Capítulo 6 "Negativa"

Yo a esta fulana si la mato, a mi hijo nadie lo insulta y menos una persona tan vulgar como ella, que parecer salida de un burdel.

-Mami… -despertó Alex el cual nos veía confundido –Mami donde estamos.

-Estamos en la oficina del señor Lombardo mi amor –me asegurare de que mi hijo no haya escuchado nada.

-Ven aquí, ven conmigo– Alessandro lo alzo nuevamente mientras se dirigía a su escritorio – ¿Tienes hambre? –en respuesta mi pequeño solo asiento mientras se refregaba los ojos –Carla podrías venir a mi oficina un momento –llamo a su secretaria por el intercomunicador.

-Con su permiso señor Lombardo se le ofrece algo –fueron escasos los segundo para que Carla se hiciera presente.

-Sí, podrías llevar a Alexander –recalco sus palabras mirando con odio a Katherine –Por algo de comer por favor, mientras nosotros resolvemos un asunto aquí. Gracias –esa fue su orden, orden que Carla no tardó mucho en obedecer, ya que en cuanto bajo a Alex esta se acercó con una sonrisa a él. Mi pequeño me miro esperando mi aprobación la cual le di no sería bueno que viera como mato a esta mujerzuela.

-Mami ya vengo, te traeré algo –se despidió de mi con un abrazo para ir hasta el señor Lombardo a quien también abrazo mientras le decía algo en el odio cosa que pareció ser graciosa porque en menos de un segundo cambio su semblante frio por una cálida sonrisa mientras aceptaba lo que mi pequeño le estaba diciendo. Alex no tardó mucho en marcharse con la asistente de mi jefe.

-Ya que estamos solos, en tu miserable vida me vuelves a poner una mano encima, agradece que soy un caballero que no golpea mujeres. ¡Ahora te voy a pedir que te largues de mi oficina! – de vuelta esa mirada gélida carente de emoción –Es que tú no entiendes, me das asco, como una mujer puede humillarse tanto, tu no me importas y creí dejártelo claro el día de ayer. Tú no eres nadie para exigir explicaciones de nada.

-Amor tú me amas no tenías que fingir esto, si ese bastardo es tuyo entonces lo criaremos juntos, pero no me puedes hacer esto –llego mi turno.

-Mira mujer de cabaret con mi hijo no te metas, para tu información no es ningún bastardo, y si vuelves a ofenderlo te arranco todas tus extensiones, será mejor que cierres la boca o saldrás volando por ese ventanal –esta mujer es desesperante.

- ¡Tú no me hables zorra, esto no te incumple y como ves que yo lo llamo como se me pegue la gana, tú y maldito bastardo se pueden ir al diablo, no creas que recibirás algo de la fortuna de Alessandro porque no es así!! Antes te mato –ahora grita.

-En primera la que va a salir muerta primero es otra ¿Listo? Segundo la zorra eres tu fíjate querida síguete humillando si así lo deseas, pero él a ti ya no te quiere – apunte a Alessandro –Me quiere a mí y yo te enseñare lo que es el respeto –no falto más tiempo. Solo fue cuestión de segundo para que mi puño aterrizara sobre su “perfecto” rostro tomándola por sorpresa, poco me importo las palabras que había utilizado, así como la presencia de mi jefe. Empecé a abofetearla hasta que caí encilla de ella, seguí con mi labor nadie me detendría, le enseñaría que con mi hijo nadie se mete. No me duro mucho la satisfacción de golpearla pues Alessandro me separo de ella, batalle hasta que por fin me soltó, vi en la dirección de Katherine me acerque de manera rápida para pegarle otro puñetazo, este aterrizo en su nariz, mandándola de bruces al suelo de nuevo. Cosa que aproveche para tomar su cabeza con intención de estamparla contra el piso. Intención que no pude cumplir porque nuevamente me sujetaron de la cintura con más fuerza logrando separarme de ella.

-Suéltame, ¡Yo le voy a enseñar a respetar, ya suéltame! –era imposible los brazos de Alessandro me retenían con mucha fuerza.

-Ya cariño déjala no vale la pena –como me llamo, esa frase me dejo inmóvil logrando que por un momento lo mire con atención–Espero que le haya quedado en claro su posición en este lugar “Señora” ahora lárguese de mi oficina que solo estorba, le advierto que si vuelve aponer un pie aquí o si quiera vuelve a buscarme a mi o mi familia ¡Le destrozo su carrera!! ¡¡No vuelva a meterse conmigo, porque nadie me impedirá acabar con su miserable vida!! –clara amenaza.

