04

Pasaron unas cuantas semanas en las que Gavi se pegó muchísimo a mí. De casi ni saludarlo, empezamos a quedar e incluso lo invité a pasar una tarde en casa, cosa que terminó ocurriendo con frecuencia.
Volvíamos de un entrenamiento de mi coche. Gavi no dejaba de morderse el labio y mover la pierna.
Pedri.
Pedri.
¿Todo bien?
Gavi.
Gavi.
Todo perfecto.
Estacioné el coche y baje para acompañar a la puerta de su habitación de la Masía.
Gavi.
Gavi.
No puedes entrar... El toque de queda y eso.
El recepcionista pareció escucharle y actuó enseguida.
Recepcionista:No creo que pase nada porque una de las promesas del equipo se saltó un toque de queda...
Gavi respiro demasiado fuerte para mi gusto,¿acaso no molestaba?
Me dio por las instalaciones y llegamos a sus habitaciones. Me entre su puerta ponía su nombre. En las anteriores todos tenían dos nombres.
Pedri.
Pedri.
¿Tienes habitación propia?
Gavi.
Gavi.
Privilegios de la primera equipo, te tienen un poco más de aprecio y aceptan tus condiciones.
Abrió la habitación y se quedó bajo el marco de la puerta, esperando algo. Finalmente me abrazó para despedirse, ese abrazo fue distinto a los demás. No es que fuera más íntimo, ni mucho menos, pero la sensación que me dejó fue de "te echaré de menos"y, por puro instinto, lo abracé como nunca.
Pedri.
Pedri.
Nos vemos mañana, Pablito.
Una sonrisa tímida asomó por su boca para finalmente cerrar lentamente la puerta.
Al al día siguiente no vino a entrenar.
Pedri.
Pedri.
¿Y Gavi?
Xavi.
Xavi.
Con el segundo equipo.
Por eso Gavi se había despedido, porque sabía que no entraría conmigo al día siguiente. ¿Y si no volvíamos a entrenar nunca? Miré la hora y vi que podía ir a visitar a Gavi ya que era hora de visitas. Me recibió el mismo hombre de ayer. Me dijo que no había salido ni para generar noche.
Llegué a su habitación y Piqué.
Gavi.
Gavi.
¡Ya te he dicho que no, largaos!
Después de un rato insistiendo, me abrió la puerta había un chico con el pelo revuelto, unas ojeras extremadamente pronunciada según una camiseta de manga corta ancha y grande que casi ni se le veían los pantalones cortos resaltando sus muslos y... joder,¿que coño estaba pensand
Gavi.
Gavi.
¿Que haces aquí?
Pedri.
Pedri.
Perdona por no haberte avisado de que iría el entrenamiento contigo porque me ha tocado entrenar con B.
Dije imitando su voz.
Pedri.
Pedri.
Tranquilo Gavi, para nada me haya preocupado. Por cierto, buenos días a ti también.
Esperaba que me dejase pasar, pero no lo hizo, es más, ajustó la puerta detrás de él.
Gavi.
Gavi.
¿Ya has terminado?
Asentí.
Gavi.
Gavi.
Buenos días, Pedri.
Me acerqué para abrazarlo y lo hizo. Está vez fue un abrazo tenso. Parecía que él no quería devolverlo. Poco a poco les tiró sus brazos y me rodeó a mí también. Debí estrecharle más de lo debido, ya que se quejó y terminó por separarse. Lo mire un poco confundido.
Pedri.
Pedri.
Perdona.
No respondió. Este chicos realmente era extraño.
Pedri.
Pedri.
Ansu decía de salir de fiesta...
Gavi.
Gavi.
Ya me han echado bronca por salir...
Pedri.
Pedri.
A saber como volviste.
Esbozó una sonrisa, mientras se rascaba el cuello. Unos chicos pasaron por detrás.
Chico: ¿A quién trajiste noche? Le diste bien,¿eh?
Chico: Vaya campeón, tanto fuera como dentro del campo.
Lo miré con cara de interrogación.
Pedri.
Pedri.
Así que te ancho de la bronca por meter a alguien en la habitación, fuera del famoso toque de queda que ayer no te quería soltar y por el que casi me echas a patadas,¿es eso?
Gavi.
Gavi.
Lo siento.
Eso sí que no.
Pedri.
Pedri.
¿Te lo pasaste bien al menos?
Gavi.
Gavi.
No grites.
Pedri.
Pedri.
