Capítulo 5| Cambios

—También te quiero— escuché decir a Eider seguido colgué el teléfono.

Han pasado varias semanas...

Los días han sido fúnebres, me encuentro  preocupada, me esta valiendo madre todo ¿Porque cuando trato de hacer las cosas bien jamás resultan?

Las personas te hacen promesas una y otra vez ¿Es tan necesario?

Era la mañana nublada de un jueves bajé de mi habitación ya que hoy suspendieron labores en la universidad, mis padres estaban sentados en el comedor.

—Buenos días— saludé.

—Siéntate a desayunar hija— dijo mamá.

—¿Les sirvo café?- pregunté.

—Claro hija ya está en la cafetera— dijo mi padre.

Lleve una taza para cada uno y me senté con ellos. También serví galletas de canela en un plato.

Sabía que tendría que decirles tarde o temprano «Era ahora» el momento perfecto para aprovechar su buen humor que no duraría mucho.

—Madre— susurré.

—¿Hablaste Myrna?

—¿Qué sucede hija?— dijo papá.

—Quisiera hablarles sobre algo.

—Me estás asustando, ¿Es muy grave?

—Bien, se los diré.

—Hazlo.

—Termine con Jaziel— suspiré profundo al terminar la oración.

—!¿Qué?!— gritó mamá y dejó caer al piso el plato que tenía entre las manos.

—¿Como se te ocurre hacer eso?

—Bueno es que...— me interrumpió.

—Regresas con él de inmediato.

—¿Estás bromeando?

—Nada de bromas Myrna.

—Pero... Ni siquiera saben lo que pasó.

—¡Vas a regresar con el!— gritó.

Papá se limitó a escuchar.

—¿Cómo jodidos quieres que regresé con él si me engaño?— estaba furiosa.

Odiaba tanto que le importara más el dinero que su propia hija.

No escuché la respuesta tan solo salí del comedor,  busqué las llaves de mi camioneta y llame a Eider.

—Voy para tu casa— dije.

—¿Te encuentras bien?

—«Nada bien» No.

Llegué a casa de mi mejor amigo, tenía tiempo sin venir... recuerdo cuando jugábamos aquí de niños, las pijamadas, las apuestas, todas esas tontas peleas.

Cuando juramos no dejarnos solo teníamos cinco años.

Contemplé unos minutos el gran portón color blanco y sus terminados lujosos mientras me llenaba de recuerdos bajé y toque el timbre.

—Señorita, pasé—dijo Rita la señora que les ayuda en los labores del hogar

—Con permiso.

En la sala estaba sentada la mamá de Eider tomando margaritas con sus amigas, su madre era una viuda adinerada y Eider no tenía hermanos.

—Buenas tardes— saludé. Eran como las doce y unos minutos.

— Hija siéntate, me llena de gusto verte— dijo su madre.

—¡Qué bonita estás!—dijo una de sus amigas.

—¿De dónde eres?

—¿Es novia de Eider?—Cuestionó otra de ellas.

—Ehh no...más bien somos...

Estaba desconcertada y nerviosa no sabía que responder, además hacían muchas preguntas.

Eider bajó.

Sentí como toco mi hombro y se echó a reír.

—Por favor señoras han puesto nerviosa a mi amiga— dijo en tono burlesco.

Ellas solo rieron, les sonreí apenada y Eider me jalo hasta la cocina.

—Qué bueno que llegaste no sabía que decir.

—¡Ay Myrna!— volvió a reírse.

Le pegué con mi codo en la costilla.

—Y bien, ¿qué fue lo que pasó? es extraño que vengas a mi casa, hace mucho no lo hacías.

—Les dije a mis padres que terminé con Jaziel y me trataron como una puta. basura. Ni que él importará más que yo, sus prejuicios sociales me tienen harta.

—Vamos a mi habitación—dijo.

«¿Qué? le cuento lo que sucede y solo dice eso»

Acepté y subimos a su alcoba sacó una cajetilla de cigarrillos de un cajón y abrió la terraza, se sentó en el Piso y palmeó a un lado a modo de indicarme que yo también lo hiciera.

