Capitulo 4

Elena:

 

La miré fijamente notando su gran preocupación por Laura, revisó la dosis que le había puesto tomando otra inyección… Pero Laura mostraba más recaída que mejoría.

 

Siena: Elena, los medicamentos no están haciendo efecto.

 

Elena: ¿Cómo?

 

Me acerqué a Laura, pasé mi mano por su frente, estaba completamente hirviendo. Levanté la sabana viendo manchada la cama, Siena y Renata se asustaron sin dejar de mirarla…

 

Siena: Pero…

 

Elena: Dina le causó un aborto.

 

Siena: ¿Qué cosa?

 

Renata: Esa maldita Dina, ¿Cómo pudo hacerle esto?

 

Elena: Laura estaba embarazada de semanas, por lógica a Laura la quieren viva pero no puede estar embarazada, le practicó un aborto pero sacando toda la placenta y a su bebé sin succión.

 

Siena: Por Dios santo, le hicieron una mala práctica.

 

Siena se movilizó, Renata y yo no teníamos mucho por hacer pero no nos quedamos de los brazos cruzados, levantó la bata que traía puesta, mirando que no dejaba de sangrar.

 

Siena: Está perdiendo mucha sangre…

 

Renata: ¿Tienes algo que podamos hacer?

 

Siena: SI… LLAMARLE CUANTO ANTES A GUIDO O A DIMITRI, PERO DE YA…

 

Elena: pero… pero… ¿puedes solucionarlo ahora?

 

Siena: No sin los medicamentos correctos, tengo los básicos pero necesitamos más, paquetes de sangre, Laura está perdiendo sangre… NO QUIERO A GUIDO DETRÁS DE MI QUERIENDO CORTARME LA CABEZA. TRAIGAN AGUA…. EN MI MALETÍN HAY UNOS SUEROS… YA SÉ…

 

Siena se apartó, Renata la inocente fue por unas sábanas poniendo entre las piernas de Laura, me causó algo de gracia, pero unas sábanas no podían detener la hemorragia que pudiera tener internamente.

 

Siena: Lo siento, tengo que hacer un procedimiento. Elena… necesito la disposición de ustedes.

 

Veía como le iba poniendo un suero en su brazo, lo colgó en la cabecera de la cama, Siena se movía de un lado y del otro, tenía muchas cosas en su maletín que ni entendía mucho de lo que servían pero ella como toda una gran Diosa en la ginecología, sabía su trabajo.

 

Sostuvo a Laura de las piernas jalando hacia la orilla, Renata la estaba ayudando mientras corría por un bowl de agua…

 

Elena: NATI… NATI… NATI…

 

Mujer: Si señora.

 

Elena: necesitamos agua tibia… en la nevera, aun quedan las muestras de sangre que mantenía en refrigeración.

 

Mujer: sus cosas no se mueven, mi señora.

 

Asentí apretando en forma de agradecimiento, siempre tenía paquetes de sangre por si me llegara a pasar algo y no tener de inmediato a Guido, una forma que él mismo me dijo que se hacían las cosas. Abrí la nevera, allí estaban, me emocioné tanto que tomé los necesarios, doña Nati al ver mi apuro tomó los demás corriendo tras de mi. Subía los escalones viendo caer dos paquetes de sangre.

 

Mujer: Mi señora, siga ahora los llevo, apresúrese.

 

Entré a la habitación, Siena tenía a Laura en plena cirugía.

 

Siena: NO ENTREN.. NO ESTÁN ESTIRILIZADAS.

 

Elena: Tengo paquetes de sangre…

 

Siena: Renata encárgate de ello y déjenme a solas con Laura, no quiero que se complique esto.

 

Elena: Por favor Siena, Renata está ayudándote hay que ponerle la sangre cuanto antes.

 

Siena: Renata encárgate, Elena llama cuanto antes a Guido. El estado de Laura se está complicado.

 

Renata se acercó tomando los paquetes que ponía dentro de un liquido que ya tenían preparado donde habían muchas cosas remojadas. No me quedaba más que esperar afuera.

