El colchón amortiguó mi caída, un respiro agitado escapando de mis pulmones tras la salida del vampiro. Mi prometido me llama loca, lo sé. Y tal vez lo esté. ¿Pero qué loba se acobarda ante un desafío? Le propuse matrimonio al rey vampiro, sí, una alianza para lograr nuestros objetivos, un juego peligroso donde cada uno aposta por cosas diferentes, pero unidas por la venganza. Y yo, una loba valiente, estoy dispuesta a jugar.
Tras analizar los pros y los contras, la balanza se inclina claramente a favor de un matrimonio con el rey vampiro. Ser su consorte me asegura un estatus inigualable, un poder que resonará en los confines del mundo sobrenatural y una protección impenetrable. Pero más allá de las ventajas evidentes, este enlace se convierte en el arma perfecta para mi venganza contra Dante. Aquel que osó subestimarme, que creyó que mi existencia se diluiría en su ausencia, que esperó verme arrastrarme a sus pies, implorando su aceptación. ¡Qué iluso! Nadie es indispensable, ni siquiera yo. Y como la reina de Kael, le demostraré el error de su arrogancia. Le enseñaré que el fuego que no consume, fortalece. Y en mi caso, ese fuego arde con la intensidad de mil soles, dispuesto a carbonizarlo.
No supe en qué momento el cansancio me venció, arrastrándome a un sueño pesado. El sonido insistente de unos nudillos contra la madera de la puerta me puso en alerta. ¿Quién podrá ser? El "vampirito" es el único que conoce que me estoy alojando en esta habitación.
El pestillo cedió con un clic suave, y la puerta se abrió revelando a una mujer de edad madura, su figura enmarcada por la luz del pasillo. En sus manos, una bandeja repleta de manjares: frutas frescas, panes dorados y una humeante taza de café, y jugo de naranja. El aroma, dulce y reconfortante, me golpeó como un abrazo, despertando un rugido de protesta en mi estómago. La mujer me observó con una sonrisa cálida, sus ojos arrugados transmitiendo una ternura que me recordó a las abuelas de los cuentos, esas que siempre tienen un dulce y un consejo sabio.
__Buenos días, alteza__. Dijo la mujer con una sonrisa cálida, aunque sus ojos reflejan una preocupación maternal.
__Soy la Nana, nodriza de Su Majestad el Rey y de Su Alteza la Princesa. El joven rey me ha enviado con este desayuno. Insiste en que no ha probado bocado desde su llegada, y no desea que su prometida se convierta en un espectro antes de la boda__. La ironía en las palabras de Nana me hizo sonreír a pesar de estar medio dormida aún. Resulta.que la nodriza del gruñón y de mi futura cuñada es mucho más agradable que el propio rey. "Supongo que no se puede tener todo en la vida," pensé, agradecida por la amabilidad de Nana, la princesa y el mejor amigo de mi prometido. Son un soplo de aire fresco en medio de este embrollo en el que me metí yo misma. El único que no tiene justificación era mi prometido, un ser maleducado y gruñón que parece deleitarse en mi incomodidad es mi prometido.
__Gracias, un gusto conocer a la nana de mi gruñón prometido. Soy Aylin Eletto__. Respondí amablemente a la nana, quien sonrió ante mis palabras.
__Veo en ti una gran sinceridad, algo que valoro mucho. Y una belleza que va más allá de lo físico. Los comentarios de Sam y Enzo me hacen pensar que tu presencia será muy positiva para mi muchacho, que le traerás color a su mundo que hasta ahora es oscuro__.
La nana me entregó la bandeja con el desayuno y, antes de retirarse, me dijo que el rey quiere verme en su despacho en una hora. Se fue, dejándome con mis pensamientos hechos un desastre. No logro procesar sus palabras con claridad. ¿Cómo se supone que voy a ser una buena influencia para ese vampiro gruñón? A duras penas soportamos no matarnos el uno al otro por el bien común. Yo soy color y alegría, él oscuridad y malhumor. No sé, creo que la traición de su alma gemela y el hecho de haberla matado lo descompusieron más de lo que ya estaba. Y, para mi mala suerte, soy yo quien debe lidiar con sus cambios de humor, cada uno más insoportable que el anterior.
