Entre El Fuego Y La Trampa
Entre el fuego y la trampa
La madrugada tiene su propio lenguaje.
Una mezcla entre silencio y latido.
Y Seth no ha dicho una palabra desde que subió al coche de Dante Morani.
Dante
[Conduciendo en silencio, ojos fijos en el camino]
Estás tenso. No es miedo.
Es algo peor: estás pensando demasiado.
Seth
[Apoyado en la ventana, sin mirarlo]
¿Y tú crees que el deseo solo ocurre cuando se apagan los pensamientos?
Dante
[Firme, sin apartar la vista del camino]
Yo creo que pensar es lo que jode todo.
El cuerpo sabe. La cabeza solo estorba.
Llegan a un penthouse con vista a la ciudad.
Lujo.
Oscuridad cuidada.
Y cámaras apagadas.
Pero Seth no se deja impresionar.
Seth
[Mirando el lugar, manos en los bolsillos]
Qué conveniente. Todo tan privado, tan perfecto…
Es casi como si hubieras hecho esto cientos de veces.
Dante
[Quitándose el reloj, lento]
Y tú pareces alguien que odia que lo atrapen… pero quiere que lo arrinconen igual.
Se acercan.
El ambiente se calienta, pero ninguno se toca.
Solo se miran.
Uno con la arrogancia del cazador.
El otro con la sed del animal que quiere morder antes de ser mordido.
Seth
(Si me besa primero, pierdo.
Si lo beso yo… también).
Pero Dante se detiene.
A medio metro.
A propósito.
Dante
[Voz ronca, controlada]
Vamos a jugar más lento.
Hasta que te duela no tener lo que ya sabes que es tuyo.
Seth
[Entrecerrando los ojos]
Creí que no hacías juegos.
Dante
[Girando, dándole la espalda]
Contigo, voy a hacer una excepción.
Seth lo mira mientras se aleja.
Y algo dentro de él… se quiebra.
No es deseo.
Es hambre.
Pero no del todo emocional.
Todavía no.
Más bien, un hambre de control… de poder sobre la situación.
Iván termina de guardar su equipo de DJ.
Se cruza con Marco en el almacén.
Y esta vez… no piensa escapar.
Iván
[Cerrando la puerta detrás de él]
Te molesta que sea tan directo, ¿cierto?
Marco
[Sin moverse, brazos cruzados]
No me molestas tú.
Me molesta lo que causas.
Iván
[Acercándose, más serio]
¿Y qué causo exactamente?
Marco
[Lo mira fijo, la voz apenas un gruñido]
Me haces pensar en cosas que… no puedo permitirme.
Iván
[Más suave, sin bromas]
¿Y si yo puedo con esas cosas… por los dos?
Marco no responde.
Pero cuando Iván pasa junto a él para salir…
Lo agarra de la muñeca.
Firme.
No violento.
Marco
[Murmurando]
Solo una vez. Solo un error.
Iván
[Con los ojos brillando]
Entonces rómpeme.
Me gustan los errores.
Y se besan.
Furioso. Torpe. Necesitado.
Un choque de dos mundos que no se entienden,
pero no pueden dejar de empujar el uno hacia el otro.
Lucio se mira en el espejo, secándose el sudor del torso.
Erik entra por error… o eso dice.
Lucio
[Sin girarse]
¿Vienes a decirme que deje de coquetear o vas a hacerlo tú?
Erik
[Molesto]
No me gusta la gente que actúa como si el mundo girara por su cintura.
Lucio
[Girándose, en ropa interior, sonriendo]
Y sin embargo, aquí estás.
Viéndola girar.
Erik se acerca. Lo mira con una mezcla de furia y deseo.
No pasa nada todavía.
Pero Lucio sonríe con victoria.
Lucio
[Mientras se viste]
No importa cuánto lo niegues.
Tu cuerpo ya decidió antes que tu boca.
Y Erik se queda ahí.
Mirando la puerta cerrarse.
Respirando hondo.
Derrotado… por algo que ni siquiera ha comenzado.
Seth sale del baño, sin camisa.
Dante está sentado en el sillón, con una copa de vino.
Silencio. Tensión.
Seth
[Cruzando los brazos]
¿Vas a seguir haciéndome esperar o solo eres bueno en el control?
Dante
[Mirándolo, sin sonreír]
Te deseo, Seth.
Pero más que eso… quiero ver cuánto puedes resistir sin tenerme.
Seth se acerca.
Lo mira de frente.
Se inclina sobre él, labios a centímetros.
Seth
[Susurrando]
Cuidado con lo que deseas, Dante.
Puedo resistir más que tú.
Y se va al otro cuarto.
Sin besarlo.
Sin tocarlo.
Dante se queda inmóvil.
Por primera vez… alguien no jugó su juego.
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