 

Respiré profundamente saliendo con Doña Nati, la pobre mujer se notaba igual de preocupada. Me ayudaba a bajar las escaleras, la mirada en las escaleras rogando a Dios que no le pase nada a Laura, no tanto por pensar que pudiera tener la culpa, pero no sé que pudiera pensar Guido ante la imprudencia de no llamarlo primero a él, pero teníamos un trato, ni Daemon papasote, ni Santino sabroso y menos el Dimitri rebueno podían saber donde me encontraba, ellos tenían una manera de hacer las cosas y yo, la verdad es que no quería estar cerca de nadie en estos momentos. Legué a la cocina con Nati, ella se dio la media vuelta yendo directo a la estufa, puso una tetera mirándome.

 

Nati: Mi señora, creo que un té le caerá muy bien.

 

Elena: Un chocolate calentito mejor. ¿Si?

 

Sonrió asintiendo con la cabeza, pero Sharon siempre que me sentía muy triste y destrozada me preparaba mi chocolatito quema boquita.

 

Nati: Mi señora, debe llamar al señor, ¿es la hija del señor?

 

Mordí mi labio inferior asintiendo con la cabeza, tampoco podía ocultar que tenía a Laura, Guido no tardaría en llegar, ya casi es el día que venga a visitarme con el Dylan así que la verían de una o de otra manera, aunque con todo lo que ha pasado no me gustaría tenerlos aquí.

 

Elena: Si, es ella.

 

Nati: el señor tiene derecho de saber que su hija está pasando por un mal momento. Ya vio que tiene un humor de los mil demonios.

 

Reí rodando los ojos, eso era cierto, aun no se le quitaba de ser tan gruñón, pero hasta el momento esa parte no la he logrado ver… cerré los ojos respirando entrecortada la respiración.

 

Elena: No sabe que asesinaron a nuestra bebé.

 

Doña Nati me miraba con esa tristeza que siempre lo hacía cuando tocaba el tema y muchas veces me hablaba y hablaba dando las mejores palabras de aliento.

 

Se acercó tomando mis manos, la miré fijamente, esta mujer ha sido muy buena conmigo, entendió mi dolor y mis motivos al llegar a esta propiedad de Guido, siempre cuidó de mi en esos momentos donde la noche eran las peores, donde muchas veces me mantenía despierta llorando y rogando a Dios que se iluminará el cielo que no me dejara en las penumbras de la noche que guardaban un dolor junto conmigo.

 

(Escuchen: My Immortal, Evanescenses)

 

Apretó mis manos mirándome.

 

Nati: Mi señora, usted es una mujer muy fuerte… No es perfecta, ni pretende serlo. Sólo es un corazón que busca hacer las cosas como las siente.

Elena: ¿Decido mal?

Nati: Muchas veces… ¿Quién no?

Elena: ¿Hablo demás?

Nati: Habla con el corazón también

Elena: ¿Me equivoco?

Nati: La mayoría de las veces, es parte de la vida.

Elena: ¿Me ganan mis sentimientos?

Nati: A veces no se pueden evitar, son parte de nosotros.

Elena: ¿Desequilibrada?

Nati: si sigue la línea derecha, tarde que temprano se saldrá.

Elena: ¿Me tropiezo?

Nati: Una y otra vez tendrá que ser.

Elena: ¿Soy perfecta?

Nati: Si lo fuera no tendría nada que aprender.

Elena: ¿Creo a ciegas?

Nati: Y… ¿Quién no tiene fe?

Elena: ¿Me confundo?

Nati: A veces no sabe ni como se llama

Elena: ¿Malos entendidos?

Nati: Tiene sus propios paradigmas que alimentan su visión. Pero como todos y como yo, busca siempre levantarse, iniciar de nuevo y seguir su camino.

 

Aparté una de las lagrimas que recorría por mi mejilla, doña Nati soltó mis manos apagando el chocolate, sirvió en una taza grande dejando frente a mi, sostuvo la aza girando para mi, resoplaba un poco del vapor que denotaba estar hirviendo como me gusta… negué con la cabeza dando un sorbo pequeña a mi chocolatito que sabía como lo mejor que he probado en mucho tiempo. Dejé la taza sobre su platito acomodando a que no se quedara fuera de su límite.

