Estaba saliendo de mi casa, el gélido viento de Barcelona golpeando mis piernas semi desnudas por el pantalón corto decidí llevar.Ya es costumbre que Robert venga a recogerme el lugar de Pedri, aunque hayan pasado tres meses me sigue doliendo como el primer día.
No voy a negar que he pensado irme del club o darme un tiempo, incluso fingir un esguince o algo, ya que la situación me carcomiendo.Y lo peor, no puedo evitar sentirme culpable, a pesar de que no fue mi culpa, y me lo han repetido mil veces, ese sentimiento de asco hacia mi mismo no se borra.
Salí de mis pensamientos cuando escuché la bocina de un coche y ahí estaba Robert.
Uno mis mayores apoyos aparte de mi familia desde que pasó lo de Pedri, siempre me llevé bien con él, pero jamás pensé que aquel día el 19 de diciembre, un día después Argentina ganará la Copa, yo lloraría como un niño pequeño en sus brazos.
Robert Lewandoski.
¿Estás bien Gavi? Llevas todo el trayecto callado.
Gavi.
Ya sabes... lo de siempre.
Robert Lewandoski.
Mira Pablo, te voy a hablar no como compañero de equipo, como amigo, sé que puede pensar que os decimos que lo supereis porque es lo mejor para el equipo, pero no solo eso,sois los niños del equipo Gavi, sois dos encantos de personas y sé que es duro, pero si el no quiere hablar nada lo mejor es que sigas tu camino.
No pude evitar que una lágrima traicionera cayera por mi mejilla, deshaciéndome en mi pantalón.
Gavi.
Como que superemos, él pasa de mí como de la mierda.
Robert Lewandoski.
Claro,porque no puede mirarte a la cara,¿enserio crees que a el no le duele la situación? He hablado con el mil veces,y no se cuál de los dos esta peor,pero Pedri lleva visitando un psicólogo desde que pasó lo que pasó,y aunque a ti no te lo parezca,el lo está pasando mal.
Gavi.
Si lo está pasando mal como yo,porque no quiere aclararlo.
Robert Lewandoski.
Tienes que darle tiempo Gavi,hazme caso,y si no,no pasa nada tio,la vida sigue con o sin él.
Yo simplemente me digné a asentir,ya que habíamos llegado al estacionamiento.
Llegamos a los vestuarios,ahí estaba Pedro y llevaba la camiseta que le regalé.
Se me formó un nudo en la garganta.No podía parar de mirarlo.
Ansu Fati.
Pablo,para.
Decidimos jugar un partido entre nosotros.
Nos dividieron en dos equipos y desgraciadamente no iba con Pedri.
Empezamos el "partido" y todo estaba normal, sentía la mirada de Xavi clavada en mi nuca.
Cuando logré tocar la pelota,sentí un abrumador pinchazo en mi pierna y como una fuerza me tiraba al suelo abruptamente.
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