Nymira gira frente al espejo con dos coronas en las manos mientras doncellas entran y salen dejando telas, zapatos y cajas de adornos.
Nymira Estelari
(poniéndose la corona de zafiros, dudando)
¿Y si esta hace que parezca demasiado… seria?
Aerya Luminel
(descalza, sentada en la cama, con un panecillo en la mano)
Mmm... ¿no es la idea de un baile real?
Nymira Estelari
(bromeando, girando sobre sí misma)
¡Tú qué sabes!
PASILLO PRINCIPAL – MÁS TARDE
Sirvientes decoran con guirnaldas los arcos. Dos nobles discuten sobre el menú mientras el aroma a lavanda inunda el aire. Desde el balcón, el Rey Thalion observa en silencio.
Thalion Estelari
(en voz baja, a un consejero)
Quiero guardias en todos los accesos mañana. Que nadie entre sin ser anunciado.
Consejeros
(serio)
¿Sospecha algo, mi rey?
Thalion Estelari
(con mirada lejana)
No. Pero no me gusta el silencio que hay más allá de nuestras fronteras.
JARDINES INTERIORES – TARDE
Aerya y Nymira descansan bajo la sombra de una higuera. Nymira hojea un viejo libro de leyendas, Aerya afila discretamente una pequeña daga oculta en su manga.
Nymira Estelari
(sin levantar la vista)
¿Mañana vas a ponerte vestido?
Aerya Luminel
(tensa, disimulando)
¿Y que todos se burlen de mí? Paso.
Nymira Estelari
(riendo)
¡Vamos! Solo una vez. Solo para que veas cómo te mira todo el mundo.
Aerya Luminel
(mirándola con una ceja alzada)
¿Incluido tu tío?
Nymira Estelari
(encogiéndose de hombros, picara)
Sobre todo él.
Aerya se traga sus palabras. Mira hacia el cielo para disimular el leve rubor en sus mejillas
CUARTO DE AERYA – NOCHE
La habitación está oscura, iluminada por una vela. Aerya se arrodilla en el suelo de piedra, concentrada. Frente a ella, una daga curva, una trenza de cuero y un pequeño trozo de mapa doblado.
Aerya Luminel
(susurrando)
Solo debo observar. Solo estar atenta. Nadie debe saber. Nadie…
Su reflejo en la hoja del arma la observa de vuelta. Firme. Silenciosa. Lista.
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