El trayecto hasta mi casa fue una burbuja silenciosa que no quise romper. Ethan caminaba a mi lado, sus manos metidas en los bolsillos de su chaqueta, su hombro rozando el mío de vez en cuando, como si el universo no pudiera soportar que no estuviéramos tocándonos de alguna forma.
La noche estaba fresca, el aroma del césped mojado subiendo desde los jardines dormidos de las casas. Cada vez que giraba la cabeza para mirarlo de reojo, lo encontraba ya mirándome. Y cada vez que eso pasaba, me ardían las mejillas, pero fingía que no.
Cuando llegamos a mi calle, Ethan se detuvo un par de casas antes, como si supiera instintivamente que era mejor no acercarse demasiado.
Ethan
¿Vas a estar bien?
Preguntó en voz baja.
Ava
Claro.
Intenté sonar tranquila, aunque la noche, la adrenalina, y él me habían revuelto toda.
Él sonrió apenas, esa sonrisa pícara, cómplice, que empezaba a conocer demasiado bien.
Ethan
Buenas noches, pelirroja.
Su voz era un susurro ronco que me dejó el corazón vibrando.
Le sonreí, incapaz de decir algo más, y me di la vuelta. Crucé el jardín con pasos cuidadosos, procurando que las ramas secas no crujieran bajo mis pies. Saqué las Llaves de mi bolsillo y abrí la puerta con la delicadeza de un ladrón profesional.
Nada de luces. Nada de ruidos. Mis padres, evidentemente, seguían durmiendo.
Cerré la puerta de mi habitación lo más silenciosamente posible. Ni un solo crujido. Ni una pisada en falso. Entré de puntillas, conteniendo la respiración... hasta que, al girarme, casi me da un infarto.
Ava
¡¿Qué demonios, Jade?!
Susurré ahogada, llevándome una mano al pecho.
Mi mejor amiga estaba plantada justo detrás de la puerta, los ojos brillando de emoción, como si no pudiera aguantar un segundo más.
Jade
¡Cuéntamelo todo ahora mismo!
Susurró histérica, tirándome de la muñeca para arrastrarme a la cama.
Me dejé caer junto a ella, aún con la adrenalina latiendo en mis venas. Jade se acomodó de rodillas frente a mí, abrazando una almohada como si se preparara para escuchar el mejor chisme del año.
Jade
¿Y bien? ¿Pasó algo?
Jade
¿Te besó?
Jade
¿Se besaron?
Jade
¡¿Qué fue esa salida épica con Ethan Blake?!
Reí bajito, negando con la cabeza.
Ava
Fue una locura... me llevó a un acuario.
Jade
¿A un acuario?
Repitió Jade, parpadeando como si no hubiera entendido.
Jade
¿A estas horas?
Ava
Sí.
Me tapé la cara con las manos, recordándolo.
Ava
Estaba cerrado, obviamente.
Ava
Pero eso no lo detuvo.
Jade
Claro que no.
Jade
Es Ethan Blake.
Dijo Jade, como si eso explicara todo.
Jade
¡¿Qué hizo?!
Ava
Saltó la valla como si nada.
Y... bueno, me convenció para que también lo hiciera.
Jade
¡¿Tú?! ¡¿Saltando vallas?!
Jadeó como si acabara de ver un unicornio.
Ava
Me ayudó.
Confesé, sintiendo de nuevo el calor subiéndome a las mejillas.
Ava
Me levantó con sus manos... y, Jade, estaba tan cerca que podía oír su respiración.
Ella chilló en silencio, apretando la almohada contra su cara.
Jade
¡Sigue, sigue!
Insistió.
Ava
Después... forzó la puerta de atrás del acuario. Y entramos.
Sonreí al recordar.
Jade
¿Y el beso?
Preguntó ella, con los ojos enormes.
Ava
Claro.
Reí nerviosa.
Ava
Estábamos frente a un tanque enorme, lleno de peces tropicales.
Ava
Pero escuchamos un ruido y... bueno, Ethan me agarró del brazo y salimos corriendo como dos fugitivos.
Jade se dejó caer de espaldas en la cama, riendo en silencio.
Jade
No puedo creer que hayas vivido todo eso y sigas tan tranquila.
Ava
¿Tranquila?
Me burlé, llevándome la mano al corazón.
Ava
Estoy segura de que mi alma sigue corriendo por ahí.
Nos quedamos un momento en silencio, solo escuchando nuestras respiraciones.
Jade
¿Te gusta?
Preguntó de repente, seria.
No le respondí enseguida. Me limité a mirar el techo, sintiendo que algo en mi interior daba vueltas y vueltas.
Ava
Es demasiado pronto.
Ava
Y además, Ethan no es...
Me detuve, buscando las palabras.
Ava
No es el tipo de chico que yo pensaba que necesitaba.
Jade
Tal vez.
Dijo Jade, acomodándose la almohada bajo la cabeza.
Jade
O tal vez es exactamente el que necesitas ahora.
