Capitulo XVI

Luego de que Jeremy le cerrará la puerta de su apartamento en toda la cara. Alexander se quedó unos segundos de pie enfrente de la puerta sin decir gran cosa, mirando hacia el piso y con sus manos en los bolsillos.

Posteriormente, levantó su mirada hacia arriba y suspiro fuertemente mientras decía en voz baja. —Está bien Jeremy, no te pediré que me perdones, pues acepto que fui un mal amigo—, luego de eso se dio media vuelta y bajo por las escaleras para salir del complejo de apartamentos e irse a realizar más pedidos.

Alexander realmente estaba arrepentido por haberle dado la espalda a su antiguo grupo de amigos, pero también sabía que los actos tienen consecuencias y que ahora las está pagando.

Volviendo con Jeremy, este estaba en su sala, sentado en su mueble nuevamente con la caja de pizza sobre la mesita plegable y una fría coca cola de un litro y medio al lado, encendido su televisor para poner YouTube y así empezar a comer, abrió la caja de pizza e inmediatamente el delicioso olor del queso mozzarella y de la salsa italiana inundaron el lugar, deslumbrado una riquísima pizza de pepperoni con extra queso, Jeremy ansioso por comer, tomo una porción y le dio un bocado enorme, degustando el delicioso sabor del pepperoni y viendo cómo el queso se derretía y caía sobre la caja.

Al finalizar la cena, Jeremy tiró la caja de pizza a un lado y apagó el televisor, se levantó del sofá y caminó hacia su cuarto mientras se rascaba la barriga, eran aproximadamente las 9 de la noche, Jeremy se sentó sobre su cama e inicio el programa "Visual Studio Code" que era el software de edición de código que normalmente suelen usar los programas para codificar.

Tenía que realizar cinco ejercicios cortos en el Lenguaje Python para el día de mañana, los cuales los realizó en un lapso de 3 horas terminando de realizarlos a las 12:00 AM, siendo otra persona normal tardaría más en completar los ejercicios, pero como Jeremy es un chico pródigo en la informática, los termino rápidamente, Jeremy guardo los ejercicios en la nube para no perderlos y apagó su computadora para acostarse a dormir, puesto que ya era tarde.

Entre la oscuridad de la habitación, Jeremy se encontraba sobre su cama boca arriba con los ojos bien abiertos y pensativo, cuando en ese momento se acordó que le había tomado una foto desprevenida a Franchesca, al tiro tomo su celular de la mesita de noche que tenía al lado de su cama, y se metió en la galería de su teléfono apareciendo la foto de Franchesca en primer lugar.

— Uff, pero que mujer más hermosa y rica por Dios— Decía Jeremy mientras ampliaba la foto haciéndole Zoom a las nalgas de Franchesca.

Jeremy se calentó nuevamente, y aprovechando que esta vez estaba en un lugar privado y que nadie lo golpearía por sádico. Metió su mano en su interior y empezó a masturbarse apasionadamente mientras sujeta su celular viendo la foto de Franchesca, gemía excitado mientras se imaginaba que estaba con Franchesca en un lugar solitario haciendo el amor románticamente, siguió dándose autoplacer hasta que llegó al clímax y se vino rápidamente sobre su mano con la que sujetaba su miembro —ah que puto asco, me embarre toda la mano— Dijo Jeremy mientras caminaba hacia el lavamanos del baño para quitar en semen de su mano.

Después de eso, regreso a su habitación y se lanzó sobre su cama, cayendo relajado en esta y consolidando el sueño rápidamente. A la mañana siguiente luego de que sonará el despertador, Jeremy se encontraba en el baño cepillándose los dientes, mirando en el espejo como su chichón se había encogido y como sus moretones en la cara se estaban curando y haciéndose menos visibles—Joder esa crema árnica es milagrosa— decía Jeremy mientras se enjuagaba la boca. Después de cepillarse se dio una ducha y se vistió para salir a la universidad, está vez se fue sin desayunar, puesto que no compro nada en la tienda del señor Richard debido al asalto y se quedó sin despensa para esa mañana.

Salió de su edificio y se dirigió hacia la parada del bus. Más tarde al llegar a la institución educativa, Jeremy se encuentra a Scott nuevamente en la banca donde esté suele esperarlo siempre, Jeremy estaba feliz, pues el día de ayer lo había pasado bastante mal por su ausencia, Jeremy se aproxima hacía él y lo saluda con un fuerte abrazo.

— ¡Scott!, Pendejo de mierda no sabes la falta que me hiciste ayer— Dijo Jeremy mientras lo abrazaba fuertemente.

Scott estaba disfrutando mucho ese fuerte abrazo que le dio Jeremy, y en lugar de quitárselo de encima, le devolvió el abrazo igualmente.

—También me hiciste mucha falta ayer Jeremy, estaba aburrido en mi casa sin mi mejor amigo — respondió Scott.

—Todo porque a la niñita le dio gripe ayer y no pudo venir, Agugu Gaga el bebé— Dijo Jeremy burlándose.

—No seas imbécil Jeremy, tú sabes que nosotros los hombres nos puede pasar de todo, se nos puede romper un hueso, nos pueden moler a golpes y aun así seguimos de pie, pero cuando nos agarra una gripe, uno queda jodido en la cama. Por cierto hablando de golpes, te quedó la cara toda jodida Bro, te debe doler mucho— respondió Scott mientras le tocaba las heridas a Jeremy.

— No tranquilo, las heridas son solo superficiales, ya me están mejorando, además de que me aplique un poco de crema de árnica y santo remedio—

—Si se ve que ya te está mejorando, porque en la foto que me pasaste ayer tenías la cara echa pedazos, pero hoy la tienes mejor— respondió Scott.

—Oye Scott, cambiando de tema, ¿A que no adivinas a quién me conseguí ayer?—

—¿A quién encontraste, a Luisa?—

— ¡No tonto no! Ni Dios quiera vuelva a encontrarme con ese demonio, la persona que vi ayer era nada más y nada menos que el hijo de puta de Alexander— Respondió Jeremy en voz alta.

—¿Qué, esa basura de Mierda? ¿Dónde lo viste?— Pregunto Scott.

—Ayer me trajo mi delivery a mi apartamento, allí fue donde me lo encontré, resulta ser que al muy idiota lo corrieron del restaurante donde trabaja porque le echo una olla de agua hirviendo a una cocinera, por eso ahora trabaja de delivery, y por si eso fuera poco, el grupo de amigos por el que nos cambió le dió la espalda abandonandolo como el hizo con nosotros—

Scott, al igual que Jeremy, empezó a reír luego de escuchar eso.

—Ja pobre idiota se lo tiene bien merecido por mal amigo, antes no creía en el karma, pero ahora al ver lo que le pasó a Alexander es la prueba viviente de que si existe jajaj— Decía Scott mientras se orinaba de la risa.

—Lo más gracioso del asunto es que el muy pendejo estaba pidiendo que lo perdonará, bien ridículo si piensa que lo voy a perdonar— Dijo Jeremy.

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