Capítulo 3

Finalmente volteó la cabeza hacia mí y miré a los ojos más verdes que había visto nunca, parecían esmeraldas y eran de una claridad inimaginable. Pero sin embargo había una mirada extrañamente ausente en esos ojos, como si el chico hubiera tomado drogas. Lo miro y de algún modo, a través de mí, supuse que el tipo tiene mi edad, su barba lo hacía parecer más viejo, mientras que su cabello estaba completamente despeinado y le daba algo juvenil. A juzgar por su apariencia, no necesariamente tiene que esforzarse por un estilo actual. ¡El chico se veía increíblemente bien!  Aparentemente, parecía que se fijaba en mí ahora, porque me decía algo que solo yo entendía con vacilación.

—No puedes ayudarme. —luego se dio la vuelta, pero me envió otro

—Gracias. —estaba confundida. Todo se volvió más y más peculiar. El tipo era realmente raro.

Me pregunté si debería volver y conducir, pero algo me detuvo.

—¿Te llevo a West Harbour? Conduzco en esa dirección. ¿No te dijeron que esto es peligroso? —pregunté curiosa mientras miraba por la barandilla del puente otra vez, pero no obtuve una respuesta de su parte.

Cuando se dio la vuelta esta vez, sus ojos eran de una intensidad que hizo que me estremeciera por dentro. De pronto me sentía desnuda. Nadie debería mirar a un extraño así, lamentó haberle hecho esta oferta.

—Bueno, esa fue una idea estúpida. Lo siento, yo... —dije tartamudeando. El chico dio dos pasos hacia mi sus ojos cada vez eran más intensos.

—¿Por qué dices que estoy perdido?—preguntó mirándome fijamente. Vacile un poco antes de responder a su pregunta.

—Eso se me escapó. —respondí rápidamente.

—¿Realmente estoy actuando así? Sí es así, no. —baje los ojos. Maldita sea, ¿Qué está mal conmigo? Este chico me pone los pelos de punta.

—¿Y ahora qué? —preguntó.

—Pues... —dije nerviosa, atreviéndome a mirarlo de nuevo. El se quedó en silencio por un momento y luego dijo:

—Sería genial si me llevas a la ciudad.—sentí que mi corazón latía más rápido, pero traté de no mostrarlo.

—¿Cómo llegaste aquí?, ¿Tuviste una avería? No veo un automóvil ni una motocicleta. —le bombarde de preguntas.

—Corrí. —respondió normal.

—¿De verdad, en este calor? —pregunté asombrada.

—¿Qué pasa con eso? —preguntó, frunciendo el ceño. Tuve que reírme un poco.

—Bueno, se siente como a mil grados y estuviste corriendo.—

—Estamos a punto de pasar el invierno. —Se miró a sí mismo.

—Bueno, tienes razón. —

—¿Cómo te llamas? —pregunté fijando mi vista en él por unos segundos.

—Sheldon Stiller. ¿Y tu?

—Isa Hamilton.

—¿Vives en West Harbour? —preguntó de repente, haciendo que casi girara el volante hacia otra dirección sobresaltada. Lo miré por el rabillo del ojo.

—Sí y tú ¿Eres de Newport? —el asintió.

—¿Puedo preguntarte algo? —continue hablando, el hizo una mueca, pero asintió de nuevo.

—¿Qué querías allí? —Durante mucho tiempo no dijo nada y finalmente se aclaró la garganta. Su voz sonó áspera cuando hablo.

—Eso es un asunto privado. —dijo. Por alguna razón me sentí empujada hacia atrás. Sabía que no tenía derecho a hacer tales preguntas y sin embargo.

—¿Todavía vas a la escuela? —traté de sugerir un tema más íntimo. Él vaciló.

—De alguna manera. —¿Qué fue esa extraña declaración?

—¿Cómo pudiste de alguna manera ir a la escuela?, ¿En Newport?—

—Estoy cambiando. —respondió algo incomodo por mis preguntas.

Y donde con cada pregunta que le hacía, sentías que iba demasiado lejos. Pero la voz de Sheldon había perdido algo de su tensión.

—No lo sé todavía. ¿A qué escuela vas?—preguntó.

—West Harbour High. —dije de vuelta mirándolo por unos segundos.

—¿Cómo está? —quiso saber.

—Está bien, creo. —dije encogiendome de hombros.

—¿Crees que sí?, Tal vez debería echar un vistazo a la escuela. —no sabía cómo reaccionar. Por un lado, pensé que era genial que un tipo como él quisiera ir mi escuela, pero por otro lado él también me preocupaba.

Sasha se desmayará si lo ve. Sonrió interiormente mientras pienso en mi amiga. Sasha esta loca, a Sheldon le gustará. A todos les gusta Sasha.

