanta vuelta con éste tipo y matalo de una buena vez!.

Justo cuando iba a sacar mi arma salió una mujer del baño mientras gritaba sin detención.

–¡Auxilio! ¡Auxilio!–Salió corriendo al balcón con sus manos al aire, en busca de su clamorosa ayuda, le hice una mueca a Martin para que la detuviera y esté de inmediato acató mi orden.

–¡Está perra ya verás!–Mientras veía la escena de como mi hermano arrastraba por los cabellos a la mujer, Armin aprovecho y me lanzó una fuerte trompada en el estómago, me incline del dolor y lo mire con furia, de inmediato la sed de sangre recorrió por mi mente, tenía que acabar con él lo antes posible, creo que los gritos de aquella mujer fueron suficientes como para que el equipo del hotel subiera a verificar qué ocurría.

Armin se levantó del sofá y dió media vuelta sobre sus talones, de inmediato saque mi arma y le hice disparar, sin pensarlo, el primer impacto estalló en su espalda, él cayó inmediatamente al piso provocando un estruendoso sonido, la mujer pegó un grito de dolor mientras empuñaba su boca tratando de contener el llanto pero por más que pudo le fue inevitable.

Me acerque a Armin y con mi pie lo hice voltear de una patada ya que había caído boca abajo, pensé que estaba muerto pero no…aún seguía con vida, lo mire por encima de mi torso, y negué con desaprobación.

–Ich habe dich als meinen Bruder betrachtet, und das Schlimmste ist, dass dein Tod mich verletzen wird, aber du wusstest, welche Regeln in diesem Clan gelten. (Te considere mi hermano, y lo peor del caso es que me va a doler tu muerte, pero tú sabías cuales eran las reglas en este clan)–Me dió mucha murria todo esto…pero tenía que cerrar este ciclo y entender que no todos los amigos son de confiar.

Apunté a su rostro e hice disparar mi arma por segunda vez, el disparo hizo un pequeño agujero en su frente. Y de inmediato Armin volteó su cuello hacia la izquierda, Está muerto, todo acabó. Su sangre corría lentamente manchando las baldosas blancas del apartamento. Esto es un desastre.

La mujer sollozaba y eso me dió mucho fastidio, no quería escuchar ningún tipo de sonido, excepto la dulce voz de mi Emily.

–Yusuf ¿Que hacemos con esta chava?–preguntó Martin, con su mano puesta en la boca de la mujer–¿La asesinamos?–añadió divertido.

–Claro, estamos en la obligación de hacerlo–Martin asintió y llevó a la mujer hasta lo que podría ser un baño, ella intentó gritar pero Martin la hizo callar de una fuerte bofetada, cerré mis ojos y suspire, conté hasta cinco mentalmente, luego del conteo escuché el arma de mi hermano hacerse notar, ese era el tiempo exacto en el cual Martin podría acabar con la vida de una persona, el es risueño, pero cuando se trataba de asesinatos era una completa bestia.

Abrí los ojos y vi a Martin guardar su arma.

–Listo–Pregunto para acercarse a mi, asenti y de inmediato el abrió la puerta, antes de salir me avisó–Vamos a bajar por las escaleras, quizá los gritos de la zorra esa alarmaron al personal–asentí otra vez, y nos dirigimos a las escaleras que estaban al fondo del pasillo, bajamos rápidamente, tenía muchos nervios que en el camino se nos cruzará alguien, pero no…parece ser que nadie utilizaba las escaleras con frecuencia, excepto si se dañaría el ascensor.

Llegamos al último piso de la planta baja y caímos justo en el estacionamiento, este estaba semi oscuro ya que había poca luz que lo alumbrará.

–No te preocupes, ya tenía todo planeado–dijo Martin sonriendo.

–¿A qué te refieres?–Pregunté extrañado.

–Pues verás… el vigilante que nos dejó entrar ya lo había sobornado le ofrecí una buena cantidad y el acepto, sabes hermano nadie, pero nadie… rechaza una propuesta mía–Sentía pequeños celos ya que él siempre era tranquilo y no se llevaba nada a pecho, mientras que yo me la pasaba haciendo pucheros, pese a que mi hermano es menor que yo por tres años, emana una madurez impresionante.

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