Me ofreció un tabaco y acepté

Puso el suyo entre sus labios y comenzó a humear pero se detuvo unos segundos y me dijo:

—Sabes, no creo que eso importe. Tus padres volverán a estar bien contigo y no pueden obligarte a seguir con él.

—¿Cómo puedes estar tan seguro?—cuestioné.

—Todos los problemas tienes solución Myr y cuando no la encuentras es porque no quieres hacerlo.

Seguí fumando y pensé mucho en lo que dijo Eider «Tenía razón»

¡Lo quiero tanto! pero soy tan mala para demostrar mi amor así que lo abracé muy fuerte.

Finalmente regresé a casa, tenía demasiada hambre así que entre a la cocina e indague en la alacena, encontré un pan tipo bollo y le unté mantequilla parecía una mierda pero tenía tanta hambre que me supo muy bien.

Camine hasta mi recámara, tuve suerte de no toparme con mis padres.

[...]

Papá trata de entender pero mamá sigue sin dirigirme la palabra.

Supe que Jaziel sale con Lorena «me alegra»

Después de todo no puedo odiarlos, aunque nunca podré perdonarlos.

Definitivamente no puedo ser la misma chica de antes, cumplir promesas falsas y expectativas a las que ni siquiera llego ¡No puedo con eso!

Me llene de pretendientes nuevamente «Eso me encanta»

Justo hoy acepte salir con Diego un amor de hace algunos años, el primer amor más bien.

De esos que no aceptamos que se vayan fácilmente y aunque el mundo nos diga mil veces que no es para nosotros seguimos aferrados.

El me brindo mis primeras experiencias sexuales, me enseñó muchas cosas.

Tenía tiempo sin verlo

Quedamos en una juguería de por aquí cerca así que conduje hasta llegar. De reojo examinó el lugar, hay pocas personas.

Lo ubiqué pronto, está sentado en la mesita del fondo perdido en sus pensamientos como siempre solía hacerlo, tan perdido que aún no nota mi presencia.

Me dirijo hasta él, no ha cambiado en absoluto, su estatura promedio, su piel morena, pero a pesar de ello sigue siendo muy apuesto.

Me mira y su sosiego desaparece.

—¡Encanto! al fin apareces— dice.

—Lo lamento había mucho tráfico Diego.

—Siéntate ¿Qué quieres tomar?—se levanta y me acomoda la silla.

—Un jugo de zanahoria.

—¡Mesero! Un jugo de zanahoria para la señorita y una limonada— pide impaciente.

— Y bien... ¿Cómo te ha ido?— le Preguntó.

—Bastante bien, mi negocio ha crecido mucho.

—Excelente.

—De hecho quise verte porqué tengo que decirte algo.

Su teléfono comienza a sonar con una melodía ridícula, este tipo no sabe nada de música.

—Disculpa tengo que atender— dice arrogante y se levanta.

—Norma espera— alcance a oír.

«¿Qué querrá decir?»

Entonces recordé lo que pasó entre nosotros todo termino cuando me mandó un estúpido mensaje que decía:

—Preciosa en verdad me encantas pero ¿sabes? Tengo una relación con alguien más.

Además de que nuestras familias se oponían.

¡Bah como si eso importará ahora!

—Ya vine— vuelve a sentarse.

—Entonces ¿Qué querías decir?— curioseo.

—Bueno es que tú y yo tuvimos historia.

Asiento con la cabeza

—El punto es que ...voy a casarme el fin de año y como fuiste muy especial quisiera que seas madrina de las argollas.

carajo a quien se le ocurre pedirle eso a su ex novia.

—Me encantaría— finjo.

—¿No te molesta verdad?

—Por supuesto que no Diego.

—Gracias Myr— pega su cuerpo con el mío, es casi asfixiante. Su loción es ostigosa.

—¿Y quién es la afortunada?

—¿Recuerdas a Norma?, es la chica por la cual terminamos— responde con suspicacia.

—La recuerdo bien.

—La amo mucho.

—Que fantástico— respondí con algo de recelo.

—¿Y tú sigues con Jaziel?

—No, terminamos hace poco.

— Lo lamento.

—No te preocupes, ya no importa.

—Tengo que irme.

...

«Mi vida no es perfecta y tengo que terminar aceptándolo»

___________________________________

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play