Los Guardianes De La Memoria Distrito De La Sangre Santa
Capítulo 1: Integración de un pronto adiós
AÑOS DESPUÉS DE LA BATALLA DE MALGRIM...
Oye, Kaalira, ya vas a cumplir 5 años en nuestra aldea. ¿Cómo te sientes? -preguntó Akua-Kanaq.
Kanaq, la verdad, agradezco mucho que me ayudes para poder mejorar y darle un lugar a mi esposa en este terreno santo para que descanse en tranquilidad -respondió Kaalira con gratitud.
No te preocupes, Kaalira. Al final de cuentas, eres la persona de nuestra profecía. Además, la gente se siente segura cuando estás en la aldea -aseguró Kanaq, reconociendo la importancia de Kaalira en la comunidad.
Me alegra oír eso, Kanaq. Sabes que quiero volver a mi casa, pero aún me siento en deuda con ustedes -expresó Kaalira, mostrando su deseo de retorno pero también su compromiso con la aldea.
No te preocupes por nosotros. Gracias a ti y a tus sombras, Kaalira, hemos podido crear mejores casas para vivir -reconoció Kanaq, agradeciendo la ayuda y colaboración de Kaalira en el desarrollo de la aldea.
Es lo menos que puedo hacer, ya que me ayudaron a que mi amada tuviera un descanso -respondió Kaalira con humildad, recordando la importancia de la comunidad en un momento difícil de su vida.
Oye, Kaalira, sé que todavía duele lo de tu esposa, pero no puedes quedarte estancado en ese estado de depresión -intervino Kanaq, preocupado por el bienestar emocional de Kaalira.
Max sonrió ligeramente mientras veía a Kanaq. Sabes que no es fácil. Tú también viviste esto.
Kanaq tomó una postura de nostalgia y contestó: Sé que eso no se olvida. Aún la tengo en mi mente. Sabes, pero sé que ella no quiere que me apague por eso es que salgo a caminar y trato este bosque como ella lo trataba.
Max apretó su puño. No puedo. Todas las noches tengo pesadillas. Solo son recuerdos de cómo me obligaron a ver cómo la hacían sufrir. No puedo hacer nada. Siento que no pude cumplir con mi promesa de protegerla.
Kaalira, entonces, ¿por qué no recuerdas las palabras que te dijo cuando se despidió de ti?
Max tomó su frente. Lo recuerdo, pero aunque ella me dijera eso, a veces me siento vacío.
“Recuerda”, dijo, “la magia de las sombras no es solo oscuridad. Es también amor y protección. No te olvides de eso”.
Kanaq, ¿por qué repites esa frase? Sabes que no me gusta que la repitas.
Kaalira, no puedes sumirte en ese pensamiento y desprecio. Te observo desde que llegaste. Te he visto intentar superar ese duelo y no lo has logrado.
Max apretó su puño y desplegó varias sombras. Kanaq, sé que te preocupas por mí y te lo agradezco mucho, pero no te metas más, por favor. Diría mientras se desvanecía en una sombra, apareciendo frente a un río.
Max vio del otro lado del río a una niña que estaba golpeada y muy sucia. Él se acercó a la niña y comenzaron a hablar.
Oye, ¿cómo te llamas? Eres muy grande. Me gusta mucho tu tatuaje del cuello. ¿Qué significa? Preguntaría la niña con una voz inocente.
Me llamo Max, y tú, niña, ¿cómo te llamas?
Yo no tengo nombre, pero dime, ¿qué significa tu tatuaje del cuello? ¿Sí?
En realidad, no recuerdo muy bien, pero me lo realizaron cuando estaba joven y me lo hice con un amigo.
¿Qué es un amigo? Preguntaría la niña algo curiosa. ¿Es una comida?
Jajajaja, no. Un amigo es una persona con la que compartes momentos importantes y divertidos, algunos dolorosos, pero en términos generales, es eso.
