CASADA CON EL JEFE DE MI HERMANA.
Reunión
Su jefe, todavía no había dicho palabra alguna, fue por su café y aún así seguía en la misma posición en su silla.
Elena
Señor, me está preocupando, por favor diga algo.
Señor Leo
Ahora soy gerente principal... -murmuro-
Elena
Disculpe, no le he escuchado nada.
Señor Leo
Ahora, soy un gerente.
Elena
Oh, señor, eso es maravilloso!
Elena
Bueno, no lo comprendo.
-Lo miro confundida, se sentó en la silla al otro lado de la oficina.
Señor Leo
Ahora, a partir de mañana nuestra oficina estará en el mismo piso que el jefe, así que prepara las cosas para su traslado, hubo varios despidos y por suerte no fueron injustificados, varias pirañas murieron hoy.
Señor Leo
Tu hermana... Ella no fue despedida pero si está puesta a prueba, el jefe la.. ¿avergonzó?.
Enzo poso su mirada en una mujer que pudo reconocer como Luisa Fernández, gerente de marketing, ahí estaba, atrapada entre Felipe, un anciano que de hecho le agradaba y Viktor, el anciano que no podía estar más rojo de furia por darse de baja de la empresa.
La señalo con un movimiento ligero de su dedo sobre la mesa.
Enzo
Ah, la famosa contratación misteriosa...
Se levantó lentamente, con cada oración dicha, daba un paso hacia ella
Enzo
Pero con un currículum que parece escrito en la niebla... Qué... curioso.
Sus manos se posaron en el respaldo de la silla, tenía una distancia completamente prudente por lo demás, pero su presencia estaba imponiendo miedo con solo sus manos.
Luisa no se movió o siquiera volteo a verlo, estaba completamente seria con su vista fija hacia delante.
Luisa
Con todo respeto, yo...vine aquí a trabajar. No tengo absolutamente nada que esconder, Señor Enzo.
Enzo
Claro, por supuesto, claro...Todos venimos a trabajar. Algunos con títulos, otros con… encantos sutiles. No la juzgo...Solo observo lo que pasa.
Luisa
No fue mi culpa que el jefe anterior tuviera sentimientos. Yo no pedí trato especial.
Todos a su alrededor no podían creer que ella fuera tan estúpida de responder así.
En cambio, a Enzo le divertía, soltó una risa ligera y procedió a volver a su asiento.
Enzo
No, seguro que no. El escritorio junto a la ventana, el horario flexible, un puesto de gerencia a una recién graduada, los almuerzos “de mentoría”… todo coincidencia, ¿No lo creen todos?
Algunos soltaron unas risas incómodas, la única que río genuinamente era la Señora, Ochoa, era una de las socias de la empresa, desde el momento que vio a la nueva gerente aquella vez no le fue difícil llegar a la conclusión de que su falda corta fue la razón de su contratación, le molestaba que teniendo tan buenas mujeres con experiencia que merecían ese puesto con trabajo verdadero todo se vio en vano por un gerente calenturiento.
Luisa
Estoy dispuesta a demostrar que merezco estar aquí.
Enzo
Perfecto, Porque aquí -Con su dedo señalo la mesa- no hay cenas con velas ni ascensos por sonrisas falsas, Solo trabajo. Y créeme, el café no se sirve con segundas intenciones, oh, bueno, no a mí.
Luisa
Le agradezco su consideración.
Enzo
No me agradezcas todavía... aún estás en un hilo.. Espera a que sobrevivas una semana sin favoritismos. Eso sí será un logro digno de celebrar… con café, sin perfume.
Elena no sabía por qué estar agradecida, si por la buena memoria de su jefe o por la humillación de Luisa.
Elena
Señor, tengo una duda... ¿Quién es ese hombre?
Señor Leo
El es Enzo di leone, hijo del Señor Enzo, si, cliche, mismo nombre generacional.
Señor Leo
En fin, el viejo después de 50 años por fin se retiró, su hijo Enzo es... complicado, lo he visto venir a trabajar desde que era chico, su padre fue, estricto, pobre muchacho, pasaba cada verano aquí al igual que cada día después de su escuela, fue mi asistente por un mes, hace como 15 años, sé había ido del país a estudiar negocios internacionales, después de graduarse se que fue a las demás sucursales, mejorando todo, era cuestión de tiempo, supongo..
Elena no podía evitar sentir que le habían contado sobre una leyenda que volvió.
Elena
Entonces, el hijo pródigo volvió.
Señor Leo
No lo podría decir mejor...
Señor Leo
Ahora vé a arreglar todo, mañana será el inicio de todo, además, tu hermana de seguro le gustará verte tan cerca.
Elena salió de la oficina, comenzó a ordenar todo mientras pensaba en como evitar lo mejor posible a Luisa, su jefe sabía que eran hermanas porque al entrevistarla pregunto si eran familia, no importo en su contratación, pero no quería mentir.
Mientras que la oficina mayor, Enzo, extrañamente no podía evitar pensar en esos hermosos ojos cafés, mientras disfrutaba de su puro, esperaba que ascender al Señor Leo al ver que es su asistente le ayude a ver esos ojos o mejor... que esos ojos lo vean a el...
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