Me quedé pensando en sus palabras mientras cerraba los ojos. Y en medio de la oscuridad, una sonrisa tonta se dibujó en mis labios.
Porque tal vez, solo tal vez... Jade tenía razón.
...
Ethan
Entré a casa con una sonrisa estúpida en la cara, sin poder evitarlo. Todavía sentía la adrenalina del día y, sobre todo, lo que había pasado. Me quité las botas de rugby, me dejé caer en el sofá y ahí estaba Luke, como siempre, esperando que le contara todo lo que había pasado.
Lo conocía demasiado bien, y no me dio ni un segundo de descanso antes de hablar.
Luke
¿Qué pasó?
Me dijo, con esa mirada de "sé que tienes algo que contarme, y no me voy a calmar hasta que lo hagas".
Me tiré hacia atrás, estirando los brazos, y aunque intentaba parecer tranquilo, estaba claramente nervioso. No podía dejar de pensar en Ava. Mi cabeza daba vueltas y cada vez que pensaba en ella, mi corazón se aceleraba un poco. No sabía cómo explicarlo, ni cómo sacar de mi mente a Justin, su ex, el cabrón que siempre había sido la sombra de todo lo que hacía.
Ethan
Nada...
Ethan
Bueno algo.
Respondí, intentando mantener la calma. Pero sabía que Luke ya había captado todo. Estaba más que claro.
Luke me miró con esa expresión burlona, sabiendo que me estaba guardando algo. No se iba a rendir.
Luke
¿Algo? ¿Solo "algo"?
Dijo, elevando una ceja. Sabía perfectamente que estaba buscando una respuesta más jugosa.
Suspiré. No tenía sentido ocultarlo. Y, de todos modos, Luke me conocía demasiado bien.
Ethan
Es diferente, ¿vale?
Ethan
Mucho más complicado de lo que pensaba.
Ethan
Pero... no sé, algo ha cambiado.
Ethan
Y no es solamente ella, es todo.
Ethan
Como si...
Me quedé en cilencio un momento, buscando las palabras. Era raro hablar de esto en voz alta.
Luke se quedó mirándome, evaluando lo que acababa de decir. Y en cuanto soltó una risa interrumpiendo, supe que algo grande estaba por venir.
Luke
¡No me digas que con el primer beso ya te has enamorado de ella!
Gritó, levantándose de golpe del sofá.
Luke
¡Dímelo! ¡Quiero escucharlo!
No pude evitar reír, pero mi estómago se apretó un poco. ¿Estaba realmente diciendo eso en voz alta? Sentí una mezcla de emoción y nervios
Ethan
¡No es eso!
Ethan
Solo...
Me tomé un momento para pensar, y de repente, algo dentro de mí explotó. No sabía qué estaba pasando, pero me levanté del sofá, igual que Luke, y empecé a dar vueltas por la sala.
Ethan
¡Es como si no pudiera sacármela de la cabeza, Luke!
Luke empezó a saltar de un lado a otro, con una energía que solo él podía tener, y gritó:
Luke
¡SÍ! ¡Eso es!
Luke
¡Te estás enamorando de ella!
Luke
¡Vamos, Ethan, grita conmigo!
Luke
¡Vamos a liberar toda esta emoción!
Y sin pensarlo, empecé a gritar también, como dos niños tontos. Nos estábamos riendo, saltando y gritando como locos, sin importar nada. Yo también sentía una especie de locura en mi pecho. No me había dado cuenta de lo mucho que me estaba afectando hasta ese momento. Fue como si todo lo que había guardado en silencio explotara en un segundo.
Grité, mientras Luke me seguía, gritando también como si no importara nada más.
Seguimos saltando y gritando, casi perdiendo el control, cuando de repente, un fuerte golpe en la pared nos hizo detenernos. La vecina del piso de abajo, ya harta de tanto ruido, nos gritó desde su ventana.
Jack
¡Cállense, malditos idiotas!
Jack
¡Nos van a despertar a todos!
Nos quedamos en silencio por un segundo, y luego ambos estallamos en risas. La emoción se había disipado de golpe, pero la alegría seguía ahí, flotando en el aire.
Me dejé caer en el sofá, respirando con fuerza. Luke, todavía riendo, se tiró a mi lado.
Luke
Te va a volver loco, ¿sabes?
Dijo, con una sonrisa burlona en su rostro.
Miré hacia el techo, pensativo. Las palabras de Luke me dieron vueltas en la cabeza, pero no pude evitar sonreír. Lo que sentía por Ava era real, no importaba cuántas veces lo pensara. Era algo que no podía ignorar, ni siquiera con toda la rivalidad que tenía con Justin.
Mientras la risa de Luke se apagaba y el silencio llenaba la habitación, mis pensamientos volvieron a Ava, a su risa, a su mirada, a cómo todo parecía encajar cuando ella estaba cerca.
¿Estaba realmente listo para esto?
Tal vez no lo supiera todavía, pero no podía negar que, por primera vez, sentía que las cosas tenían sentido.
Comments