“El Sabor De La Traición” 4

La noche anterior, Lioren no había podido dormir bien. Estaba acostado boca arriba, mirando el techo, pensando en el nuevo chef.

Lioren Kaelis [O.D]

(pensamiento): “Ayer no le regalé nada… ¿y si piensa que soy maleducado? Todos recibieron alguna vez un detalle mío cuando llegaron. ¿Cómo pude olvidarlo?”

Se levantó en silencio, caminó hasta su escritorio y buscó entre sus cosas. Tenía telas, agujas, algunos hilos de colores. No era precisamente un experto, pero recordaba cómo su madre le había enseñado a hacer puntos básicos de bordado cuando era niño.

Se pasó buena parte de la noche intentando coser un delantal. El resultado fue un poco torcido, con letras disparejas, pero al mirarlo sonrió satisfecho: En el frente se leía, con hilos dorados mal alineados: “Chef Evander”.

Lioren Kaelis [O.D]

(susurrando): Perfecto. No bonito… pero perfecto.

La mañana siguiente, la cocina hervía de actividad. Evander ya estaba trabajando, cortando con una precisión casi militar. Sus movimientos eran rápidos, exactos, silenciosos. El personal lo observaba con respeto; había algo en su forma de actuar que imponía sin necesidad de palabras.

De pronto, la voz alegre de Lioren rompió el ambiente.

Lioren Kaelis [O.D]

¡Evander!

Todos giraron hacia él. El joven heredero entraba con una caja envuelta en papel azul, con un lazo torcido como si lo hubiese armado de prisa.

Lioren Kaelis [O.D]

Ayer no supe qué darle, pero no quería dejar pasar otro día. Así que… esto es para usted.

Evander Sorel [D.D]

[parpadeó, sorprendido.]

Evander Sorel [D.D]

¿Para mí?

Lioren Kaelis [O.D]

Claro. Es un regalo de bienvenida. Nadie debería sentirse extraño en esta casa, ¿no cree?

El personal empezó a murmurar con curiosidad. El chef aceptó la caja y la abrió con cuidado. Dentro encontró el delantal blanco con el bordado infantil: “Chef Evander”.

Silencio expectante recorrió la cocina.

Lioren Kaelis [O.D]

Lo hice yo anoche. [rió, rascándose la nuca]No es perfecto, pero pensé que así la cocina sabría que ya tiene dueño

Por primera vez, Evander dudó en responder. Sus ojos, siempre firmes, se suavizaron apenas

Evander Sorel [D.D]

Es… más de lo que necesito.

Lioren Kaelis [O.D]

Entonces es exactamente lo correcto. [le dio una palmada en el brazo] Prométame que lo usará cuando cocine para mí

Un par de sirvientes no pudieron contener la risa.

(en broma)Cuidado, Evander, ya lo adoptó el joven amo.

Las risas se multiplicaron. Lioren también rió, mientras Evander permanecía inmóvil, mirando el bordado torcido con algo extraño en la mirada.

Ese mediodía, Lioren se instaló en la cocina mientras Evander preparaba el almuerzo.

Lioren Kaelis [O.D]

¿Sabe? Nunca me dejaron quedarme aquí tanto tiempo, dicen que estorbo

Evander Sorel [D.D]

Probablemente tengan razón. [respondió sin mirarlo, mientras picaba verduras con una destreza impecable]

Lioren Kaelis [O.D]

¡Qué cruel! Y yo que vine a hacerle compañía…

Evander Sorel [D.D]

[Lo miró de reojo. El heredero estaba sentado en una silla pequeña, balanceando los pies como un niño, con una sonrisa desarmante.]

Evander Sorel [D.D]

No está acostumbrado a que le digan la verdad, ¿verdad?

Lioren Kaelis [O.D]

Al contrario. [se inclinó hacia él, divertido Estoy acostumbrado a que me hablen con cuidado. Y usted no lo hace. Eso me gusta.

Evander Sorel [D.D]

[Desvió la mirada rápidamente, pero no pudo evitar que la comisura de sus labios se moviera apenas, como si quisiera sonreír.]

Lioren Kaelis [O.D]

Además, quiero ver cómo cocina alguien serio. ¿Puedo probar?

Evander Sorel [D.D]

El plato aún no está listo

Lioren Kaelis [O.D]

Yo tampoco. [rió]Pero prometo que seré un buen juez.

El chef negó con la cabeza, aunque por dentro sentía una incomodidad desconocida. Nadie lo había tratado así: con esa mezcla de inocencia, confianza y cariño genuino.

Mientras removía la olla, pensó en el delantal doblado en la repisa, con el bordado torcido que llevaba su nombre. Y por primera vez, la misión que lo había traído allí pareció desdibujarse un poco.