capitulo5: La luz que se convierte en un amanecer

Capítulo 5: La luz que se convierte en un amanecer

Después de que Max y Julius se reconciliaron, Julius los llevó dentro del edificio en el cual había muchos salones y áreas de descanso, además de tener una gran zona para practicar magia.

Tessa al ver el edificio por dentro se sorprendería, ya que era muy sofisticado y tenía muchos lugares para jugar, a su parecer.

Mientras caminaban por las instalaciones del edificio, Tessa hacía varias observaciones sobre cómo era el lugar y si le gustaría estudiar allí. Recordando que su abuelo le dijo que cuando fuera mayor podría ir a un lugar que se llamaba escuela y que servía para aprender muchas cosas. Esto hizo que Tessa mirara a Max con una cara de ilusión y le preguntara si esa iba a ser su nueva escuela.

Max, al escuchar y ver la cara de ilusión que tenía Tessa, le respondería que no sabía y por eso le iban a hacer los estudios, ya que si se encontraba en muy buen estado podría quedarse en esa escuela, refiriéndose al orfanato de Julius.

Tessa se pondría como meta pasar sus exámenes para quedarse en esa escuela, algo que Max notaría al observar sus comportamientos.

Después de unos minutos llegarían al cuarto donde le harían los estudios para saber si lo que decía Max era verdad. Al entrar, las dos sombras y los cuatro demonios saldrían para acompañar a Tessa. Julius le pediría a Tessa que se pusiera sobre un círculo con algunos patrones dibujados, y al acercarse, este comenzaría a brillar en un tono azul que daba la sensación de calidez.

Uno de los demonios que salió para acompañar a Tessa le diría a Max que la luz que mostraba Tessa al acercarse a ese círculo mostraba lo pura y refinada que era su magia.

Max se sorprendió al darse cuenta de que la magia de Tessa era muy superior en cuanto al rango de alcance, ya que era superior a la de Aegis, considerado el guardián de la memoria más puro y fuerte, siendo Julius ya no un guardián de la memoria.

Julius continuaría con los estudios, pidiéndole a Tessa que le mostrara su magia pero dándole forma de un conejo.

Tessa, al escuchar eso, comenzaría a levantar sus manos para crear varios conejos de diferentes colores y tamaños, además de permitir que corrieran por todo el cuarto, mostrando que esos conejos eran iguales a los que estaban en la aldea donde estaban viviendo.

Al ver que los conejos eran iguales a los de la aldea de su amigo Kanaq, Max empezaría a reír, ya que esos conejos eran muy difíciles de ver.

Julius, al ver el alto control de Tessa sobre su propia magia, no sabía cómo reaccionar, así que le haría otro estudio para ver qué capacidad tenía para sacar provecho de su poder.

Explicaría a Max que el próximo estudio era una simulación de una situación de riesgo en la cual harían que Tessa trabajara con su instinto de supervivencia al máximo, para saber hasta qué punto sería capaz de usar su propia magia para sobrevivir. Quería que los demonios y las sombras que la protegían solo intervinieran si la vida de Tessa estuviera en riesgo.

Max y las sombras estuvieron de acuerdo con la petición de Julius, sin embargo, los demonios pidieron seguir a Tessa para comprender más su magia en caso de que fuera diferente a la ya conocida, teniendo una sospecha de que obtuvo una magia relacionada con el infierno del cual provenían.

Julius aceptaría la petición de los demonios, siempre y cuando no interfirieran con el estudio que le harían a Tessa, ya que esto entorpecería la lectura para ver las habilidades que genera la magia de Tessa. Dijo que saldría del cuarto.

Tessa, Julius y Max saldrían del cuarto y se dirigirían al salón de prácticas donde Tessa realizaría su estudio de habilidades. Sin que Tessa se diera cuenta, Max daría la señal para que los demonios y las sombras de Tessa los acompañaran. Al llegar a la entrada del salón de prácticas, las sombras se acercarían a Tessa para despedirse y desearle buena suerte.

Las puertas del salón de prácticas se abrieron lentamente, y mientras Tessa se despedía de Max, entró en la habitación oscura, lo que agudizó sus sentidos y le hizo sentir una intensa sensación de peligro que la paralizó del miedo.