 

Elena: No soy perfecta, porque simplemente nadie lo es, difícilmente alguien tan imperfecto, pueda juzgar a alguien más. No soy perfecta, porque no nací para serlo, el propósito para mi vida definitivamente, no es el agradar a nadie. El propósito de mi vida está escrito en mi corazón, es único e irrepetible. Y se aprovecha de mis debilidades, carencias, fortalezas y habilidades, para hacer algo grandioso.

 

Nati: Un corazón transparente, es aquel corazón imperfecto, que a pesar de tantos errores, es capaz de poner las cartas sobre la mesa, y con eso negociar.

 

Levanté la mirada, reclamaba mi derecho de ser lo que muchos me han subestimado, solo las personas que realmente me han conocido saben por lo que he pasado.

 

Elena: No busco ser perfecta, porque me perdería de tanto aprendizaje. No prometo ser perfecta, pero si te prometo ser auténtica.

 

Nati con una gran sonrisa asintió con la cabeza quedando luego demasiado seria. Di la media vuelta mirando a Renata que ya había bajado.

 

Elena: ¿Qué sucedió?

 

Renata: Siena sabe su trabajo. Tienes que llamar a Guido.

 

Sacó su celular extendiendo su mano con el, respiré profundamente tomando el celular.

 

Elena: Hay chocolate calentito como mamá Sharon lo hace.

 

Sonrió señalando que hiciera la llamada. Me acomodé sobre la silla mirando a Renata que se servía un poco de chocolate, doña Nati no la dejaba pero ella insistió.

 

Renata: Vaya a descansar, la noche será muy larga.

 

Nati: Para eso estoy mi señora.

 

Elena: Vaya a descansar, aquí nos quedamos para lo que necesitemos estaremos las tres.

 

Se acercó doña Nati hacia Renata inclinando la cabeza por respeto, Renata tan adorable como siempre dejó un beso en su mejilla, dejó que se fuera, llegó a mi lado sosteniendo mi antebrazo.

 

Nati: Mi señora, llame al señor cuanto antes, mientras más se tarde, más puede causar daño.

 

Se despidió de beso siguiendo su camino, la miramos como iba desapareciendo.

 

Renata: La señora es muy amable.

 

Elena: Guido la trajo haciendo hincapié que todo el tiempo esté pendiente de mi, y lo ha estado. Sin ella… sin ella seguiría hundida en la mierda Renata.

 

Renata: No digas eso.

 

Miraba el celular, no quería llamarlo, las veces que lo hacía era por que él sabía que necesitaba estar con él, pero esta situación era muy diferente a las anteriores.

 

Renata: Siempre has sido de las personas que hacen las cosas sin pensarlo.

 

Elena: Ya cambié.

 

Las dos reímos sabiendo que era mentira, que no quería llamarlo era diferente.

 

Renata: Te desconozco, eres demasiado impulsiva y siempre haces y dices lo quieres.

 

Elena: No es fácil.

 

Renata: Como dijo la señora, Elena puede pasar algo más grave y para Guido es muy importante sus hijos, Laura es su hija y no le gustaría no saber lo que está pasando en este momento.

 

Respiré profundamente, entraba a los contactos de Renata, veía el nombre de todos mis Italianos, de mis abogados que tanto extrañaba, el no saber de ellos igual me estaba preocupando, la imagen que deben estar teniendo en este momento de mi. No me quedó de otra… hice la llamada. La puse en altavoz que Renata lo escuchara y que fuera testigo de lo que pudiera decirme era importante para mi. Daba tono pero no contestaba.

 

Elena: No contestará… ve tu número.

 

Llamada:  

 

-        ¿Renata?

 

Las dos nos paralizamos al escuchar la hermosa y memorable voz de Guido, Renata sonrió cubriendo sus labios con la mano, me hacía señas que le hablara.

 

-        ¿Tú?

-        (elena) Soy yo mi amor.

 

El silencio se hizo memorable, no puedo imaginar sus facciones de sorpresa que sea Renata que estuviera conmigo y no él.

 

-        ¿Elena?

