Capítulo 4

...(flashback)...

Pero tan pronto como le dio un aura secreta, se volvió más atractivo a los ojos de muchos. En el descanso se había parado en el pasillo frente a un casillero abierto. Un compañero de clase le estaba explicando algo, mientras el pasaba de un pie a otro sin descanso. Cuando Sheldon asintió, el otro levantó brevemente la mano y corrió por el pasillo hacia sus amigos.

Mire incrédula a Sheldon. ¿Era realmente él?, ¿Era ese realmente el tipo que había traído en mi auto hace una semana? Sheldon volteo la cabeza y me miró. Sus ojos eran tan intensos como lo eran en el puente y de repente, me sentí inhibida. Había pensado mucho en él y ahora él está aquí mirándome. Quería acercarme a él, pero algo en mi me detuvo. La sorpresa fue demasiado grande. Después de todo, fue Sheldon quien se acercó a mi. Una sonrisa irónica estaba en su rostro.

—Hola.—

—Hola, parece que estamos en la misma escuela ahora. —

—¿De verdad has venido aquí? —pregunté aún sorprendida.

—Sí. —que pregunta tan estupida acabo de hacer.

*

Cuando habló de eso en el auto, pensé que estaba bromeando, pero ahora estaba aquí. *

En mi escuela.

Sólo unas pocas semanas antes de los exámenes del último año y él acaba de cambiar de escuela. Intenté hablar con un tono casual pero dentro de mi todo vibraba.

—¿En qué clase estás? —él asintió con la cabeza hacia una puerta. Era mi clase paralela. Sasha se alegrará. De alguna manera, fue una pena que no asistiéramos a la misma clase, pero tal vez compartiremos en un par de clases.

—¿Te mudaste aquí? —la pregunta resbaló en mis labios antes de que pudiera detenerla.

—No, sigo viviendo en Newport.

— Demasiado lejos. ¿Tienes coche?, ¿Cómo es eso? —pregunté confundida. Él apenas habría corrido al puente si tuviera un vehículo, me calle y sacudí la cabeza.

—Mi tía me condujo. Mañana tomaré el autobús.

—Está bien. —quería preguntar por su tía, pero me mordí la lengua a tiempo. Sheldon probablemente me pensó demasiado curiosa.

El gong de la escuela sonaba.

—Adiós. —se despidió el.

—Sí, adiós.—dije de vuelta.

Justo cuando estaba a punto de girarse para irse, le pregunté con mi corazón palpitando fuertemente.

—¿Qué edad tienes? —Sheldon hizo una pausa.

—Diecisiete.—

—Pareces mayor. —Sheldon hizo una pausa. Por un momento y no dijo nada.

—Sí, lo sé. —dijo en voz baja.

(Fin del Flashback)

Esas fueron las últimas palabras que intercambiamos, después de eso apenas lo había visto. A veces nos encontramos en el pasillo y nos saludábamos con un asentimiento de cabeza, pero no habíamos llegado a establecer una conversación. Shasha me había dicho que se quedaba en el aula durante los recesos y escuchaba música en un reproductor de MP3. Obviamente no tenía teléfono, al menos nunca lo había visto en el teléfono antes, en el autobús siempre estaba en la parte de atrás, tal como hoy.

Nuestros ojos se encontraron, me olvide de los niños, el autobús escolar, el olor maloliente y el ruido. Sólo había esos ojos verdes que me miraban, penetrando profundamente mi alma, tuve que tragar pero sostuve su mirada, una sonrisa en la cara de Sheldon apareció inesperadamente y no pude evitar devolverle la sonrisa.

No lo mires fijamente, pensé contra mi voluntad, gire mi cabeza y mire mi teléfono inteligente como si estuviera leyendo un mensaje importante. No prestaba atención a lo que estaba en la pantalla, pero solo sentía sus ojos en mi. Me mantuve hasta el final del viaje con la mirada en mi celular.

Cuando el autobús frenó en frente de la escuela me detuve, empuje a algunos chicos y fui una de las primeras en salir. No me volteé hacia Sheldon, pero la sensación de hormigueo aún seguía en mi cuello. Luego atravesé la alta puerta de cristal y desaparecí en los oscuros pasillos de la escuela.

(...)

El descanso acababa por empezar. Estaba con Sasha en el patio de la escuela, disfrutando de los cálidos rayos del sol que caían suavemente sobre nuestras caras. Sasha pasaba un pie al otro, masticando chicle produciendo enormes burbujas rosadas que explotaron con un fuerte golpe y se la metía de nuevo en la boca.

—¿Qué te pasa? —pregunté.

—Estoy esperando.

—¿A quién? —Shasha casi se atraganta con su encía.

—A EL, por supuesto, Michael Bloom, ¿Quién más? El dios de la perfección masculina lleva su nombre.