Mientras tanto, Julius y Max observaban desde otro lado del salón, notando la reacción de Tessa ante el peligro. Gracias al traje de monitoreo que llevaba, Julius notó que sus conductos de magia se agudizaron al sentir miedo.

Tessa, con los ojos cerrados, se guió por el oído y el olfato para superar la primera parte del desafío, demostrando que podía atravesar el escenario en completa oscuridad.

Julius, a través de un altavoz, informó a Tessa que la segunda parte estaba por comenzar, en la que debía usar su magia para alcanzar objetivos en movimiento.

Al escuchar las instrucciones, Tessa se encontró en una jungla en lugar del salón de prácticas, lo que la llevó a explorar con determinación.

Julius se sorprendió por la reacción de Tessa a los cambios repentinos de escenario, que no parecían coincidir con su edad. Max explicó que esto se debía al entrenamiento estricto que le había dado su abuelo, quien la instruyó a no depender únicamente de su magia, sino también de sus habilidades físicas, enseñándole desde los 3 años. Su abuelo era un agente experto en espionaje y asesinato.

Entonces, ¿quieres decir que Tessa es una niña con un entrenamiento especial impartido por un humano? Eso significa que su magia podría ser muy poderosa y útil en situaciones de espionaje y reconocimiento, al igual que tú.

Max respondió con una sonrisa: "En realidad, creo que ella es más que una niña normal, siento que puede tener más de una habilidad, por eso vengo a pedirte ayuda. Necesito saber qué tan peligrosa puede ser su magia".

Mientras tanto, Tessa había explorado la zona y notado la presencia de criaturas mágicas y trampas. Decidida a demostrar su valía para asistir a la escuela, se relajó. En ese momento, uno de los objetivos pasó cerca a gran velocidad, y Tessa lo alcanzó transformando su magia en un pájaro para impactarlo.

Una voz anunció que la prueba final había comenzado, desatando bestias mágicas contra Tessa. Alerta, trató de resguardarse, pero fue arrojada violentamente contra la pared por un ser mágico llamado Durk, similar a un oso pero cuatro veces más grande. A pesar de las lágrimas en sus ojos, se levantó con determinación para enfrentarlo, limpiándose para que Max no se preocupara.

Preocupado al ver a Tessa contra Durk, Max estuvo a punto de invocar a dos demonios poderosos para rescatarla, pero Julius lo detuvo, mostrándole la pantalla donde Tessa se preparaba para el combate. Max decidió esperar a ver qué ocurría, manteniendo a los demonios a su lado por si acaso.

Tessa, tras secarse las lágrimas, empezó a concentrar su magia en su mano. Cuando sintió que tenía suficiente energía mágica para vencer al durk, se lanzó hacia él, acompañada de varios cerditos y lobos creados con su magia.

Al ver a Tessa acercarse a gran velocidad, el durk emitió un rugido que alertó a las demás bestias mágicas.

Tessa, al percatarse de los intentos del durk por llamar refuerzos, se lanzó directamente a su garganta, silenciando su rugido y destrozando su garganta de un solo golpe.

Mientras en la habitación, Max y Julius observaban con sorpresa la valentía de Tessa, demostrando el inhumano entrenamiento recibido con su abuelo.

Al ver al durk sufrir por la falta de aire, Tessa pidió a un demonio que emergiera y acabara con su sufrimiento de manera rápida y precisa. El demonio salió de las sombras, realizó un gesto hacia Tessa y terminó con la vida del durk.

Mientras tanto, Tessa exploraba el lugar para asegurarse de que el rugido del durk no hubiera provocado la agitación de otras criaturas mágicas.

Julius notó la mejora en la adaptación de Tessa al ambiente y detectó una anomalía con las criaturas mágicas: una bestia liberada de los entrenamientos destinados a los líderes de las casas.

Max preguntó a Julius si la bestia estaba despierta o dormida. Julius respondió que estaba despierta y que había escuchado el rugido del durk.

Mientras Max y Julius intentaban localizar a la criatura a través de los monitores, Tessa siguió explorando el lugar. Sin embargo, en un movimiento erróneo, cayó en un río situado en el borde de un bosque.