Entonces, ¿quieres ser mi amigo? Preguntaría la niña con una sonrisa muy bonita.
Está bien, pero antes, dime, ¿dónde están tus papás?
Yo no tengo papás. Solo tengo a mi abuelito Agus, y él está dormido. Así que viene a buscar comida para despertarlo.
Max se sorprendió al escuchar a la niña, ya que sabía que la niña era parte de la aldea y su abuelo era una persona muy grande.
¿Quieres ir a ver al abuelito? Preguntaría la niña mientras la tomaba de la mano.
Si, no te preocupes, seguro tu abuelito está muy cansado por trabajar mucho. Max y la niña caminarían atravesando el bosque para llegar a la cabaña del abuelito de la niña. Max sabía que el señor no era un guardián, así que lo más probable es que el señor hubiera pasado a mejor vida.
La niña abrió la puerta de la cabaña y guardaría lo que trajo para su abuelito. Cuando Max entró, se dio cuenta de que había una carta en la mesa en la que el señor había dejado sus últimas palabras...
Les agradezco mucho por dejarme vivir en su aldea estos últimos días. Me he empezado a sentir muy mal. Parece ser que la tierra me está empezando a llamar. La niña que me encontré hace unos años ha crecido mucho, pero no he podido cuidarla como un padre. La crié como un abuelo con la mentira de que sus padres no están porque se fueron a un lugar muy lejano, y el día que yo no esté, ellos vendrán a cuidarla. Así que les pido por favor que si encuentran a la niña, la cuiden, ya que es una como ustedes, ya que también tiene esa misma aura que ustedes. Estoy seguro de que ella tiene los mismos poderes que ustedes.
Así que, como un último favor, les suplico que cuiden de ella, ya que ella fue mi sol en mi momento de oscuridad. Crié a la niña para que no cause problemas, así que no les causará problemas. Se los puedo asegurar. Gracias por todo.
Akua-Kanaq, sabes que tu amigo Agus velará por esa niña desde el cielo.
Max, al leer esa carta, iría a ver al abuelo. La niña le diría que llevaba dormido dos días y no había despertado. Max tomaría su frente y le explicaría a la niña que su abuelo ya no estaba con nosotros. La niña le preguntaría si es lo que le dijo su abuelo, que él un día la cuidaría como un ángel en el cielo. Max respondería que así es y que era momento de que su abuelo fuera a descansar.
La niña se pondría a llorar y le diría que no quería eso, ya que extrañaba jugar con él en el jardín y no quería olvidarlo, así que no quería que se fuera. Max abrazaría a la niña y le diría que él estaba para apoyarla y jugar con ella, que no tenía por qué llorar, que él, desde ese día, se encargaría de sus cuidados.
La niña levantaría la vista hacia Max y le diría:
“¿Sabes, Max? Mi abuelo me dijo que un día vendría alguien para cuidarme. Alguien con un corazón noble y fuerte. Creo que ese alguien eres tú.”
Max sonreiría y asentiría con la cabeza, pero de repente, la niña se pondría seria y le diría:
“Pero, Max, hay algo que debes saber. Mi abuelo me dijo que también vendría alguien para lastimarme. Alguien que me odia y quiere hacerme daño.”
Max se pondría alerta y miraría alrededor, pero no vería nada. La niña seguiría hablando:
“No sé quién es, pero mi abuelo me dijo que debía estar preparada. ¿Me protegerás, Max?”
Max asentiría con la cabeza y le diría que sí, que la protegería con su vida. La niña sonreiría y se abrazaría a Max, pero de repente, se escucharía un ruido en la distancia. Un ruido que sonaba como pasos y que se acercaban cada vez más.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 28 Episodes
Comments
Aimé Dimensiones
Se llama trauma, por eso se le hará difícil recordar
2024-12-27
0
Aimé Dimensiones
Y eso arreglará todos sus traumas mágicamente
2024-12-27
0