El Chico de la Cena: Un Amor Prohibido.
4-Dejarse llevar.
Me despierto al día siguiente con un brazo rodeando mi cadera, frunzo el ceño ya que mi novia nunca ha hecho de cuchara grande. Giro la cabeza y me encuentro a la última persona que quiero ver, Gavi.
Me lo encuentro dormido, con la boca entreabierta y aprovecho que está durmiendo para ver sus facciones. Sus cejas bien cuidadas, su nariz única pero perfecta, sus largas pestañas y sus labios carnosos. No sé porque pero me dan ganas de besarlo, entonces recuerdo que no es mi novia la que me está rodeando el brazo.
Con cuidado de no despertarlo, aparto su brazo de mi cintura y me levanto de la cama para ir en busca de mi novia y solucionar las cosas. Una vez fuera de la habitación, pienso en que toda esta noche he dormido con su primo en mi cama, pero ha sido su culpa, no la mía.
Bajo las escaleras para ir al comedor y encuentro a mi novia estirada en el sofá, me acerco y me pongo con ella, tapándonos a los dos con la manta. Hago de cuchara grande, pero ella se gira y ahora estamos cara a cara.
Abre los ojos y me quedo embobado ante su profundidad, veo como hay duda en sus ojos y frunzo el ceño. Se levanta y se sienta en el sofá, hago lo mismo a su lado y espero que suelte lo que tenga en mente. Solo sé que no es algo bueno.
Presto toda mi atención en sus palabras, deseando que me crea y podamos seguir más unidos que nunca.
Elisa.
Tenemos que dejarlo...
Mi corazón se me detuvo y las lágrimas no tardaron en aparecer.
Elisa.
Un tiempo, tenemos que dejarlo un tiempo.
Desvio la mirada hacía el suelo.
Nos quedamos en un silencio incómodo, en mi mente viniendo más inseguridades y mis manos jugando en un tic nervioso, ella se qué me esta mirando, esperando una respuesta por mi parte. Pero yo no estaba decidido a dejarla ir, así que vuelvo a poner mi mirada encima de ella con desesperación en lao ojos.
Pedri.
Elisa... dime en qué fallo y lo arreglaré, quiero ser un mejor hombre para ti.
Cojo sus manos y reparto besos en las dos.
Pedri.
Pero no me dejes por favor, no quiero estar lejos de ti.
Have un puchero y ausente con la cabeza.
Pedri.
Vale Pedri, pero deja que el día de hoy me vaya para pensar las cosas, no quiero perderte, pero no quiero estar peleada contigo todo el día.
Asiento con la cabeza y suelto sus manos para acariciar sus mejillas, acercó mi boca a la suya y suelto sus manos para acariciar sus mejillas, acerco mi boca y las uno en un beso delicado, uno que ella no me corresponde.
Pedri.
Eres mi novia, no quiero un tiempo y si quieres que cambie en algo me lo dices.
Asiente con la cabeza y se levanta para sentarse en mi regazo.
Apoyo mi espalda en el respaldo del sofá y pongo los manos en su cintura, las suyas están en mis hombros y me estremezco ante la intensidad de su mirada. Acerca su boca a la mía y me da un beso cargado de emociones. Mis pulgares acarician su cadera, mientras que sus manos suben a mí nuca.
Nos separamos y juntamos nuestras frentes, se separa y me mira con duda. Le sonrío para que me diga lo que piense y que no la voy a juzgar, parece entenderlo porque se acomoda mejor encima de mí y me da un pico antes de hablar.
Elisa.
He quedado esta noche con mis amigas para salir de fiesta,¿puedo?
Pedri.
Amor, no me lo tienes que preguntar. Eres libre de ir a donde tú quieras.
Me sonríe y nos fundimos en un beso largo cargado de emociones. Entonces escuchamos a alguien fingir una tos y nos separamos para mirarlo.
Estaba Gavi de pie, con la cara dormida y no puedo evitar morirme de ternura. Entonces recuerdo que esta mañana me han dado ganas de besarlo, pero por suerte no lo he hecho y lo he arreglado con mi chica. Elisa se levanta y abre los grados en dirección a su prima, él no duda ni un segundo en abrazarla.
Elisa.
¿Donde has dormido?
