“El Sabor De La Traición”
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La mansión Kaelis despertaba cada mañana como un reloj perfecto: cortinas abiertas, suelos brillantes, personal en silencio. Todo parecía ordenado… hasta que bajó Lioren, despeinado, en pijama, con una sonrisa perezosa.
Lioren Kaelis [O.D]
¿Ya tan temprano? Yo digo que deberíamos declarar domingo permanente
Los sirvientes soltaron risitas. Uno de ellos le respondió:
.
Si hacemos eso, joven amo, su padre nos corre a todos
Lioren Kaelis [O.D]
¡Pues yo los defiendo! Aunque… [se encogió de hombros] seguro me echa junto con ustedes.
Las carcajadas recorrieron el pasillo.
En la cocina, Lioren tomó un panecillo recién hecho.
.
¡Joven amo, todavía queman!
Lioren Kaelis [O.D]
[soplando y mordiendo igual] ¡Mejor! Así saben como recién nacidos
En ese momento entró Seraphine Dely, su madre, elegante en bata de seda, pero con los pies descalzos.
Seraphine Delyra
[O.P]
¿Otra vez robando panecillos, Lio?
Lioren Kaelis [O.D]
[con la boca llena] No robo, pruebo calidad. Es mi deber como heredero
Seraphine Delyra
[O.P]
[Se rió y le revolvió el cabello.]
Seraphine Delyra
[O.P]
Tu padre dice lo mismo cada vez que asalta la bodega.
Como invocado, Caelum Kaelis apareció en el marco de la puerta con una copa de jugo en mano.
Caelum Kaelis[D.D]
¡Mentira vil! Yo no asalto, inspecciono.
Lioren Kaelis [O.D]
Ajá, inspecciona tanto que la bodega llora cada noche.
Los tres rieron. El personal observaba con ternura: en esa familia, la cercanía era tan natural como la riqueza que los rodeaba
Más tarde, en el jardín, Lioren ayudó a un jardinero con un rosal y se quedó con la flor. Al regresar, encontró a sus padres tomando café en la terraza.
Lioren Kaelis [O.D]
[entregando la rosa a su madre con una reverencia exagerada] Para usted, madre. Una reina merece su corona.
Seraphine Delyra
[O.P]
Y un príncipe merece aplausos. [lo besa en la frente]
Caelum Kaelis[D.D]
¿Y yo qué recibo?
Lioren Kaelis [O.D]
Un café frío, si no se apura.
Caelum Kaelis[D.D]
[Soltó una carcajada y pellizcó suavemente la mejilla de su hijo.]
Así eran los Kaelis: una familia poderosa, pero tan cálida que cualquiera podía sentirse en casa a su lado.
Nadie lo sabía aún, pero esa misma calidez pronto sería puesta a prueba.
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