Bueno, quizás todos exagerarían, porque había un chico nuevo...

—¿Qué querías en Newport? —Sheldon interrumpió mis pensamientos.

—Traje a mi madre al doctor. —el me dirigió una mirada inquisitiva.

—Pura rutina. —respondí, tratando de concentrarme en la calle.

—Mi madre tiene muchas manchas en el hígado que revisa regularmente.

(...)

En el interior, me maldije por la conversación. ¿Por qué estoy balbuceando tan sin sentido? El ya me había dicho que no le gustaba hablar sobre el. No podía dejar de preguntarle al respecto. Me mordí la lengua y juré dejar de hacerle preguntas. Después de eso, los dos no dijimos nada más, y cuando Sheldon finalmente me dijo que parase, me sentí aliviada y triste al mismo tiempo. El abrió la puerta, luego se detuvo por un momento. Volteo la cabeza hacia mi de nuevo.

—Lo siento, no era mi intención ser tan grosero. Es solo que... —

—Está bien, puedo llegar a ser demasiado curiosa y molesta. Además no tengo el derecho de hacerte tales preguntas y tu tampoco estas obligado a responderlas. —sopese.

—Gracias por llevarme contigo.—

—Con mucho gusto. —respondí de vuelta. Inesperadamente, Sheldon extendió su brazo izquierdo y abrió su mano cerrada. Una pequeña flor azul del desierto en ella, cuando me entregó la flor no supe cómo responder. Así que no dije nada, solo la tome en silencio. Se dio la vuelta y salió. Afuera, miró a su alrededor por un momento y finalmente se alejó hacia el puerto. Algo en la forma en que había mirado a su alrededor me dijo que no sabía cómo andar por aquí. Tal vez él no quería venir aquí.

Pensativa, me llevé la pequeña flor a la nariz y la olí. Es maravilloso, retuve el olor y respire hondo. Luego mire los diminutos pétalos azules que parecían un adorno perfecto. ¿Por qué me dio este regalo? Con cuidado, puse la flor en el asiento del pasajero, donde él se había sentado unos momentos antes. Entonces comencé a conducir.

POV SHELDON

Observe a la extraña chica que me había acogido.

Sonreí. Algo sobre esta chica era diferente de la gente que solía conocer. Era su manera de mirarme como si ella realmente se preocupara por mi. Sus preguntas se debían a la curiosidad, pero yo también tenía un interés sincero en ella.

¿Por qué una chica se detuvo en un camino rural solitario preguntándole a un chico como yo si podía ayudarlo? Ella no podía hacer eso. Nadie podía, pero su ayuda me tocó de una manera que no me había tocado en mucho tiempo. Miré hacia la calle, pero el coche ya no estaba. Ahora que estoy en West Harbour, aprovecharé el tiempo e intentaré averiguar más sobre Isa. Tenía que encontrar la escuela en la que ella estaba yendo.

Mientras caminaba por la calle, me pregunté a mi mismo.

¿Realmente quiero buscar esta escuela?

No lo sabía.

Lo único que sabía era que quería volver a sentir lo que había sentido al sentarme junto a ella en el coche. Era una sensación que casi había olvidado. La sensación de estar cerca de alguien. Durante tanto tiempo, no había albergado a nadie, mantuve lejos de mi a las personas que se acercaban demasiado a mi. La mayoría entendía el mensaje que estaba transmitiendo. Ahora me evitan.

Era como si hubiera un aura alrededor de ella que hacía que la gente sintiera que era diferente.

Pero eso no importaba. De todos modos, nunca me quedó el tiempo suficiente para saber que es ser un chico normal.

Pero ahora algo había pasado. Con lo sucedido esta chica me había desencadenado.

POV ISA

En el autobús hacía más y más ruido. Haciendo que ponga la música un poco más fuerte, pero eso no ocultó los gritos de los chicos.

De repente, sentí un cosquilleo en la parte posterior de mi cuello, sentía que alguien me estaba mirando.

Lentamente volteé la cabeza hacía el. La mirada de sus ojos verdes me golpeó tan desprevenida como hace tres semanas en el puente. Este tipo era realmente extraño. ¿Por qué me está mirando así? Por un lado, estaba contenta de verlo de nuevo, por otro lado, ahora creó que Sheldon tiene algunos problemas que no quiere que yo conozca. Hay un camino cerrado e inaccesible lo que lo rodeaba, como si tuviera algo que ocultar. Algo sombrío emanaba en él que incluso su sonrisa no podía ocultar.

Mientras la mayoría de la gente lo evitaba, yo lo miraba en secreto.

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