Veo como me mira y yo lo hago de vuelta, esperando que no diga nada. Vuelve a poner la mirada en su prima y me señala con la cabeza.
Gavi.
En su coche, que tenía mucha calor.
Puedo respirar tranquilamente y Elisa se lo cree.
Nos sentamos en la mesa de la cocina para desayunar, yo me hago unas tostadas y un poco de fruta. Era verano, pero teníamos que seguir con la dieta.
Durante el rato que hemos compartido, mi mirada y la de Gavi no paraban de encontrarse, ninguno de los dos capaces de quitar los ojos del otro después de la confesión de Gavi ayer. Estamos en silencio hasta que mi chica decidió hablar.
Elisa.
Pedri, gracias por dejarme salir de fiesta y por no rendirte conmigo.
Asiento con la cabeza y estiro mi brazo para poner mi mano encima de la suya.
Pedri.
Te lo mereces todo amor.
Veo como Gavi mira mal a su prima, como si supiera algo que yo no sé. Ya se lo preguntaría después.
Miro fijamente a mi primo para que capte lo que le estoy intentando decir. Nuestras sus miradas se conectan y alzó las cejas, en señal de incredulidad. Mira que su novio no es dependiente de nosotros y cuando comprueba que me dio en su mundo, vuelve a concentrarse en mí y me hace el gesto de que me calle.
Es increíble, suelto el tenedor fuerte contra el plato, haciendo un ruido fuerte que asusta tanto a Elisa como a Pedri. Me levanto de la silla y camino enfadado hacia el baño, no quería estar cerca de mi prima ni un minuto más.
Una vez dentro del baño, cierro la puerta, aprieto mis manos en el lavabo y miro enfadado mi reflejo por el espejo. No iba a permitir que mi prima se saliera con la suya. No entiendo a un hombre tan perfecto y fiel como Pedri.
La puertas se abre dejando ver al canario con el ceño fruncido haciendo una cara confusa. Relajo mi rostro y me giro en su dirección, sentado encima de lavabo y él se acerca a pasos lentos.
Pedri.
¿Que ha pasado Gavi?
No quería que sea traicionado, es tan buen hombre, no entendía a mi prima.
Pedri.
Estabas bien hasta que te has enfadado de repente.
Bajo mis pies al suelo y camino hacia él, sólo unos centímetros separando nuestros rostros.
Gavi.
Pedri, ten cabeza y esta noche sigue a Elisa, es mi prima y sé lo que va a hacer.
Frunce todavía más el ceño.
Gavi.
Algo ara en la fiesta y no quiero esconderlo.
Agachó la mirada al suelo, yo sabía lo que pasaría. Se acerca más y sus dedos se ponen en mi mentón para alzar mi cara.
Pedri.
¿A qué te refieres?
Nuestras miradas se conectaron.
Gavi.
Durante estos dos años de relación,¿ha salido de fiesta?
Gavi.
¿Antes ha querido dar un tiempo?
Mueve la cabeza hacia un lado y después asiente con la cabeza.
Gavi.
Pues lo siento mucho pero...
Pedri.
Quieres liarse con otro tío.
Asiento con lástima, me sabía mal por mi prima, pero él no se merece eso. No después de ver como me ha rechazado ya que no quieres ser infiel a Elisa, pero parece que a ella le da igual.
Pedri.
Bueno, puede ser que haya cambiado, que ahora solo baile.
También podía ser, pero no lo creía.
Pedri.
Yo que tú seguiría mi consejo.
Se queda mirando al suelo, debatiendo sobre que hacer.
Gavi.
Sigue la sin que te pille y míralo por tus ojos.
Pedri.
Ya veremos, pero yo confío en mi chica.
Se separa y sale del baño para irse a un lugar.
No quería creerme sus palabras, confiaba plenamente en Elisa y sé que nunca me hará eso. Salgo del baño y voy en dirección al comedor, donde creo que está mi chica. Llego y puedo ver que está en videollamada con sus amigas, decido quedarme a un lado y ver cómo salía su sonrisa cuando hablaba con ellas, la miró embobado y entonces dice algo que hace que mi corazón se ponga en alerta.
Elisa.
Pedri no viene de fiesta, así que podemos seguir con nuestro plan de siempre amigas.
Elisa.
Tengo un vestido rosa que resalte mis tetas y mi culo, esta noche la vamos a petar.
