El Chico de la Cena: Un Amor Prohibido.
1-El chico misterioso.
Era un día soleado y lleno de energía, me venía muy bien ya que hoy cumplió dos años con la que espero que sea la única en mi vida, una chica estupenda que nos hemos apoyado mutuamente y siempre hay comunicación por el medio.
Nos conocimos un día en Canarias, cuando ella vino de vacaciones y coincidimos en la playa, cuando sin querer ni pelota le dio en toda la cara. Fui corriendo hasta ella y fue amor a primera vista. A partir de ese día fuimos hablando hasta que se tuvo que ir, pero prometimos que volveríamos a vernos.
Dos meses después tuvo vacaciones de la Universidad y decidió venir a Canarias para quedar, lo que no sabíamos es que ese día sería nuestro primer beso y el inicio de una bonita relación llena de sonrisas, placer, amor y por supuesto, peleas que los acabamos solucionando juntos.
En el penúltimo día le pedí ser mi novia y me dijo que sí, que lucharemos para que la distancia no afecte y volveremos a estar juntos para demostrar el amor que tenemos. Los dos últimos días la aprovechamos al máximo juntos y en el último decidimos hacer el amor, estoy orgulloso de haber perdido la virginidad con ella y viceversa.
La despedida fue triste, llenos de lágrimas y besos largos deseando que llegue el día para volver a estar juntos. Vi como su cuerpo se iba hacia dentro del aeropuerto, antes desaparecer por completo se giró y me sonrío, lo hago de vuelta y simplemente ahí parado, profesando que ahora somos novios y que nos tendríamos que confiar el uno con el otro.
Durante un año siempre que podíamos bajar vamos a ver al otro, siempre que nos veíamos era una cura para el corazón y el desaprovechamos al máximo. Siempre buscando un rincón para hacer el amor y susurrar unas cursilerías como: enamorados, que es lo que somos.
Hasta que un día me enteré de que el Barça me había fichado, el equipo de mis sueños no ha fichado y saltó por toda la casa cuando se plasmada en mi cara, mi familia abrazándome y felicitándome.
Fue la mejor noticia de mi vida por dos motivos, una como lo he dicho antes y porque jugaríamos un equipo que el mismísimo Lionel Messi, estaba nervioso y con ganas de conocerlo.
La otras es porque el amor de mi vida vivía en Barcelona con su familia, ahora nos veríamos siempre que quisiéramos y no nos tendríamos que preocupar por buscar tiempo ya que estaremos en la misma ciudad.
Busqué una casa por Barcelona y que me pillé cerca de la ciudad esportiva, encontré una que se veía muy bien para dos personas y en ese momento tuve la idea de que mi novia podía venir a vivir conmigo, ya se lo comentaría cuando le dé la sorpresa.
Estaba frente a la puerta de su casa, a punto de darle la noticia del ser profundamente antes de llamar a la puerta. Se abrió dejando verla, estaba preciosa igual que siempre cuando me vieron que pego un grito antes de saltar y enroscar sus piernas en mi cadera. Nos quedamos así unos minutos, respirando tranquilamente al profundo estar en los brazos del otro.
Le conté la noticia y sus ojos iluminaron de felicidad, le dije la idea que tenía sobre esa a vivir a mi casa y pidió permiso a sus padres ya que era menor, pero fueron súper comprensivo ya que solo estamos a diez minutos de su casa. Hizo la maleta rápido y nos fuimos cogidos de la mano hasta nuestra casa.
Ese día celebramos mi fichaje y nuestro primer año, mi vida más perfecta no podía hacer y estaba feliz de tenerla conmigo de estar en el club de mis amores. Una vez llegado a casa, hicimos el amor por todos los rincones de la casa y al final nos quedamos acurrucados debajo de las sábanas, y yo boca arriba y ella abrazándome de lado, nuestros corazones latiendo contentos de por fin estar juntos después de un año.
Ahora estoy bajando por las calles, buscando un regalo para regalarle por nuestro aniversario, estaba buscando una joyería ya que hace tiempo me dijo que quería un colgante pero no quería comprarse uno.
Mientras vagaba por las calles mirando a todos lados, mi mente volvía a lo que pienso cada noche desde hace medio año. Necesito más diversión, a ver, estoy muy bien con mi chica y cada día estoy más enamorado de ella, pero en el ámbito del sexo ya no me excita tanto.