-De mí no te vas a deshacer tan fácil. Te juro que esta me la vas a pagar gata igualada, tú y ese bastardo no se quedaran con lo que es mío por derecho –se fue gritando más obscenidades a mi persona estuve tentada a ir a callarle la boca nuevamente, pero Alessandro no me lo permitió.

-Si quiere reprocharme algo hágalo, pero ni aun así me quitara la satisfacción de haberla golpeado nadie se mete con mi hijo y menos para insultarlo –me cruce de brazos mientras me sentaba en el sofá.

-Eso que tienes entre tus dedos es cabello –mire mis dedos y efectivamente lo era –Vaya Emma no solo la abofeteaste, sino que también le diste dos puñetazos y le arrancaste cabello, tendré muy en cuenta no hacerte enojar –su carcajada me tranquilizo, aunque suene raro decirlo, se estaba riendo a carcajadas y se veía tan lindo haciéndolo además de ser la primera vez que lo veo asi –Empiezo a creer que debí contratarte para seguridad.

-Ríase todo lo que quiera, pero se lo merecía –no podía quedarme de brazos cruzados.

-Te entiendo y solo por eso lo dejare pasar, pero no más violencia en la empresa. Ahora en que estábamos, ¿Aceptaras mi propuesta? –me extendió la carpeta con el “convenio”. Bien tome una decisión.

-No señor Lombardo, no acepto su propuesta, yo no quiero más problemas en mi vida. Además, usted no sabe nada de mí, y una relación así no va a hacer otra cosa que no sea dañarnos.

Desilusión, eso es lo que vi en su mirada. Estaba por contestarme la negativa que le eh dado, pero fue interrumpido por la puerta de la oficina.

-Disculpe señor, pero el joven no quiso almorzar afuera, insistió en comer con ustedes trajo comida para los tres –mi pequeño siempre tan adorable.

-No te preocupes Carla, puedes dejar las bolsas en la mesa junto al sillón –así lo hizo para luego retirarse.

-Podemos comer mami –observe como empezó a sacar los paquetes de las bolsas. –Con la señorita Carla compramos la comida favorita de Alessandro comida italiana!!, comemos juntos –nos miró esperanzado, Alessandro no tardó mucho en unirse, sentándose a mi lado mientras veía como Alex sacaba cada recipiente con lo que parecía ser lasaña, también saco tres refrescos.

-Alessandro podemos hablar –de que tendría que hablar mi hijo con el -Podemos ir a donde mi mami no escuche –ahora me excluyen que rayos está pasando, el solo asintió y se lo llevo hasta su escritorio, de mi posición podía ver como charlaban en susurros. Tardaron alrededor de 10 o 15 minutos en volver al sofá.

-Algo que yo deba saber –muero de la curiosidad.

-Mami no seas cotilla –mire a mi hijo sorprendida.

-Emma solo me dijo unas cosas sin importancia –hay esta mi jefe queriéndolo ayudar.

-Si eran cosas sin importancia porque tuvieron que charlarlo a solas –los deje mudos.

-Mami comamos se enfría la comida –de esta no se salva.

Comimos a gusto el almuerzo estuvo delicioso, en lo que resta de la tarde no se volvió a tocar el tema del contrato. Fue un alivio porque no me sentiría bien volviéndolo a rechazar.

La tarde se nos fue como agua entre las manos, en un parpadeo estábamos de camino a nuestro departamento. Alex paso la tarde en la empresa acción que está prohibida, por cierto, pero como estaba en la oficina del señor Lombardo no hubo problemas. Si paso la tarde con el más que conmigo.

Llegamos al edificio riéndonos, Alex me contaba las cosas que hacia la abuela cuando yo no me encontraba, aun no podía creer las cosas que me decía, creo que tendre que pasar más tiempo en casa si quería verlo con mis propios ojos. Llegamos hasta nuestro piso donde pudimos ver a Aida parada en frente de nuestra puerta, parecía que estaba esperándonos.

-Abuela que hace aquí –no quería sonar mal educada, pero tenía curiosidad.

-Hay mi niña como no llegaste con mi nieto me preocupe pensé que les había sucedido algo –hay olvide llamar para avisar.

-Lita hoy estuve con mi mami todo el día –que hermosa sonrisa tiene mi hijo.

-Enserio yayo y no me extrañaste.

-Claro que si Lita –me encanta esto.

-Que les parece si entramos adentro, está empezando a refrescar un poco –el pasillo está fresco.

