Jeremy se quedó contemplando el hermoso cielo nocturno de Isla vista, hasta que al cabo de unos segundos, escucho como alguien tocaba la puerta de su departamento, era el repartidor que había llegado al edificio.
Jeremy, con un hambre voraz, se retiró del balcón caminando unos pocos pasos hacia la puerta de la entrada para recibir la comida china que había encargado, Jeremy abre la puerta y al levantar la mirada para ver al repartidor, se quedó Paralizado.
—Buenas noches, su pedido señor Jeremy– le dijo la repartidora con un tono amable.
Jeremy no le respondió, solamente se quedó estupefacto al darse cuenta de que la repartidora tiene un parecido increíble con Franchesca, el color de sus ojos de su pelo eran muy parecidos, aunque no alcanzaba la belleza física de Franchesca, si tenían un gran parecido.
—eh amigo, ¿Le pasa algo, se encuentra bien?–
Jeremy por un instante pensó que era Franchesca, pero cuando se dio cuenta de que se trataba de otra persona se calmó y volvió en sí.
—Si estoy bien, gracias por el pedido, aquí tiene su propina– le respondió Jeremy dejando caer 4 monedas de 50 centavos en la mano de la chica.
La repartidora echó una ojeada rápida al interior del departamento de Jeremy y se percató de lo sucio y asqueroso que estaba él sitió, hizo una pequeña expresión de asco, pero la disimuló rápidamente, pues no quería ser imprudente y que Jeremy se diera cuenta.
—Muchas gracias por la propina, que tenga buen provecho—
—Gracias, igualmente que tengas una buena noche—
La repartidora procedió a irse, mientras Jeremy cerraba la puerta y se dirigía a su sofá a mirar televisión mientras cenaba.
Caminaba alegremente dejando la bolsa térmica donde venía su comida encima del sofá y fue a buscar una pequeña mesita plegable para colocarla entre el medio del sofá y el televisor.
Jeremy se sentó en su mueble y destapó la bolsa térmica, sacándole el contenido que venía dentro, un delicioso arroz Chino con una pequeña ensalada, 5 rollos primavera, 2 sobrecitos pequeños de salsa de soja y 2 de salsa agridulce.
El arroz chino y los rollos primavera, eran de las comidas favoritas de Jeremy, siendo estás las que más suele pedir en aplicaciones de comida. Jeremy se levantó un momento a la nevera, ya que se le olvidó buscar la 3 cerveza para pasarla con la comida, volvió a sentarse en el sofá y encendió la televisión para poner videos en YouTube, por el hecho de que le encantaba comer mientras veía a sus Youtubers favoritos.
Jeremy destapó la caja Kraft dónde está el arroz y agarro los cubiertos para empezar a comer, cada bocado era un festín de sabor en su paladar, disfrutaba tal majestuoso sabor, era casi como estar sentado en la mesa de los reyes, disfrutando de un plato gourmet, preparado con los ingredientes más frescos y por chefs 5 estrellas.
—Joder como te amo comida china— dijo Jeremy en voz alta.
Jeremy tomo uno de los rollitos primavera y le dió un buen mordisco, estaba muy caliente y hizo que esté se quemará la lengua, Jeremy masticó rápido y trago de golpe, sintiendo como el trozo de lumpia masticada le quemaba la garganta hasta la punta del esófago.
Jeremy agarro su cerveza y se tomó un trago para aliviar la quemadura que el rollito primavera le provocó en la garganta, cuando se le pasó, agarró el rollito y empezó a soplarlo desde el lado que mordió para que se enfriara, después de eso, agarro uno de los sobres de salsa de soja y trato de abrirlo con los dientes, pero no podía, ya que esos sobres del demonio parece ser que los sellan con pegaloca, Jeremy siguió mordiendo la envoltura del sobre, mientras su cara parecía la de un perro con rabia mordiendo algo.
Siguió tirando con los dientes hasta que en un momento, destapó el sobre de golpe y salió salsa desparramada por todas partes, se manchó su camisa y había caído salsa en la mesita y en el sofá, Jeremy se levanta de forma inmediata y sin querer, tumbó la mesita plegable, tirando al piso el arroz chino y los rollos, haciendo un desastre en la sala, —maldita sea, estas cosas solo me pasan a mí— exclamó enojado.
Jeremy empezó a recoger los granos de arroz, los camarones, las Salas y los rollitos, pues no iba a lanzar esos 12,30 $ que gastó en ese arroz a la basura, así que recogió lo salvable con una cuchara y se lo comió.
Comía con un poco de asco, debido a que el arroz se había mezclado con motas de polvo y tierra que había en el sucio piso de Jeremy, finalizando la cena, aparto los cubiertos a un lado y se quedó un rato viendo YouTube, hasta que se hizo las 10:30 PM que era la hora a la que se solía acostar, apagó el televisor, tiró la bolsa térmica donde llegó su comida a la basura, y se dirigió a su cuarto para ir a dormir.
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