PEQUEÑOS

VANESSA

Desde niña lo amaba, siempre lo seguía a todas partes, conocía todo de él, sus gustos, sus sueños todo.

Siempre jugábamos cuando éramos niños, pero ese día en que Esteban me entregó ese anillo y me dijo que yo sería su esposa transformó algo en mi. Esteban solo tenía 12 años y yo 6 aún éramos tan pequeños e inseparables, íbamos para todas parte nunca nos despegamos hasta que el cumplió 17 años sus intereses cambiaron, empezó a salir con otras chicas dejándome sola ya no me acompañaba, nos habíamos separando el no se digan en mi, aquel anillo de juguete quedó guardado.

Cuando el tenía 21 años y mi hermano André 19 los dos eran de lo peor salían cada día con una chica diferente a mi los celos me mataban, por más que quería llamar su atención el no volteaba a ver. Yo tenía 15 años yo era tan insignificante, toda plana, desalineada mi aspecto no me importaba era la matadita de la escuela, el ratón de biblioteca según todas las chicas mis únicas amigas en el colegio eran mi hermana Rebeca y Ximena. Esteban todos los días se la pasaba en casa un día fue a buscar a André como de costumbre, nadie estaba en casa, el entró esperaría a André, el estaba en la sala y yo también como siempre con todos mis libros, el se acercó a mi comenzó hablar:

--- Que haces-- dijo agarrando mis libros

--- Estudiando que no ves--- dije de una forma irónica, quitándole el libro de sus manos.

--- Que es lo que te molesta de mi--- dijo tomando mi mano.

--- Que, que me molesta de ti, eres un idiota igual que mi hermano, siempre salen con chicas diferentes.--- dije muy enojada.

--- Estás celosa-- dijo tomando mi barbilla, el está apunto de besarme cuando llegó André rápidamente nos apartamos y subí a mi recámara.

No sé porque no dejaba de pensar en el la cercanía de sus labios, era algo que quería probar, pero el era un idiota como podía estar enamorada y seguirlo, cada vez que lo veía con una chica rompía mi corazón, y el seguía como si nada. Mi hermana Rebeca siempre quería que yo cambiará mi imagen, que sea un poco más femenina, pero me niego, no quiero que se fijé en mi exterior, quiero un amor de verdad no solo superficial, algo que con el tiempo desaparezca. No sé porque sigo tan interesada en el conozco todas sus aventuras, se que el querer saber de él me hace daño pero esto que siento no lo puedo borrar, mi madrina Teresa siempre me alienta, ella siempre me querido mucho, ella quiere que tenga una relación amorosa con Esteban, dice que haríamos unos nietos hermosos, yo le digo que eso es imposible, que yo quiero a Esteban como un hermano, pero la realidad es otra, el a mí me ve como una hermana, jamás me verá como una mujer, no estoy a la altura de las chicas con quién sale.