Entramos en silencio, dejé mi abrigo en el perchero al igual que colgué las llaves el departamento y del coche para no perder ninguna.

-Pastelito quieres que le prepare la cena –mi abuela siempre tan amorosa.

-Si puedes si Nonna, ¿Necesitas ayuda?

-No será mejor que le quites el uniforme al niño, antes que se manche –tenía razón, mañana tenia escuela.

-Alexander cielo vamos a bañarnos para cenar –no me respondía.

-Cariño estas aquí –entre a su habitación, pero no se encontraba aquí, donde se metió ahora, estaba por salir hasta que escuche el sonido del agua caer. Caminé hasta el cuarto de baño, abrí la puerta y hay estaba mi hijo inmerso en la bañera.

-Veo que no era necesario decirte que te ducharas –lo tome por sorpresa.

-Mami toca la puerta y necesitaba un baño estaba muy pegajoso puaj –mi niño sí que es especial.

-Está bien te dejo, no estés mucho que te resfriaras hace frio recuerda –no me contesto solo se sumergió en su propio mundo. Yo también necesito una ducha.

Me relaje bastante, la tranquilidad que poseo es impresionante. Como está haciendo un poco de frio decidí ponerme mi pijama de oso panda que consiste en un pantalón frisado largo con estampado de oso panda en las rodillas iba a conjunto con una franela de invierno manga larga también con estampados de oso panda en la parte del vientre y los codos. Mi imagen frente al espejo era igual a la de una niña.

Salí de mi habitación en calcetines, iría a ver si mi Nonna no necesita ayuda. Justo cuando la visualice, el timbre de la puerta me desconcertó, no esperaba visita. Sería el portero quizás.

Me encaminé hasta la puerta de entrada, en el momento que la abrí me arrepentí de haberlo hecho.

-Buenas noches Emma, quería entregarte la mochila que dejo Alex–levanto su cabeza, cruzando su mirada con la mia –En mi oficina… -roja así estoy en estos momentos.

-Oh… muchas gracias Sr. Lombardo no me había percatado de que no la traía consigo.

-Emma quien es –la cara de mi abuela es todo un poema –Pero que hermoso joven tenemos aquí, mucho gusto Aida Hernández –hay no ya empezó.

-El gusto es mío Sra. Hernández, Alessandro Lombardo –ya la compro con esa sonrisa mi abuela ya callo.

-Pero que muchacho más educado y amable –si tan solo supieras de lo que Satanás es capas de hacer –Te gustaría quedarte a cenar hijo. –no eso no, aun no se me pasa la vergüenza de mis fachas, por favor di que no.

-Me encantaría quedarme Sra. Pero no quiero incomodar –bien, una cosa tenía que salirme bien hoy.

-Alessandro!! –mi hijo –Que haces aquí

-Vine a dejarte tu mochila, pero ya me debo retirar los veré en otra ocasión.

-Por favor muchacho quédate a cenar, no incomodas ándale pasa, pasa tómalo como agradecimiento por las molestias que te causamos –mi Nonna lo arrastro para adentro. –Mientras te pones cómodo, Alex ben hijo ayúdame a poner la mesa.

Así desapareció mi hijo con mi abuela en la cocina, pero que incomodo momento.

-Emma de verdad no quiero importunar –porque no me mira –Si te incomodo me puedo retirar. A propósito que dulce y tierna te ves –no puedo más con el calor que siento en el rostro, mi sonrojo es muy notorio estoy segura.

-Quédese tranquilo Sr. Lombardo, pero por favor entre acomódese –no podía ser grosera.

La cena estuvo muy entretenida, nos reímos mucho por todas las ocurrencias que tenía mi Nonna y mi hijo, ambos eran unos auténticos payasos. La cena me sirvió para conocer un poco más a mi jefe ya que este también participo en la conversación. Es interesante ver cómo se comporta estando fuera de la oficina, se encontraba tan relajado y a gusto que fue difícil para mí no verlo.

Terminamos de cenar un poco tarde, Alessandro ya se había ido de mi casa, se despido de Alex con un abrazo, a mi abuela y a mí nos saludó desde lejos. Claro que cuando se fue mi Nonna no perdió tiempo para hacer su típico cuestionario, preguntas que no respondí. Pero dejando de lado ese tema será mejor que ya me duerma, porque mañana tengo trabajo y no quiero despertar con ojeras….

Fue un día muy interesante y con ese pensamiento cerré mis ojos, dejándome llevar al mundo de los sueños…

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Comments

Mila G

Mila G

hágalo y también lleva un golpe, porque esa mujer se las trae jajaja

2022-09-29

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