Chico: Tranquilo, solo hablaremos de la fiesta. Por cierto, era mi estoy contento, gracias por preguntar.
Xavi parecía estar contando las horas para calmarse,¿porque estaba tan disgustado?
Xavi.
Eres mi jugador y si tienes que irte, le dije.
Gavi.
Dani...
Empezó Gavi, pero el hombre le indicó que callase y es lo mismo.
¿Desde cuando Gavi tuvo un caso con alguien por primera vez? La sangre me drenaba, sí ese hombre no me caía bien.
Dani: Eres mi cliente, en cuanto te caigas, que llevaré de regreso.
Si notamos que ya vivimos parecía buena idea, pero Gavi... Su expresión paso de la inquietud al auténtico terror. Parecía la única idea de estar en el mismo coche al que este tipo Dani de aterrorizaba.
El también se volvió filosófico, pero ninguno de los alcaldes parecía que él querer querer ceder. Alguien del personal apareció de algún lado y le advirtió que ni sabíamos sido.
Dani:Después hablaremos, nos vemos.
Gavi, como un perro maestrado se fue caminando junto a Xavi.
Tuve que correr un poco para que no se fueran sin mí. Cuando subí al autobús Ferran se había puesto con Ansu, así que me tuve que sentar solo. Al cabo de un rato llegaron Xavi y Gavi. Ambos parecían muy enfadados. Xavi le ordenó que sentara a mi lado y ya esté, no sobre tu puñar, hizo caso. Quería hablar, pero sabía que él no, así que evité a toda costa mirarlo y me puse a mirar por la ventana.
Todo iba bien, hasta que noté unos toquecitos en mi hombro.
Ferran.
Ansu pregunta si quieres salir de fiesta con tranquilo y de confianza.
Asentí. Se lo giró hacia Ansu y respondió.
Pedri.
¿Tú irás?
Asintió.
Pedri.
Pero si eres menor, pues no puedes. Si que quise vender a Xavi te matará.
Gavi.
Da igual, mientras no se entere no pasa nada, además ya se le está bien por meterse donde no le llamo.
Respondió muy seguro de sí mismo.
Pedri.
Ya bueno, pero te has sacado de un aprieto.
Gavi.
¿Me has espiado?
Decidí no responder. Apoyé la cabeza en la ventana, una vez más, hasta que sentí el movimiento constante de la pierna de Pablo volviéndose nerviosamente.
Pedri.
Para.
Se acercó a mi oreja.
Gavi.
¿Qué has escuchado?
Al ver que cerraba los ojos fingiendo cansancio me sacudió.
Gavi.
Pedri.
La por primera vez que me llamaba por mi nombre. Una sensación de calidez me recorrió desde arriba a abajo.
Gavi.
Dímelo.
Negué con la cabeza.
Gavi.
Me pica el puño, así que más te vale contarmelo.
Lo miré con incredulidad,¿realmente se pensaba que me daba miedo? Abrió la boca para decir algo, pero Ansu se le adelantó desde atrás.
Ansu Fati.
¡Demasiados secretitos! ¿Sois novios o qué?
Simplemente ignora el comentario sin sentido, pero Pablo le dedicó una mirada asesina.
Gavi.
Jamás estaría con un hombre.
Susurro para si, pero aún así lo escuche.
Pedri.
¿Tienes algo en contra?
No quería que saliera a la luz que era bisexual, pero el comentario me resultó ofensivo.
Me miró de arriba a abajo.
Gavi.
No tienes pinta de ser gay, pero bueno, las apariencias engañan.
Iba a responder, pero decidí dejar que se pensase lo que quisiera, no tenían gran interés en discutir con alguien tanto tozudo. Se quedó pensativo y yo solo pude reír.
Estábamos a punto de llegar al hotel cuando Gavi me estiró un poco la sudadera.
Gavi.
¿Te he atraído alguna vez?
Sólo pude reírme ante la pregunta. Él no parecía entender gran cosa, y eso solo hizo que su cara fuese aún más graciosa. Me acerqué a su oído y le respondí.
Pedri.
Un niñato como tú jamás me interesaría, en el hipotético caso de que yo fuese gay.
Susurré de manera provocadora en su oreja.
Lo único que hizo fue estremecerse y soldar un suspiro mientras cerraba los ojos.
Gavi.
No me llames niñato.
Dijo quitándose la sudadera y poniéndosela a modo de manta.
Pedri.
¿Cómo pretendes que no te llame así si te pone dura con unas palabras?
Sus mejillas se encendieron y me miró fatal. La carcajada que me salió solo por todo el bus y todos nos miraron. Pablo si me suplicó con la mirada que le dijera nada.
Pedri.