Ella siempre quiere ir lento y hacer el amor, pero yo a veces quiero follarla duro y en diferentes poses, pero la primera vez que acelere el ritmo y lo hice duro, ella me pidió que parara que en ese sentido a gusto, que eso no le gustaba. Lo respeté, pero siempre es lo mismo, con la misma posición y yo quería experimentar cosas nuevas. No puede ser que la única pose que hagamos sea ella estira la boca arriba y yo de pie entre sus piernas.
Lo dejé pasar y entré en una joyería, le pedí ayuda a la chica del mostrador si me podía ayudar. Sé que soy muy famoso y es una cosa que me pasaría, pero me siento incómodo siempre que quiero intentar llegar conmigo cuando saben que tengo novia.
Vi un colgante y me enamoré al instante, era largo con una isla pequeña al final, me acordaba de nosotros dos, nos conocimos en la playa de mis islas. Pagué rápido y salí y lo antes posible de ahí, porque esa chica me estaba poniendo nervioso con sus "toques accidentales" y su mirada.
Estaba caminando feliz por las calles de Barcelona, sabía que este detalle le iba a encantar y estaba nervioso por saber que me regalaría ella, solo quería un pequeño detalle, pero que tuviera un significado para nosotros, como lo he hecho yo.
Antes de ir a casa paré a una floristería para comprar un ramo de lirios blancos, su flor favorita y ahora sí que subí al coche para dirigirme a casa, donde me esperaba ella.
Durante el viaje puse nuestra playlist, bueno en realidad era de ella y que no me dejó poner ninguna canción ya que mis artistas no le gustaban y se lo hablaban sobre guarrerías. Era todo inglés, pero como soy un enamorado, no me importó y lo hicimos a su manera, aunque no entendia un chingo lo que decía la letra.
Una vez llegué a casa, entre en silencio por si acaso estaba durmiendo, dejé las llaves en la entrada y no la encontré en ningún sitio, así que supuso que estaba durmiendo. Camine despacio para despertarla a besos como siempre lo hago, la puerta estaba cerrada y comprobé que estaba dentro.
Abro la puerta, frunzo el ceño al ver que no hay nadie, esta solitaria con la luz del sol entrando por la ventana, pero no entiendo ya que su móvil está encima de la mesa.
Entonces escucho un ruido proveniente del baño, dejo el regalo con el ramo encima de la mesa del maquillaje que ella tiene. Voy paso lento hacia ahí, deseando que no le haya pasado nada y poder celebrar juntos el día sin preocupaciones.
Abro un poco la puerta y me quedó petrificado al ver que pasaba, está mi novia con un conjunto lencería color rojo claro, subo la mirada y veo como me mira con picardía, en ese momento me tenía que aparecer una erección, pero desde hace dos meses me cuesta empalmarme con ella, tengo que pensar en porno y me sale.
Pero hoy era un día especial y no quería hacerlo ya, quería que fuéramos a comer y pasar el día los dos juntos aprovechando que hace un muy buen día. Así que regresó a la habitación y cojo una camiseta y unos pantalones conjunto. Ya lo haríamos en la noche y solo esperaba que me entendiera.
Pedri.
Elisa... créeme cuando te digo que quiero hacerlo, pero esperaba que disfrutáramos de este bonito día.
Dejo la ropa encima del lavabo y cojo su mano izquierda con mi derecha para ver rodearlo en mi cuello. Entiende lo que quiero y junto a sus manos detrás de mi pollo mientras mi mano se posan en su cintura.
Pedri.
Hoy celebramos dos años juntos y quería que pasaron su vida comiendo en un restaurante y pasado por las calles, haciendo las fotos y... probando sus besos en cada lugar.
Elisa.
Tienes razón Pedri, lo podemos hacer en la noche.
Asiento con la cabeza y capturó sus besos en los míos.
Nos separamos y le di el ramo de flores, se le quedó mirando enamorada y decidió hacer una foto de lo preciosa que se veía, lee el regalo y en cuanto le dio el tó encima de mí y me besó toda la cara con pequeños.
Le ayude delante del espejo y cuando terminó veo que me está mirando como si fuera lo que ha pasado en el mundo. Le un beso la mejilla y cojo el teléfono, se lo doy y entiende que quiero que haga una foto de lo preciosos que nos vemos.
Para hacer la foto me pongo detrás de ella y mis manos en su cintura en un gesto de posesión pero a la vez tierno, le beso la mejilla hicieron los ojos. Hace la foto y veo como se la pasa a ella, me da el celular y se gira para estar cara a cara, sus brazos rodean mi cuello y me da un beso largo.
Elisa.
