Conociendo el infierno

☡Advertencia, capítulo con contenido de violencia, se recomienda discreción.☡

Joder este hombre sí que es sexy no sé en qué momento terminamos en la pista bailando como si no existiera nadie más a nuestro alrededor. Luego de eso él me invita a su apartamento, ya que nuestros cuerpos exigían más que simples rozes.

- Al menos me dirás tu nombre guapo.

- Ja ja Mi nombre es Matías. Abril ya te lo he dicho antes.

- Yo no recuerdo haberte dicho el mío.

- No hay nadie aquí que no te conozca Abrir Wilson.

- Tienes razón ¿Nos vamos?

- Vamos hermosa.

 En su coche no podía dejar de tocarlo lo que me llena de ilusión es sentir su gran herramienta que se encuentra oculta dentro de sus pantalones. Al llegar no tardo mucho en saltar a sus brazos entre besos apasionados llegamos a su cama donde prácticamente le arranco la ropa, yo me quito la mía y cuando estoy sobre él me susurra al oído.

- No sabes cuánto esperé por esto Abril.

 Sus palabras me resultaron algo espeluznantes lo que me dejó totalmente desconcertada. Admito que estuve a punto de huir, su voz me dio una sensación desconocida, pero a la vez familiar.

Antes de poder hacerlo él me tomó del cabello y con fuerza se posicionó sobre mí abriendo mis piernas para envestiéndome de una sola estocada, no pude evitar soltar un grito de dolor mezclado con placer, me mordía los pechos con mucha fuerza mientras su miembro entraba en mí sin piedad alguna, sus movimientos eran increblemente placenteros y hasta diría que familiares.

 Tenía demasiadas preguntas en mi cabeza, pero de mi boca solo salían gritos pidiendo más de ese fabuloso sexo salvaje que me estaba dando. En un momento determinado siento sus manos rodeando mi cuello apretandolo con fuerza al grado de que apenas un hilo de aire podía entrar, la situación era aterradora, pero excitante el miedo y el placer se mezclaban a la perfección haciendo que tenga múltiples orgasmos seguidos.

Sus gruñidos solo lograban excitarme aún más. - Joder Abril eres increíble en la cama.

- Ahh por favor no te detengas..

- Mierd* ya no lo soporto más. - Antes de llegar al clímax sale de mí y presiona su erección sobre mi boca dejando todo su elixir en mi rostro, después de ese increíble momento no recuerdo nada más solo la sensación de estar flotando sobre las nubes. Lo peor de todo pasaría cuando por fin pude volver en sí, estaba en un lugar totalmente diferente y aquel hombre no se encontraba por ningún lado de la habitación.

 Como pude intenté llegar a la sala que se encontraba vacía también. Cuando paso por una puerta que creo que es la de servicio escucho un ruido extraño, pero decido ignorarlo para poder observar por la ventana a ver en qué lugar me encuentro. Pero lo que veo me dice que estoy en peligro, ya que afuera está mi personaje, ese mismo que yo describí con sumo cuidado. El acosador de mi novela está frente a mis ojos como si hubiera salido del libro y viniera por mí.

Esto es una completa locura ¿Acaso aún estoy dormida y esto es un sueño? Lo veo caminando con su maleta en mano y con ese pequeño peluche de conejo que simboliza algo muy profundo para él. Oh Dios mío cómo puede ser esto posible, en un momento nuestras miradas se cruzan y siento como el terror se apodera de cada célula de mi cuerpo, los bellos se erizas y una sensación de adrenalina me impulsa a correr para bloquear la puerta.

 Coloco un gran mueble que se encuentra justo a unos metros de distancia, estoy aterrada, busco desesperada algo con qué defenderme cuando comienzo a sentir los golpes que indican que está intentando entrar. - Maldición qué hago, quiero que esta pesadilla por fin acabe por favor. - Me acurruco en un rincón junto a la nevera tapando mis oídos con ambas manos, el sonido cesa y levanto la mirada aterrada gateo hasta la salida de la cocina y al alzar mi vista ahí está él.

- Hola abril.

 Me giro para huir, pero me toma de los talones y me lleva a rastras directo al sótano.

- NOOO por favor Noo. - Mis uñas se clavan en el piso de madera dejando un pequeño rastro de sangre, siento como me toma del cabello y me obliga a levantarme.

- Ya estás en casa amor mío este será nuestro hogar.

 Intento zafarme golpeándolo con mi codo en su rostro. - AGH. - Intento rodearlo, pero me toma del brazo y me golpea contra la pared mientras con la otra mano abre la puerta junto a mí.

- Por favor te lo suplico no me hagas daño puedo darte todo lo que quieras.

Siento como me lleva al pie de la escalera y me empuja.

- Lo único que quiero es que te quedes para siempre conmigo.

 Siento como cada parte de mi cuerpo duele en cada escalón con el que golpeo llegando al fin de estas totalmente adolorida y confundida, con lo que me queda de fuerza me arrastro temiendo que acabe con mi vida, el lugar está oscuro, pero siento algo temblar a mi toque.

Con mi voz entre cortada pregunto. - Quien.. Quien eres..

- Shh no digas nada o él te escuchará. - Un pequeño hilo de voz se escucha casi susurrante. ¿Otra persona? La luz se prende y veo a una joven frente a mí, su cuerpo está muy maltratado y tiene sus piernas encadenadas.

- No ya no por favor no te acerques más. Ya no lo resisto. - Suplico entre un llanto ahogado.

- Abrir mi amor mira lo que me hiciste hacerte. Déjame ayudarte.

- No.. No te acerques, no me toques.

- ¡DÉJAME AYUDARTE!. - Grita y yo tiemblo ante su aguda voz.

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