Después de una comida rápida, me refugié en el baño. La necesidad de asearme es apremiante; la fatiga de la noche anterior me había vencido, impidiéndome siquiera ducharme. Agradecí la soledad del cuarto, pues mi aroma matutino habría ahuyentado a cualquiera. Tras un baño reparador, salí y rebusqué en mi bolso el vestido que había guardado celosamente. Un diseño que me había costado meses de ahorro, destinado a usar después mi presentación como Reina Luna ante la manada de Dante. Pero él había desechado nuestro vínculo y los designios de la diosa Luna, así que no tiene sentido reservarlo para él. Ahora, con el vampiro gruñón como mi prometido, él será quien lo apreciará. Aunque se hace el desinteresado, se que en su interior ansia devorar mis huesitos.
El vestido se deslizó sobre mi piel como una segunda naturaleza, resaltando las curvas de mis senos y ciñendo mi cintura hasta límites insospechados. Al contemplar mi reflejo en el espejo, una oleada de admiración me invadió. La falda, un torbellino de destellos, me elevó a un reino de fantasía, donde me sentí como la protagonista de un cuento hechizado.
El sonido de la puerta me detuvo en seco. Al abrir, ahí esta él, mi gruñón prometido, con una expresión que intenta ser severa, pero que delata su turbación. Sus ojos me recorrieron con una intensidad que hizo que mis mejillas se calentaran, y un leve sonrojo coloreó las suyas. "Alguien está teniendo pensamientos traviesos", pensé con una sonrisa.
__Disfrutas de la vusta, ¿verdad?__. Le espeté con una sonrisa pícara, dejando que mi cabello cayera en cascada sobre mi hombro. Su mirada, que hasta entonces me había escrutado de arriba abajo, se encontró con la mía. Negó con la cabeza, pero la chispa en sus ojos dice otra cosa.
__No te equivoques, loba__. Articuló el vampiro, su voz apenas un susurro tenso.
__Solo observo... analizo por qué te atreves a salir así__. Sus ojos, oscuros y hambrientos, recorren cada curva expuesta, luchando contra el deseo que amenaza con desbordarse.
__Este vestido es una obra maestra, cariño. Realza mis curvas de la manera perfecta, insinuando lo suficiente para ser irresistible. Ahora, a tu oficina. Tenemos un contrato matrimonial que firmar, y créeme, serás la envidia de todos. ¿Quién no querría una prometida como yo? Le daré color a tu vida, aunque sea con un toque de humor negro_&. Lo tomé del brazo, sin darle tiempo a protestar, y lo arrastré hacia su oficina. Mientras caminamos, él insiste en que no me estaba "devorando con la mirada". Yo solo sonreí, "Claro, te creo... aunque sé que mientes".
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Holis 👋🏼👋🏼👋🏼 por aquí llegué yo con el primer capítulo del día de hoy 😸😸😸.
Trataré de subir otro durante la tarde 😺😺😺.
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Comments
Alejandra Revelante
muy cortos autora los caoitulos y pon más seguido.por fi , q haya mucha tentación autora se tiene q poner muy caliente la cuestión te mando regalos y votos pero hazlo por favor
2025-04-10
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Mitsuki G
En verdad la Nana es alguien buena se nota que no es prejuiciosa con Aylin se nota que es alguien sabía y que acepto a la prometida de Kael y el aunque no quiera aceptarlo al verla con ese vestido desea comérsela se le ve las ganas y sigo pensando que esos dos al pasar será el primero del otro pero me divierte al imaginar a ese tonto cuando sepa que se casó con un vampiro y no cualquiera un rey siendo ahora ella su reina de alguien más jaja
2025-04-11
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Vanessa Perez
autoraaaaa mi amiga queridaaaaaaa está demasiado buena vale/Facepalm//Smirk/sube más capitulos xq son muy cortos y dejan con ganas vale😋
2025-04-11
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