—¿No crees que exageras un poco?—

Sasha se había enamorado de Michael por lo que parecía una eternidad, pero el chico la ignora. Tiene más de seis pies de altura, tiene cabello castaño y un color de piel que llegue a la conclusión de que pasaba la mayor parte de su tiempo libre en la playa en el voleibol.

Sasha estaba loca por él, pero también muchas otras chicas, así que hay un problema con la pesca de un tipo así. ¿Cómo llamar la atención sobre alguien a quien la mitad de la ciudad adoraba?

Sasha era bonita. No particularmente alta, pero dulce. Y sin embargo, Michael Bloom la ignora. Mire a mi amiga. Sasha llevaba un vestido de verano aireado que llevaba su figura delgada y atlética a la perfección.

—¿Dónde está? —Sasha interrumpió mis pensamientos.

—¿Sabes qué clase tuvo antes del descanso? —reprimí un suspiro. Ya habían tenido esta conversación mil veces.

—No, no lo sé. Tal vez él está en el campo de deportes. No vale la pena venir para el descanso.—

—Posiblemente. —cerré los ojos y sostuve mi rostro a la luz del sol. Sasha masticaba frenéticamente su chicle. 

—Voy de compras, quiero comprar un bikini. Siempre uso trajes de baño. 

¿Qué harás después de la escuela hoy?—preguntó.

—¿Bikini? —abrí los ojos sorprendida.

—Creo que es hora de poner mis fichas en la mesa y ver qué pasa. Andrew William me invitó a su fiesta de cumpleaños. —los ojos de Sasha brillaron.

—¿Quieres una relación con alguien llamado Andrew? —

—Eso no es lo que quise decir. Creo que Michael Bloom es el hombre de mi vida. —respiró teatralmente.

—Sasha él ni siquiera sabe que existes. —intenté decirle para que entre en razón.

—Eso va a cambiar, créeme. Solo déjame hacerlo. —gemí ruidosamente.

—Eso es lo que me preocupa. —Sasha parpadeó al sol.

—¿Cómo te va? —preguntó cambiando de tema.

—¿Con Jeremy? —pregunté inocentemente.

—Pah, ya sabes a quién me refiero. Sheldon Stiller, sí, ese chico guapo de ojos verdes que te ha hechizado. —pensé en la forma en que la que me miro en el autobús esta mañana.

—No hay nada, ni siquiera nos hablamos. —

—Y sin embargo, hay algo entre tú y él. —dijo sin rendirse.

—Puedo sentirlo cuando os miráis. —dijo segura de su respuesta. Haciendo que niegue con la cabeza.

—Tonterías, si tenéis algo allí. Júralo por tu virginidad. —

—¿Cómo sabes que todavía soy virgen? —Sasha se rió.

—Cariño, soy tu mejor amiga, sé todo sobre ti. ¿Todavía tienes ese pijama para niños de tres años?—me reí haciendo que ella tan bien y le di un leve puñetazo en el brazo.

—Nunca te diré nada de nuevo. —

—¡No puedes soportarlo! Y por favor, recuerda que fui yo quien te consoló cuando terminaste con Jeremy. —de repente sus ojos se estrecharon.

—Hablando del diablo. —ella asintió con la cabeza hacia la puerta de cristal.

—Aquí está tu ex. Me voy. —mirando por encima de su hombro, me di cuenta de que Jeremy corría hacia mi.

—¿No puedes quedarte aquí? —pregunté en un susurro.

—Oh no tengo que buscar a Michael Bloom para decirle que soy la mujer de su vida. —

—¿Estás haciendo esto solo por un rompecorazones? —sin otra palabra, Sasha se fue y la maldije en silencio.

Jeremy se acercó a mi. Su pelo negro estaba escondido debajo de una gorra de béisbol. Cuando Jeremy se paró frente a mi, parecía agotado. Su piel estaba pálida y ya no era el tipo del que me había enamorado hacía seis meses.

Jeremy era un chico inusual. Es muy tierno y tiene un buen corazón, pero hay un lado oscuro en él que había aprendido sólo gradualmente.

—Hola. —saludo, sin mirarme directamente. Su mirada estaba fijó un punto a la izquierda sobre mi hombro.

—Hola, Jer. —

—¿Podemos hablar?

—Jeremy.... —suspiré, tratando de no sonar demasiado molesta.

—¿De que deberíamos hablar, de lo que no se ha dicho hace mucho tiempo? —

—Intentémoslo. —tartamudeó hablando.

—Es decir... —de repente sentí pena por él y sin embargo, no tenía ganas de volver a quedar con él. Me quedé en silencio y dejé vagar mi mirada a través del patio de la escuela. Cuando vi a Sheldon casualmente apoyado contra una pared y mirándome, me estremecí ligeramente.

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***