Rápidamente, Tessa se levantó y observó a su alrededor, dándose cuenta de que ese lugar era diferente al bosque anterior. Preocupada por encontrarse en desventaja sin ningún tipo de cobertura, Tessa buscaba un lugar donde resguardarse de un posible ataque enemigo.

Mientras reflexionaba sobre su situación, escuchó un ruido que provenía de la copa de un árbol.

Mientras Max y Julius observaban en los monitores, notaron que la bestia que buscaban estaba a punto de atacar a Tessa.

Justo antes de que la bestia mágica pudiera golpear a Tessa, los demonios enviados por Max como protección detuvieron el ataque.

Tessa se sorprendió al ver cómo los demonios la salvaron tan rápidamente, pero al dirigir su mirada hacia la bestia, se dio cuenta de que en realidad era una sombra humanoid.

Max y Julius, al descubrir la identidad de la bestia mágica, se preocuparon, ya que no era una bestia común, sino un guardián de las casas conocido como Umbríos Servientes. Julius sabía que enfrentarse a estos seres era extremadamente peligroso, sobre todo después de haber incrementado su resistencia y poder tras la batalla de Malgrim.

Max intentó correr hacia la puerta del salón de prácticas para abrirla, pero Julius lo detuvo al recordarle que la puerta tenía un sello mágico que se activaba en caso de que alguien entrenado resultara gravemente herido.

Así que tuvieron que esperar a que Tessa y los demonios salieran victoriosos de la batalla contra los Umbríos Servientes.

En la batalla, los demonios lograron detener el ataque de los Umbríos Servientes. Uno de ellos enfrentó al guardián mientras el otro se ocupaba de resguardar a Tessa.

El demonio que luchaba con el Umbríos Servientes mostró habilidades impresionantes en combate, tomando por sorpresa al guardián. Sin embargo, este último se adaptó rápidamente al estilo de lucha del demonio y contraatacó con fuerza, haciendo retroceder al demonio unos tres metros.

Tras un breve descanso, el combate se retomó con ambos seres combinando sus poderes mágicos. El demonio utilizó su magia de la locura para incrementar sus ataques y causar más daño al Umbríos Servientes.

Mientras tanto, el Umbríos Servientes contraatacó con su magia King of Time, tomando ventaja sobre el demonio en cuestión de segundos. El demonio luchaba por mantener el ritmo en la pelea, pero a su vez, el Umbríos Servientes usaba su magia para minimizar el daño de los ataques recibidos.

Ante la complejidad de la batalla, el demonio cambió su estilo de combate a uno más libre, logrando conectar un golpe que hizo volar al Umbríos Servientes varios metros hasta estrellarse contra un árbol.

Después de levantarse, el Umbríos Servientes mostró una sonrisa y utilizó su magia espacial para teletransportarse detrás del demonio. Con un golpe directo en la cara, dejó al demonio inconsciente, ya que al combinar su magia King of Time y la magia espacial se volvía casi intocable.

Al sentir la presencia del demonio que protegía a Tessa, el Umbríos Servientes se teletransportó junto a ellos. Le propinó una patada al demonio, que hizo que Tessa y él salieran volando.

El demonio, consciente de la derrota de su compañero y de la amenaza que representaba el Umbríos Servientes, se colocó delante de Tessa, quien yacía en el suelo con lágrimas en los ojos por el miedo que le producía la presencia del guardián.

El Umbríos Servientes, al percibir el temor de Tessa, le dedicó una sonrisa retorcida y señaló con la mano, lanzándose a gran velocidad para intentar atacarla.

El demonio, al ver las intenciones homicidas del guardián, manifestó su verdadera forma, adoptando una apariencia más humana y estética que proporcionaba una mayor destreza en combate.

Los umbrios servientes, al ver que el demonio cambió de forma, se detuvieron repentinamente al darse cuenta de que el duelo estaba casi igualado. El demonio se comunicó en un idioma que Tessa no entendía con los umbrios servientes, antes de observar cómo comenzaban a atacarse con una fuerza tan grande que cada golpe generaba una gran ráfaga de magia, haciendo que Tessa se sintiera estresada y preocupada por su vida. Esto provocó el despertar de su magia final, la cual era la magia del vacío.