Entonces cada vez me creo más lo que ha dicho Gavi.
Me sabía mal por Elisa, pero esta noche la vigilaría, puede ser que solo sean mis paranoias, pero ahora mismo estaba muy desconfiado. Salgo del comedor y me acerco a la cocina, cojo un vaso y lo lleno de agua. En ese momento aparece Gavi y me mira como si quisiera ver lo que pasa por mi mente.
Pedri.
Antes ha hablado de un plan de siempre con sus amigas.
Asiente con la cabeza y se acerca.
Gavi.
El plan de pillar a un grupo de amigos y liarse entre ellos.
Pedri.
Me sabe mal, pero esta noche quiero seguirla por si acaso hace eso.
Las horas pasa y se podía notar cierta tensión en mi casa, mi corazón latía con esperanza de que no sea lo que creo.
Estamos Gavi y yo en el sofá aburridos y decidimos mirar una peli, dejé que escogieran la que quisiera, pero no esperaba de sexo, me pongo nervioso ya que no controlo mi cuerpo cuando estoy cerca de él y cada vez que salía una escena más de dieciocho nos mirábamos. La tensión sexual entre nosotros está aumentando, vuelvo a enfocar la vista en la tele y es momento donde follan duro y sin parar.
Noto un tirón en mi entrepierna, entonces sé que me he calentado con Gavi a mi lado. Me giro para verlo en el encuentro tocándose por encima del pantalón con su mirada puesta en mí. No sé por qué pero me pone más caliente, bajo mi mirada a su entrepierna y... madre santa. Por lo que se ve, mínimo debe medir 20 centímetros.
Gavi.
¿Te gusta lo que ves?
Escucho su voz y levanto la mirada a sus ojos, me muerdo el labio y él sonríe.
Gavi.
Estás deseando follar conmigo, pero dale que dale con mi prima y ella te va a poner los cuernos.
Nuestras miradas entran en una batalla, mi mente deba tiene sobre si dejarme ganar por la tentación o de tener esto que cada vez crece más, sobre todo la tensión sexual.
Entonces entra mi novia enfadada, rápidamente nos ponemos un cojín encima de ahí y hago ver que estoy buscando una película. Nos la quedamos mirando esperando que diga algo.
Elisa.
Tengo que ir a buscar a una amiga.
Elisa.
Tienes pasta para coger un taxi.
Quería levantarme y acompañarla, pero tenía un empalme encima que me dolía.
Asiente y la coge para agarrar el dinero, vuelve a dejarla como estaba y se acercan a nosotros.
Asiento con la cabeza y me levanto con el cojín en mi entrepierna. Me acerco a ella para darle un pico, pero gira la cabeza y finalmente le doy en la mejilla.
Nos separamos y se despide de su primo con un abrazo, yo me quedo plantado ahí. Mi erección bajando de golpe y mi corazón rompiéndose poco a poco. Escuchamos la puerta principal cerrarse y veo como Gavi se levanta.
Levanto la mano para que no siga hablando, me doy la vuelta.
Pedri.
Está claro que se liará con otro, no ha hecho la cobra dios.
Veo como se acerca y pone sus manos en mis hombros.
Gavi.
Olvídate de ella Pedri, que haga lo que quiera, si quieres meterte los cuernos, que lo haga.
Veo como se acerca cada vez más su cara a la mía. Hasta que solo nos separaban pulgadas.
Gavi.
Va siendo hora de que te rindas y ejerces el deseo que tienes hacia mí.
De verdad quería ceder, pero ella todavía no me ha puesto los cuernos.
Pedri.
¿Sabes que soy el novio de tu prima?
Se encoje de hombros, nuestras narices tocándose en nuestra respiraciónes mezcladas.
Si mirada baja a mis labios.
Gavi.
No tiene porque enterarse.
Pongo mis manos en sus hombros y lo empujo lejos de mí.
Pedri.
Se va a enterar gracias a mí.
Rueda los ojos y pone sus nudos en su cadera.
Pedri.
No es ser aburrido, es ser fiel.
Me estaba poniendo nervioso, quería comer la boca de una vez por todas, pero no lo haría por respeto y porque no se lo merece.
Pedri.
No voy por ahí poniendo los tonos teniéndola a ella.
Pedri.