Gavi os quería decir algo a todos.
Ferran.
Uy, Gaviota,¿qué nos tienes que contar?
Gavi miró hacia delante, donde estaban los conductores y los entrenadores. No parecían habernos escuchado.
Gavi.
Yo... me he liado con la psicóloga.
Todo el bus se quedó en silencio. Realmente no me esperaba eso.¿Que había hecho que?
Ansu Fati.
Sabía que lo harías, que pillin.
Gavi me miró de reojo y al ver mi cara de completo sombras sonrio. El bus frenó y bajamos poco a poco. Iba a decirle algo a Gavi, pero Ansu lo rodeó con el brazo para preguntarle cualquier cosa. Gavi solo tenía una risa tonta.
Al llegar a la habitación, nada más te haré la puerta y me giré hacia él.
Pedri.
¿Eso es verdad?
Asintió.
Gavi.
Está mañana he ido a terapia, no es muy profesional la verdad.
Respondió como si tal cosa.
Me molestaba que hablase tan a la ligera de eso.
Pedri.
Eres menor y ella no.
Gavi.
El amor no tiene edad.
Pedri.
¿Estás enamorado de ella o tan solo querías librarte de una sesión de terapia?
Gavi.
De acuerdo Pedri, solo me apetecía librarme y como la tía me tenía ganas pues me he aprovechado. ¿Me quieres hacer sentir mal o qué?
Pedri.
Sólo quiero que seas consciente de lo que haces, entonces,¿las heridas se las hizo ella?
No sé por qué razón necesitaba a saberlo, pero la sola idea de que alguien le hubiera hecho eso alguien me ponía mal. Gavi solo me miró.
Gavi.
Ella ni me vio el cuerpo. Fue algo improvisado así que no no os desnudamos.¿Por qué te interesa tanto?
Me quedé pensando, ya que ni yo mismo sabía el porqué
Gavi.
¿No será que te molesta que otra persona que no eres tú me toque el cuerpo? ¿Es eso, Pedri?
La última pregunta la hizo con un tono bastante provocativo. Me dio la sensación de que esta era la manera de ligar de Gavi y, como yo no soy de piedra, travesaliva intentando relajarme un poco.
Pedri.
No es eso, yo te lo he dicho antes. Alguien como tú...
Empecé pero me interrumpió.
Gavi.
Así que es eso, demasiado te lo has pensado,¿te gusta ver a la gente sufrir? ¿Te pone eso?
Empezó a preguntar insistentemente. Yo intentaba interrumpirle, pero no me dejaba hablar ya que cada vez subía más el tono de voz.
Gavi.
¿Te gusta hacerle algo tan horrible y repugnante a otro ser humano? Todos sois iguales, por sentir placer hacéis lo que sea.
Las palabras de Gavi iba encargadas de un odio profundo y lo decía con tanta convicción que me empezaba a preocupar y molestar por partes iguales. Una respiración demasiado acelerada me sacó en mis pensamientos. Frente que a mí tenía a un Gavi con una mano en el pecho tratando de respirar. Por un momento me vi a mí mismo en él, recordando mis ataques de pánico. Eso es lo que se dice sintiendo Gavi ahora mismo.
Pedri.
Gavi, Gavi, respira conmigo,¿de acuerdo?
Me miró aterrado.
Le cogí las manos. Empezamos a inhalar y el Salar aire a la vez. Cuando por fin su respiración se sincronizó con la mía Gavi me abrazo fuertemente. Le corresponde el abrazo sin entenderle. Empezó a llorar totalmente desconsolado.
Pedri.
Gavi. ¿Que ocurre?
No obtuvo respuesta, pero no me importó.
Gavi.
¿Quieres dormir un poco?
Asintió con la cabeza enterrada en mi cuello. Nos estiramos, en una posición un poco íntima. Al cabo de unos minutos de lloros, Gavi pareció recomponerse.
Gavi.
Me doy tanto asco, Pedri.
Soltó de repente. Me se paró un poco para verle la cara.
Gavi.
Me doy asco porque he hecho cosas que me dan asco. Miento más que hablo y lo odio, Pedri, de verdad, no puedo más. De verdad que intento dejarte de mí mierda, así que por favor, no hiciste más.
Ahora resulta que Gavi me estaba protegiendo a base de mentiras.
Pedri.
Me alejaré.
Un flechazo de dolor atravesó su cara.
Pedri.
Pero si necesitas ayuda, cualquier cosa, un abrazo simplemente gritarle a alguien... avísame,¿de acuerdo?
Su mirada me derritió,¿cómo podían emanar semejante cantidad de cariño entonces esferas? No lo sé, pero creo que Gavi es el único que podría enseñármelo.
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