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Melody escuchó a los guardias gritar cuando los Reyes llegaron en caballos, ella se puso de pie y salió de su recámara los guardias que la custodiaban la siguieron muy de cerca, llegaron a la recepción y miro a los reyes.

-Oh Cariño, tranquila- Soltó la reina al ver a Melody nerviosa.

-Me alegro que estén bien- Sin dudarlo Melody abrazo a la reina con el tiempo que habían pasado le había tomado un gran aprecio.

-Gracias por preocuparte- Sonrió, se separó del abrazo de la rubia y acaricio su mejilla.

-Llamen al general Ross- Ordeno el Rey no tenía tiempo para relajarse su hijo se había quedado enfrentando a aquellos revoltosos.

-¡El príncipe ha llegado!- Escucho el grito de uno de los guardias, al momento que el pelinegro entro a la recepción en compañía de Scott.

-¡Estás herido!- Exclamo la reina asustada corriendo hacia su hijo, quiso abrazarlo pero miro que su brazo también estaba herido.

-Estoy bien, solo es un raguño- Sonrió el príncipe dándole un beso en la frente a su madre, realmente estaba aliviado de haber llegado a tiempo y tenerlos sanos y salvos.

-Ve a qué te curen la herida- Dijo el Rey con una leve sonrisa, aliviado que se hijo estuviera bien.

-Claro, ustedes deben descansar debió ser un viaje muy Largo- Solto, se acercó a su padre y le dio un abrazo quien respondió cuidadoso de no lastimarlo. -Scott- Miro a fiel guardaespaldas y lo señalo con el dedo- Bañate- Dijo de manera burlona, Scott hizo una reverencia como si aquella burla del príncipe se tratara de una orden y se retiró.

-Ah, me estresa- Dijo molesto el príncipe al ver qué Scotto marcharse muy obediente, después quiso marcharse pero noto que la rubia estaba ahí recordó lo sucedido horas antes quería hablar con ella pero no era el momento, sentía que la herida comenzaba a arder así que se dirigió directo a su privado.

-Ve con él querida, aveces es algo torpe y no le gusta recibir ayuda- Dijo la Reina al notar a Melody nerviosa y sin perder de vista al príncipe marcharse.

-Claro- Hizo una reverencia y se fue detrás del principe, las mucamas y guardias pensaban seguirlos pero la reina les hizo señas de que no lo hicieran.

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Melody entro al privado y el príncipe la miro sorprendido mientras se desabotonaba su camisa.

-¿Te envío mi madre?- Pregunto, sabía que ella no estaría si no fuera porque su madre se lo pidio- Puedo solo así que ve a descansar-. Susurro, se dirigió a una pequeña cómoda de donde saco un maletín de primeros auxilios y después se dirigió a la sala y se sentó en su sofá de cuero negro, dejo el maletín sobre la mesa de centro y saco de el unas gasas y agua oxígenada.

Melody miro como el príncipe se curaba aquella herida por si solo y recordó cuando lo vio entrar, a simple vista parecia no tener nada pero al notar aquella herida en su mejilla y su brazo ensangrentado, sintió que el miedo la invadía, su corazón latió rápidamente al pensar que pudo haber sido más grave aquellas heridas.

-Melody ve a descansar- Dijo el príncipe sacándola de sus pensamientos.

Melody soltó un suspiro y se acerco a la principe le retiró el algodón y comenzó a Limpiar la herida, Xanto no dijo nada y se mantuvo quieto hasta que la rubia vendo su brazo, después limpio la herida de su mejilla y le coloco una bandita, sus ojos se conectaron y él se perdió en su mirada, levantó su mano y acaricio su mejilla, aquella rubia le provocaba un sin fin de sensaciones que jamás antes había sentido por alguna otra mujer.

Sin pensarlo Melody rodeo el cuello del príncipe y pego su rostro al mismo suspiro su aroma aquel perfume que la mareaba pero de una forma que le gustaba.