Veo como asiente la cabeza sin escogerme, sigo andando hacia atrás.
Estaba consiguiendo lo que quería.
Pedri.
Tú eres un rompe relaciones.
Mi espaldas choca contra la pared y él se acerca, otra vez nos separan pulgadas y se muerde el labio, mi cuerpo ya no podía más.
Pedri.
A la mierda todo...
Pedri.
A la mierda mi relación.
Le cojo de la camisa y lo acerco a mí para unir nuestros labios en un beso brusco.
Dentro de mi cuerpo se estallan fuegos artificiales, su mano derecha se pone en mi nuca y su izquierda se pone en mi pelo. Las mío vandura y pide permiso con la lengua, no dudo en acceder y la entra, iniciando una batalla con la mía.
Nuestras cabezas moviendo de un lado a otro, y sus manos bajan a las mías, la esquina de su cadera para bajarlas a su culo. Aprieto su culo y él me muerde flojo el labio, sus manos vuelen a mi cuello y nuestras bocas vuelven a danzar.
Su boca se sentía bien y nunca había olvidado con Elisa de esa manera, los ha disfrutado apretando su culo y masajeando a mi antojo.
Nos separamos por falta de aire y juntamos nuestras frentes, debería sentirme culpable porque le he puesto los cuernos a mi novia. Pero en vez de eso siento alivio, por fin he podido dejar las ganas que tenía de comerle la boca.
Pedri.
Quiero ver si Elisa se lía con un tío.
Se separa y asiente con la cabeza. Iba a separarse, pero antes aprieto su culo y veo como suelta un gemido, sonrío y me mira con picardía. Suelto su culo y me coge de la mano para dirigirnos hacia mi coche, que hace poco que me lo he sacado.
El coche se llena de tensión sexual y no podemos quitar nuestras sonrisas, llevamos en la discoteca donde ella se encontraba, bajamos del coche y me dejan pasar ya que soy famoso. Les digo que es un amigo mío y lo dejan pasar conmigo.
Una vez dentro, la busco con la mirada y veo como Gavi me aprieta el hombro, me giro en su dirección y señala una parte de la discoteca. Estaba ahí perreando con un tío, me tendría que sentir mal, pero no me duele tanto como lo esperaba, yo le he comido la boca a su primo.
Se da la vuelta y estaba sus labios contra los de ese desconocido, me giro para ver a Gavi y me lo encuentro con los puños cerrados, con rabia en su mirada y sonrío. Vuelvo a fijar mi mirada en Elisa y veo como el chico se la lleva a alguna parte, decido seguirla y vio como entra en una sala rara.
Ponemos nuestras orejas en la puerta le estoy a cinco minutos se escuchan unos gemidos. Me separo de la puerta y Gavi me mira preocupado. Ella se estaban montando con otro, así que le cojo de la mano a Gavi y salimos fuera de la disco.
Me hace caso y sube de copiloto, yo me subo de piloto y antes de arrancar habla.
Gavi.
Pedri...¿qué piensas?
Pedri.
Ella se está follando a ese tío sin arrepentimiento...
Arranco el coche y salgo del parking.
Pedri.
Voy a hacer lo mismo, no puedo más con las ganas que te tengo.
Veo cómo sonríe y su madre se pone en mi muslo, acariciando de arriba a abajo.
Es cierto que yo le he puesto los cuernos, pero en el fondo sabía que ella me haría lo mismo, pero resulta que no solo se liarán sino que follarán. Pues yo voy a hacer lo mismo con su primo.
Su manos sube y aprieta mí polla por encima del pantalón, su dirección se está empezando a formar y aprieta el volante para no desconcentrarme.
Al llegar a casa mi dirección se baja de golpe y Gavi lo nota, me quedo mirando en la puerta y tenso mi mandíbula al ver quién era. El menor de que hay alguien en la puerta y sabe que no tenemos buena relación.
Salgo del coche y veo que tiene una maleta en su mano, el menor corre a mi lado y coge mi mano. Me giro para verlo y me está mirando con un puchero.
Asiento con la cabeza y empiezo a caminar en su dirección agarrado de la mano de Gavi.
Después de lo que ha pasado, esta delante de mi casa con una maleta y una sonrisa en su cara, ojalá borrarla de un puñetazo.
Pedri.
¿Que mierdas haces aquí?
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