Gritaré esto y más si me apetece m
Gavi no encontró una manera mejor que estirar de mi camiseta para meterme dentro de la habitación. Y vaya qué habitación. Las sábanas estaban revueltas, había ropa amontonada en la silla del escritorio y había libros de distintos materiales tiradas por el suelo. También había una mujer en la pared que parecía hecho por un puño. Está habitación representaba a la perfección a Gavi, una persona caótica y acogedora.
Gavi.
Gavi.
No me lo pasé bien, ni mucho menos.
Pedri.
Pedri.
¿No? Pues no lo parece. Faltar a un entrenamiento por la noche intensa, yo creo que si te lo pasaste bien.
Gavi.
Gavi.
Pedri...
Pedri.
Pedri.
Y encima pone una tontería como esta vuelves a entrenar con él B, y encima te ha saltado el entrenamiento.
Gavi.
Gavi.
¡Calla!
Iba a decir algo más que no me empujó haciendo que cayera encima de la cama.
Gavi.
Gavi.
Yo no he hecho nada con nadie... No al menos por voluntad propia.
Pedri.
Pedri.
Así que estabas borracho y todo.
Suspiro y se giró hacia la puerta. Se aseguró de cerrar con llave exageró hacia mí. Se quitó la camiseta mirándome fijamente a los ojos. No entendía nada de nada hasta que se la quitó por completo y vi que su cuerpo de nuevo. Unos moradores aún más oscuros que los de la vez anterior, tanto por delante como por detrás.
Pedri.
Pedri.
Pablo... no me digas que.
Gavi.
Gavi.
Si los chicos esos escucharon golpes.
De sus ojos empezaron a brotar lágrimas incesantes.
Gavi.
Gavi.
Fue porque yo los recibí, sí he escuchado gritos de dolor y placer a la vez...¡Fue porque yo los hacía!
Mi cuerpo entero se estremeció de miedo. Pablo no podía estar hablando en serio.
Gavi.
Gavi.
¡Si escuchó el sonido sexuales... fue porque yo los hacía!
Creo que en situaciones como estas nadie sabe qué hacer, nadie sabe que es lo correcto. Por eso no pude decir nada cuando Pablo se arrodilló ante mí.
Gavi.
Gavi.
¿Te divierte verme así de sumiso? Puede que a ti no, pero a él... A él sí.
No reaccioné hasta que Gavi me tumbó contra la cama.
Gavi.
Gavi.
¿Te gusta que tome iniciativa? Si a ti no, a él sí.
Quería apartarlo, pero se colocó encima de mí en una postura provocativa. Se acercó a mi oído.
Gavi.
Gavi.
No sabes la cantidad de duchas que he tenido que pasar a su lado haciendo cosas inocentes de encontrar en mi voluntad.
La manera en que susurraba las palabras en mi oreja, hacía que la situación adoptase una sensación erótica, pero estaba horrorizado.
Pedri.
Pedri.
El sentimiento de prostituido siempre tan presente, gracias a él... Puedo sentirte con mi voz incluso contándote algo tan horrible.
Posé uno de mis manos en su pecho.
Pedri.
Pedri.
Pablo...
Empezó a acercar sus labios a mi cuello.
Pedri.
Pedri.
Aparta. Todo lo que te ha hecho sea quien sea ese hombre, es denunciable, podemos solucionarlo, pero apártate.
Gavi.
Gavi.
¿De que me sirve denunciarlo si el daño ya está hecho? Eso no me va al volver mi inocencia, eso no me va a devolver nada. Sólo manzara la imagen del club y la mía propia.
Se se paró por completo y se sentó delante de mí, totalmente roto. Ver a Gavi así... dolía demasiado.
Pedri.
Pedri.
¿Por eso nunca has dicho nada? ¿Por miedo al que dirán?
Gavi.
Gavi.
Hace un par de años, corrió el rumor porque alguien escucha una conversación entre él y yo... Un día, tres de mi equipo me encerraron con ellos en una habitación. Me trataron como a una puta de verdad. Me hicieron cosas... que aún me estremecen. Me da miedo que haya otras personas que me quieran hacer lo mismo o algo peor.
Lo abracé lo más fuerte que pude.
Pedri.
Pedri.
Conmigo estás a salvo.
No me había dado cuenta de que yo mismo estaba llorando muchísimo. Es como si el dolor de Gavi los interac propio. Aunque eso era imposible.
Gavi.
Gavi.
¿Te puedes quedar a dormir?
Esa noche Gavi murmuraba y casi gritaba incoherencias entre mis brazos, como si estuviera recordando cosas horribles en sus sueños. Cogí el móvil y envía un mensaje a Xavi. Ni Gavi ni yo iremos mañana a entrenar. Yo pagar la multa de los dos.
Creo que ahora entendía porque Gavi prefería dormir solo.
Capítulos

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play