-Hey...-Susurro Xanto, no sabía cómo interpretar aquel abrazo, pero también la rodeó de la cintura, bajo uno de sus brazos hacia su pierna, y la cargo subiendola a su regazo.

Melody se sorprendió un poco y apartó un poco su cabeza, para encontrarse con los ojos del príncipe, él acercó sus labios a los de ella pero se detuvo a unos centímetros, recordando su promesa, pero Melody terminó uniendo sus labios con los de él, deseaba tanto sus besos, sus caricias, el beso se fue haciendo cada vez intenso y el príncipe dirigía su mano hasta la entrepierna de la rubia, pero se detuvo, así como detuvo aquel beso, soltó un suspiro y miro a la rubia, tenía sus mejillas totalmente sonrojadas y su respiración agitada, su inocente mirada lo envolvían a seguir con aquel juego pero él no podía, al menos que ella le pidiera que olvidara la promesa.

-Sera mejor descansar, mañana tendremos una reunión con tu padre- Soltó, la rubia asintió y se puso de pie, el la Imitó y noto que ella mantenía su mirada baja el sonrojo de sus mejillas no había disminuido. -Melody...-Susurro, la tomo de la mano y depósito un suave beso- Quédate conmigo está noche- Sugirió, la rubia levantó su mirada sorprendida y no solo sus mejillas estaban sonrojadas, su rostro entero lo estaba.

-Pero...yo...-Susurro nerviosa no sabía si realmente quería entregarse al príncipe, le gustaba demasiado de eso sí estaba segura, pero ¿Amarlo? No, eso no, apenas y lo conocía, no podía amar a alguien de la noche a la mañana, o ¿Si?.

-Solo dormir...por favor-Suplico soltó la mano de la rubia esperando que ella decidiera por si misma.

-Bien- Apenas y dijo pero Xanto escuchó claramente y se alegro sabía que no podía ir más allá de los besos con la rubia, pero el solo hecho de saber que pasarían la noche juntos lo emocionaba, se acercó al teléfono que estaba en el bar, pidió la cena, ropa para su esposa para dormir y para el día de mañana, colgó el teléfono y miro que la rubia no se movía de su lugar, jugaba con sus dedos de manera nerviosa.- ¿Todo bien?- pregunto, tal vez había cambiado de opinión

-Si...solo es que, los que atacaron a tus padres...- Comento Nerviosa, Xanto se puso rígido y se acerco a ella nuevamente.

-Al parecer llegaron a la capital más rápido de lo pensado...pero todo estará bien, mañana le diré al duque de Zas que apresure la reunión con el líder para este fin de semana- Sonrió tratando de que ella se sintiera confiada, Melody recordó que aquel líder quería a ambos asi que tal vez se negaría si solo fuera el príncipe.

Tocaron las puertas y Xanto se dirigió a abrir y entraron los sirvientes con la cena la cual sirvieron en una mesa redonda donde había solo dos sillas, las mucamas llevaron los atuendos de la rubia a la recámara, dejaron la pijama sobre la cama y tres vestidos y dos pequeñas maletas en una estaban sus comesticos y en la otra su ropa interior y sus accesorios para el baño, después de dejar todo en orden se retiraron dejando a la pareja sola.

-Oh se ve bueno- Dijo mientras miraba la cena, Melody se acercó y noto que se trataba de algo tan sencillo que no probaba desde que se casó.

-¿Hamburguesas?-Solto entre risas, miro a Xanto quien se encogía de hombros.

-¿Prefieres una ensalada?- Se dirigió rápido al teléfono para pedir algo para la rubia.

-¡No! - Exclamo- Esto me parece perfecto, quería comer esto desde hace semanas- Sonrió miro que el príncipe se dirigió a su recámara y salió en segundos con su bata negra, ambos tomaron asiento para disfrutar su cenar.

-Xanto, quisiera ir contigo- Dijo haciendo que el pelinegro dejara de comer su segunda hamburguesa.

-¿A dónde?- Pregunto, aunque ya sabía a lo que se refería.- No, es peligroso- Respondió ante imaginando lo que podría suceder si llevaba consigo a la rubia.

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