CASADA CON EL JEFE DE MI HERMANA. Pandora

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Si un niño pudiera elegir a sus padres, ciertamente no elegiría a los bebedores, a los que consumen sustancias o a los golpeadores, ellos elegirían a los de la casa bonita, buena reputación y buen dinero porque eso significa que serían buenos padres... ¿No?

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Pero, en esas situaciones de la vida, aquellas que no son tan famosas, de las que no se dan importancia, también afectan al niño, mientras que en una conversación entre las personas puedes escuchar como uno nombre los lugares donde uno de sus padres lo golpeaban, otros dónde mencionan que droga usaba su madre, decir que lo peor que te paso es el favoritismo de tus padres parece casi ridículo.

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Aun así, puede joderte tanto como cualquier cosa... Elena lo sabe muy bien, ella no escogió a sus padres, Dios santo sabe que no.

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Elena nació en un día soleado en Venezuela, como cualquier otro, su familia estaba emocionada no por la llegada de ella, más bien porque la veían como la oportunidad de tener otra hermosa hija como Luisa, su hermana mayor, Luisa desde que abrió sus ojos tuvo al mundo en sus manos, al igual que sus padres y familiares, eran la típica familia hegemónica blanca ojos azules.

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Pero la decepción llegó a penas salió de su madre, aquella decepción que la acompaña cada día de su vida desde entonces, en Contra de todo pronóstico, su piel morena y cabello oscuro no eran lo que esperaban, las acusaciones no tardaron el llegar, su propia madre no podía creerlo, ella también pidió una prueba de ADN.

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¿El resultado? Era su hija, de ambos, completamente, no importa cuántos exámenes hicieron, aún lo era.

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Lo que abrió la caja de Pandora, literalmente, su abuela paterna se llamaba Pandora, cuando las preguntas llegaron ella no tuvo más opciones que confesar, había tenido una aventura.

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Ella ganado los genes del abuelo verdadero, ocasionó la ruptura familiar, los 5 hijos que salieron de ese matrimonio hicieron pruebas, dos de ellos siendo del esposo y tres de ellos siendo del amante, la familia estaba completamente rota.

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Y todo gracias a ese nacimiento.

Elena

Sí, estuve jodida desde el inicio, la lotería nunca sería una opción para mí, siempre pierdo.

Luisa

Hermanita, oh, mi pequeña, creo que ya deberías saber que yo siempre obtengo lo que quiero, no pretendas competir conmigo...

Charles

Tu hermana Luisa merece lo mejor, por primera vez, ¡Deja De Arruinar Nuestras Vidas!

Enzo

Me dicen que no eres para mí, pero... Yo siempre fui desobediente.