Gracias amor, me ha encantado.
Antes de siquiera pisar el pasillo, su mano agarra con fuerza la mía y me acerca a su cuerpo, medusa la comisura de labio iba hacia el armario. Dónde saca una bolsa de plástico y me la da.
Elisa.
Feliz aniversario amor.
Arrancó la envoltura del papel y mi sonrisa se desvanece poco a poco al ver que era. Una camiseta Gucci, esperaba encontrarme algo significativo para nosotros. Pero no me podía quejar tampoco, sonrío y le besó los labios en modo de agradecimiento.
Ahora sí que nos cogemos de la mano para seguirla de nuestra casa e irnos a algún lugar de Barcelona, pero lo importante es que solo estamos nosotros dos.
Nos sentamos en un restaurante queremos por ahí y yo como siempre pidiendo comida respetando la dieta, en ese momento Elisa sube la foto de los hemos hecho en el espejo con la descripción "Felices dos años a tu lado" y me etiqueta, obviamente yo la resubo.
La comida se basó en contar anécdotas, revivir el momento que nos conocemos con sorpresas y lágrimas por mi parte, porque después de tanto luchar por la distancia, estamos más unidos que nunca.
Entonces en el postre me dijo algo que no él esperaba en absoluto, me quedé petrificado y los nervios me invadieron.
Elisa.
Mañana te quiero presentar a toda mi familia. Te quieren conocer y he pensado que va siendo hora.
Frunce el ceño y su mano se posa encima de la mía mientras me acaricia con el pulgar.
Elisa.
Amor...¿qué ocurre?
Pedri.
Perdón, es que estoy nervioso.
Elisa.
Estaré a tu lado, si alguien se pasa me lo dices que le parto la cara. Mañana vamos a comer en casa de mi tía Aurora,¿te parece bien?
Pedri.
Por supuesto que si mi amor.
Pagamos la comida y decidimos pasar la tarde en un parque cabía por ahí cerca del restaurante, de vez en cuando venía un fan a pedirme un autógrafo y halagando a mi chica, me encantaba que los fans se entendieron tan bien con ella.
La pasamos entre risas y besos lentos siempre que nos apetecía, entonces decidimos irnos a casa ya que estamos cansados de tanto pasear.
Una vez llevamos a casa, Elisa se lanzó en mis labios y me empezó a comer la boca, dice un ruido de sorpresa como pude las llaves en la entrada. Rodeé mis brazos en su cintura y la llevé a nuestra habitación.
Me tuve que inventar la excusa de que estaba un poco cansada al hecho de que no me salía una erección, me costó bastante y al final se me empalmó al recordar un vídeo porno. Nos despojamos de la ropa y como siempre, ella se pone boca arriba y me pongo sus piernas y pienso que tal vez, por primera vez quiere follar y no hacer el amor.
Pedri.
¿Quieres que te dé duro?
Abrió los ojos como platos y negó con la cabeza, se levantó de la cama y se puso el pijama.
Elisa.
Te he dicho mil veces que no, Pedri.
Asentí con la cabeza mientras miro al suelo.
Elisa.
Dios, me has bajado el calentón.
Se estira debajo de las sábanas y me la miró incrédulo, esta vez no iba a permitir que se saliera con la suya.
Pedri.
¿Me estás tomando el pelo?
Me mira con el ceño fruncido.
Pedri.
Respeto lo que quieres y ¿se te baja el calentón porque te lo he preguntado?
Pedri.
Solo pensaba que como te has puesto la lencería hubieras cambiado de opinión.
Elisa.
Pues has pensado mal.
De un manotazo quita mi mano de su mejilla que se levanta de la cama. La miró con el ceño fruncido.
Elisa.
Te he dicho que se me ha bajado el calentón.
Asiento con la cabeza indudó como a mí también se me ha bajado.
Elisa.
Es que solo piensas en ti mismo.
Pedri.
No es cierto, durante estos dos años he respetado tu decisión de abre el amor no te faltan el respeto ningún momento, aunque mi deseo es hacerlo de otra manera. Elisa joder, solo lo he preguntado y te pones así.
Señala la puerta con el dedo índice de su mano izquierda.
Elisa.
Duermes en el sofá... mañana hablamos.
Pedri.
No por favor no se ve uno dormir enfadado contigo, solucionando las cosas.
Vuelve a negar con la cabeza, entonces sé que no va a haber manera de solucionarlo.