-        Guido, ya sé que te vas a molestar, pero esta vez no te hablo para que vengas y me hagas el amor.

-        Estas en alta voz.

 

Las pequeñas risas de los Italianos podía escucharlos, ya extrañaba esas sonrisas y saber que ahora serían comentarios sexuales que le darían a Guido… Mordí mi labio inferior.

 

-        ¿Cómo es que Renata está contigo? ¿Lo sabe Bastian?

-        No lo sé, pero tuve que acudir a ella y a Siena.

-        (Dimitri) ¿Siena? ¿Qué te sucede?

-        No, no es a mí.

-        (Guido) ¿Renata está bien? ¿Le ha pasado algo? Sabes que Bastian no lo perdonaría y menos sabiendo que fue por ir a verte sin saber donde estás.

-        No, ella esta bien, solo que… Guido, se trata de Laura.

-        ¿Mi hija? ¿Qué le pasó? ¿Sabes donde está?

-        Está conmigo en la casa.

-        Nos has regresado el aliento.

-        Guido, pero Laura no está nada bien.

-        ¿Qué tiene? ¿Qué le pasa?

-        Tiene hemorragia interna, perdió a su bebé.

-        EN ESTE MOMENTO SALIMOS PARA DONDE ESTÁS. ESPERAMEEE…

 

Abrí los labios para querer decirle lo que había pasado pero ni oportunidad me dio ya que terminó la llamada tan rápido como pudo. No dejaba de mirar el celular que terminé por asentar en la barra desayunadora.

 

Renata: Guido entenderá.

 

Elena: ¿Qué va entender? Que su hija está en peligro y no fui capaz de ponerlo al tanto.

 

Renata: Usando las palabras correctas sé que si entenderá. Elena, todo lo que le digas él lo va a creer, si tú le dices que el azul es verde, lo creerá. Guido está contigo y para ti.

 

Negué con la cabeza, pero lo que decía Renata era cierto, Guido y yo a pesar de llevarnos de una manera extraña nos amamos y siempre ha estado para mi.

 

Elena: Guido seguro no sabe que Dina está con vida. Sino ya me lo hubiera dicho.

 

Renata: No te queda de otra y decirle la verdad.

 

Elena: Al estar Dina con vida, eso significa que se anula mi matrimonio.

 

Renata: ¿Eso que? Un papel puede romperse, pero lo que los dos sientes por el uno y el otro no cambia.

 

Elena: Si la ve y revive lo que él sintió por ella.

 

Renata: POR FAVOR… Guido nunca amó a Dina, ella sabía que solo fue su momento de consolación en no tener a Beida, así que Dina no tiene nada que hacer en la vida de Guido y menos… sabiendo lo que le hizo a su hija que ahora pende de un hilo su vida. Así que deja de ponerte obstáculos en tu cabeza pensando que Guido pueda sentir algo por esa mala mujer. Ella decidió hacerse la muerta, ahora que tenga sus consecuencias. Además el padre Seal dudo que acepte una anulación. Ella estaba muerta para Guido, para ti y PARA TODOS NOSOTROS que no se le ocurra hacerse a la victima y menos a la madre sufrida por sus hijos que NO LE IMPORTÓ DEJARLOS CON EL DOLOR DE LA PÉRDIDA DE SU MADRE.

 

Renata se veía demasiado molesta por lo que estaba pasando, pero era de entenderse, todo estaba saliéndose de control con la presencia de Dina, era lo que menos queríamos todos, que alguien como Dina aparezca en nuestras vidas cuando ya la hemos formado por completo.

Red social Instagram: Lucymomhistorias

Elena

Renata

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Comments

Teresa Diaz

Teresa Diaz

Nunca sinto amor de verdad x esa loca no como el amor que se tienen uds 2

2025-04-09

1

Edith Villamizar

Edith Villamizar

me sonó a la canción de Romeo y NATI

2025-04-10

1

Carmen Maria Julca Juarez

Carmen Maria Julca Juarez

bien dicho Renata Guido nunca amo a Dina,solo la utilizo para no estar solo y por favor concentrense en Laura para que puedan salvarla ella esta muy mal

2025-04-09

2

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