Max, al notar que la pelea estaba destruyendo el salón de prácticas, se preocupó por el bienestar de Tessa. Mientras tanto, Julius recibía información del traje de Tessa, el cual mostraba partes dañadas y señalaba que ella estaba experimentando un cuadro de estrés que adelantaba la manifestación de su magia final.

En el monitor, Max veía a Tessa retorciéndose de dolor y gritando por el tremendo dolor que experimentaba. Julius explicó que cada hueso de Tessa se estaba rompiendo debido al despertar de su magia final, y que el cuadro de estrés lo estaba haciendo muy doloroso para ella. Aunque tenía buen control sobre su magia, su cuerpo no estaba lo suficientemente desarrollado para soportar esa carga, por lo que sus huesos se destruían y reconstruían hasta poder resistir su propia magia.

El demonio, al escuchar los gritos de dolor de Tessa, se acercó para ver qué pasaba. Los umbrios servientes aprovecharon la oportunidad para hacerle un golpe que afectó su centro de equilibrio mágico. Sabían que, si era dañado de forma irreparable, explotaría con la fuerza suficiente para expulsar su magia. A pesar de darse cuenta de la trampa, el demonio decidió seguir luchando para proteger a Tessa, quien se encontraba en peligro.

Tessa empezaría a sentir su cuerpo cada vez más adormecido por la fuerza de su magia, y en solo unos minutos, sus huesos volverían a romperse debido a que aún no podían soportar su poder. El constante dolor la llevaría a desmayarse, pero antes de perder el conocimiento, gritaría pidiendo ayuda a Max, diciendo: "Papá, por favor, ayúdame, me duele mucho".

Al ver a Tessa desmayada y sufriendo, Max preguntaría a Julius cuánto faltaba para que la puerta se abriera, mientras apretaba los puños con impotencia.

"Faltan dos minutos para que la puerta se pueda abrir, así que esperemos que el demonio pueda aguantar esos dos minutos", respondería Julius, observando los avisos de daño constante en el traje de Tessa.

Mientras tanto, en la pelea entre el demonio y los umbrios servientes, lanzaban ataques que provocaban destellos de magia.

Los umbrios servientes sabían que, después de haber afectado el equilibrio mágico del demonio, solo faltaban unos minutos para que su cuerpo comenzara a estallar por el exceso repentino de magia.

El demonio, consciente de que debía resistir hasta que Max y Julius pudieran entrar, utilizaba la energía mágica para cubrir sus golpes y ganar algo de tiempo.

Tras una risa retorcida del umbrios servientes, se producía otro intercambio de ataques. Sin embargo, antes de que el demonio golpeara al umbrios servientes, su cuerpo estallaba, haciendo que cayera a los pies de este, quien se preparaba para atacar a Tessa. El demonio, noqueado pero decidido a proteger a Tessa, se levantaba para impedir que el umbrios servientes la lastimara.

Al mismo tiempo, Julius informaba a Max que solo faltaban cinco segundos para que la puerta se abriera. Este, rápidamente, convocaba a los demonios más fuertes que tenía a su disposición.

El umbrios servientes se lanzaba a gran velocidad para atacar a Tessa, quien seguía sufriendo por el cuadro de estrés.

Dos segundos antes de que el umbrios servientes impactara a Tessa, Julius le comunicaba a Leonel que las puertas se habían abierto.

En un movimiento rápido, Max activó su magia de sombras para cambiar de lugar con el demonio que intentaba evitar el ataque del umbrios servientes.

A escasos centímetros de que el umbrios servientes impactara a Tessa, Max desvió el ataque y liberó su magia sin control, creando una aura asesina en el campo de batalla.

Al percatarse de la llegada de más personas, el umbrios servientes soltó una risa y pronunció unas palabras que dejaron a Julius y Max desconcertados.

El umbrios servientes mencionó que desconocía que los guardianes de la memoria aún contaban con un traidor y un desertor en sus filas.