Enfadado cojo mi pijama y salgo de la habitación dando un portazo, enfadado bajo las escaleras para estirarme en el sofá. Las lágrimas inmediatamente salieron de mis ojos, es la primera vez en este año que dormimos separados y justamente, el día de nuestro aniversario.
Cerré los ojos y me dormí con un sabor amargo, odiaba estar enfadado con ella, pero si no lo quieres solucionar en el momento,¿qué voy a hacer? Inmediatamente me quedé dormido pensando en ella, como siempre siendo mi último pensamiento.
Unos besos por toda mi cara me despiertan, inmediatamente sonrió al saber quién es, abre los ojos y me la encuentro con lágrimas en sus mejillas. Cambio mi cara de felicidad por una preocupada, me siento en el sofá y la hago sentarse en mi regazo, mis pulgares acariciando sus mejillas para secar sus lágrimas.
Elisa.
Lo siento Pedri... odio estar enfadada contigo.
Pedri.
Es mi culpa, ya sé que no te gusta ese ritmo y aún así lo dije.
Elisa.
Lo siento por no dejar que hiciéramos el amor ayer.
Pedri.
No te preocupes, lo entiendo. ¿Me perdonas?
Elisa.
Soy yo la que tengo que pedir perdón.
Después de esta reconciliación, nos vestimos y nos preparamos para ir a comer a casa del sitio, mentiría si digo que no estoy nervioso, porque literalmente tengo todo el cuerpo temblando.
Subimos al coche y como siempre ella pone su playlist y canta las canciones a todo pulmón, sonrío viéndolo tierna que es que no me he dado cuenta de que ya hemos llegado.
Bajamos del coche y mi corazón parece que quiera salir de mi cuerpo, mis piernas se unen gelatina y mis oídos me pitan. Ni siquiera estuve así durante mi debut por Dios.
Mi novia me coje de la mano y empezamos a andar hacia la puerta, mi cuerpo está puesto en piloto automático ya que mi cabeza empieza con las inseguridades. Pensando que no me aceptarán y que no querrán que esté con ella. Llegamos a la puerta y veo como llama al timbre, en ese momento deseo salir patas corriendo hacia mi coche e irme para casa.
Entonces la puerta se abrió dejando ver a una mujer de unos cuarenta años con una sonrisa y de momento supe que me tocaba sobrevivir ahí adentro.
La abrazo y yo me quedé mirándolas, sin saber que hacer era. Entonces mi chica se aparta y me coje de la mano.
Elisa.
Él es mi novio, Pedri.
La mujer me mira como sonrisa de lado a lado y me dio dos besos.
Aurora.
Un placer Pedri, soy Aurora.
Quería responder, pero las palabras no salieron de la boca. Así que me limité a sonreír y ella se giró hacia Elisa para subir y bajar las cejas repetidas veces.
Aurora.
Joder Elisa, si es un chico muy atractivo.
Una chica un poco más mayor que yo, apareció a la velocidad de la luz y cogió a mi novia de la cintura para abrazarla, me quedé esperando a que terminara. Entonces fue la primera vez que escuché su voz.
Gavi.
¡Eli! Joder cuando has crecido Minion.
Mi respiración se me cortó, mi corazón se me detuvo y todo a mi alrededor también. Ese chico era jodidamente guapo, sus ojos almendrados, sus cejas bien cuidadas, sus labios gruesos y las numerosas pecas en su cara. Era un poco más bajito que yo, solo un poco.
Él debió notar mi mirada pesada encima de él, porque se giró hacia mi dirección y me miró de arriba a abajo, como si estuviera evaluándome.
Se se paró es de la chica para correr hacia él y saltó encima de él.
El chico rodeó sus brazos en su cadera, pero sus ojos estuvieron fijos en los míos desde el primer momento, con una pizca de diversión y mi cuerpo se estremeció antes profunda mirada.
Se se pararon y Elisa me cogió de la muñeca para acercarme a esas dos personas, pero mis ojos en ningún momento se despegaron de ese chico.
Elisa.
Primos, él es Pedri, mi novio.
Veo como el chico misterioso alza las cejas y las chicas se me acerca para dar dos besos.
El chico de acercó y estiró su mano hacia delante, en señal para que la estrechará.
Gavi.
Y yo Pablo, aunque prefiero que me digan Gavi.
Apreté su mano con la mía y una corriente eléctrica se expandió por todo mi cuerpo. Aparté mi mano rápido y cogí de la cintura a mi novia para no tener que prestar más atención a ese chico.
Intentando ignorar el cosquilleo que tenía en la mano que ha tocado la suya.
Comments