Max se lanzó al ataque apenas el umbrios servientes terminó de hablar, pero era evidente que la diferencia de fuerza y experiencia estaba a favor de Max. Logró esquivar los golpes del umbrios servientes y propinarle un golpe en el estómago con todas sus fuerzas, haciéndolo caer arrodillado ante él, mostrando una expresión seria y de superioridad.

Ante la amenaza inminente, el umbrios servientes activó sus magias y se teletransportó hacia donde se encontraban Julius y Tessa. Max reaccionó rápidamente, interponiéndose entre el umbrios servientes y Tessa, propinándole un golpe directo en la cara que lo alejó de ella.

Al observar el estado de Tessa, Julius le indicó a Max que era urgente estabilizarla, ya que si no controlaba su poder, podría provocar que su cuerpo explotara.

Max ordenó a los demonios acompañar a Julius para asegurar la protección de Tessa. Julius tomó a Tessa en sus brazos y notó que su cuerpo había dejado de regenerar los huesos rotos debido a la pronta aparición de su magia final, lo cual no era una buena señal. Con preocupación, Max pidió a Julius que ayudara a Tessa.

Mientras Julius salía del salón de prácticas con Tessa, el umbrios servientes apareció frente a ellos para atacar. Max, prevenido, golpeó al umbrios servientes de regreso al salón de prácticas.

Al levantarse del golpe, el umbrios servientes escuchó una pregunta que lo llenó de ira.

Max caminaba con una tranquilidad y seguridad que incomodaba al umbrios servientes, quien sintió un escalofrío al escucharlo gritar. "¿Acaso eres sordo? Hace un rato usaste dos magias con tanta facilidad. ¿Eres acaso un fenómeno de la naturaleza?" Max hablaba de manera prepotente y desafiante.

El umbrios servientes, con una sonrisa que delataba su enojo, desató su magia "King of Time" y logró propinarle un golpe que dejó a Max tambaleándose.

"Sabes, umbrios servientes, he conocido y enfrentado a una persona con una magia similar a la tuya, y su control no era tan lamentable. Esa persona era muy superior a ti", expresó Max con voz enojada mientras golpeaba al umbrios servientes con tal fuerza que sus huesos se rompían.

Lo que más me enfurece es que intentaras quitarle la vida a una niña de 5 años, y además esa niña es mi hija", continuó Max, golpeando con más fuerza al umbrios servientes.

Al ver que el umbrios servientes ya no podía combatir, Max se acercó a él, lo tomó del cuello y le preguntó qué planeaba hacerle a su hija. Luego, sacó una espada de su sombra y la clavó en el hombro del umbrios servientes, repitiendo la acción con otras partes de su cuerpo.

Después de torturar al umbrios servientes por varios minutos, Max dejó de hacerlo al escuchar por el altavoz que Tessa estaba estable y a punto de despertar. Se dirigió a ver a Tessa, pero antes de salir, el umbrios servientes le gritó a Max cuestionando por qué protegía a una niña que no era de su sangre, solo una niña lunar sin familia.

La mirada de Max hizo que el umbrios servientes apartara la vista. Max ordenó a sus demonios interrogar al umbrios servientes para obtener toda la información sobre los niños lunares.

Acto seguido, se teletransportó a través de una sombra hasta donde se encontraba Julius. Le preguntó sobre el estado de Tessa.

Julius explicó que Tessa, al experimentar ese cuadro de estrés y la repentina manifestación de su magia final, su cuerpo colapsó. Esto provocó que su magia dejara de curar sus huesos rotos, enfocándose en romperlos más rápido para aceptar la magia final.

Max preguntó si ya la habían estabilizado por completo, dado que todavía tenía huesos rotos. Observaba a Tessa con una pierna y una mano fracturadas.

Julius respondió que en realidad aún no estaba al cien por ciento, ya que al estar inconsciente, su cuerpo se encontraba en un estado de relajación autoinducido para soportar el dolor causado por la rápida liberación de su magia.

Max, en un momento de curiosidad, preguntó a Julius sobre el nombre de la magia de Tessa. Julius explicó que no tenían registros exactos sobre el tipo de magia, pero que se conocía como la magia del vacío.

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