Ese vestido

Es raro ver a alguien tan lleno de vida en esta casa, cada rincón se hace profundo con solo verlo, las habitaciones son tan enormes pero aún así no logran llenar este vacío que hace que duela el corazón, una vez más solo soy un complemento y no el elemento principal.

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Una vez que termino la cena, el Señor He me acompañó hasta mi habitación; al subir las escaleras casi me caigo por andar tomando mal el vestido tan largo que me puse.

- Señor He, una vez que me deje en mi habitación, ¿no le pasara nada a usted?

• No se preocupe por mi señorita, el Amo regaña así cuando está muy enojado pero nada que no se solucione con palabras. Así que puede quedarse tranquila por mi, solo debo esperar a se le pase el coraje y hablar claramente con él para así poder llegar a un acuerdo sólido.

- Mmm está bien, confiaré en usted, pero no dude en decirme si lo están tratando mal, si el Amo hace eso, usted y yo nos iremos de aquí, ¿va?

• De acuerdo.

- Claroo pero debe sellar la promesa por el dedito.

• No hago eso, pero por usted lo haré.

- Muy bien entonces ya quedó, este será nuestro saludo especial si? Solo entre usted y yo, de acuerdo?

• Si quedó claro. Buenas noches Señorita, ya es hora de que descanse, mañana nos vemos!

- Claro que si, con gusto, cuídese y hast mañana buenas noches!

Se retiró de mi lado con una sonrisa fingida, ya que lo consumía la angustia de no saber cómo lo castigaría el Señor James. Espero no llorar en mi almohada, pero es algo inevitable.

Una vez que se había marchado, cerré la puerta y lentamente me recosté en la cama aún portando mi ropa de la cena y solo pude pensar en ese vestido que traía puesto Sonia. Era inadecuado como para pasar a estas horas de la noche casi “desnuda”. No es algo de otro mundo pero recuerdo haberlo visto ya. Me senté en la cama a pensar un plan, cuando de repente llegó la mucama a ayudarme a cambiarme para irme a dormir, ya no tuve chanza de ir a investigar, sino hasta la mañana siguiente.

Una vez que amaneció, decidí bajar a ver las cosas que me había mostrado James cuando llegue aquí, cosas que había en un saloncito “que me pertenecía“, bueno me sigue perteneciendo pero necesitaba ir para confirmar la foto de una señora que tenía ese vestido. El día en que me llevo James, en ningún momento me dejo tocar las cosas y ese cuadro ni siquiera lo vi bien, es como si lo hubiera querido esconder de mí, pero ¿por qué?.

Salí de mi habitación en camino al cuarto especial, estaba bajando las escaleras a toda prisa cuando antes de terminarlas me resbalé y caí directo en los brazos de un joven muy bien parecido; ese momento fue mágico, los dos nos quedamos viendo sin decir nada hasta que llegó James.

* Mira nada más, pero compórtense los dos, tu que estás haciendo vestida así? No te atendieron las mucamas o te escapaste?

- Yo solo iba por el vestido nuevo que me hice, uno de satín, disculpe Señor no era mi intención ocasionarle este enorme inconveniente y mucho menos robarle su tiempo ( hice una reverencia en forma de disculpa sin mirarlo).

\~ No te preocupes bella doncella, no es ningún problema el haberte ayudado, al contrario, fue mejor el que yo apareciera en este momento.

* Lúa quiero que saludes formalmente al Señor Henry Coveri, mi amigo más cercano, el cual nos acompañará un tiempo en este bello pueblo y se hospedará en esta casa durante su estadía aquí.

- Si, mucho gusto señor…

\~ Henry está bien, no me gusta que me llamen con formalidad, así que no te preocupes ( tomo mi mano y le dio un beso, luego me miró y me guiñó el ojo).

- Claro, bueno muchas gracias, con su permiso procedo a retirarme de aquí. (Salí corriendo descalza).

\~ Que mujer tan divina, es como un ángel, si hubieras visto cómo cayó entre mis brazos; wow solo puedo decir ante esto que estoy muy sorprendido y también que si tú no la quieres yo si, ganaré su corazón y …

* Olvídate de esas niñerías, ella es mi prometida y no quiero enterarme de que te la pasas coqueteándole.

\~ Claro. ( claro que no te enterarás de eso, serás testigo de eso).

Salí corriendo del lugar, tal vez me vi mal pero ya los veré después en la hora del almuerzo, ahora mi propósito era ver eso que escondían en mi habitación. Wow pero que grande es aquí, si mal no recuerdo él dijo que las gemas rojas incrustadas en la pared me llevarían directamente a ese lugar; las comencé a observar y a seguir durante un buen rato hasta llegar a esa piedra azul. Una vez que había llegado a mi destino, abrí la puerta y pude ver que todo está ya acomodado por orden, hasta sacudido estaba el lugar cosa un poco rara, ya que nunca mandé a nadie a recoger, entonces me puse a buscar y encontré muchas joyas, entre ellas un anillo de piedra azul cristalina, me gustó tanto que opté por ponérmela y usarla todos los días como un accesorio a mi vestimenta.

Al cabo de un rato de estar buscando arduamente, vi una fotografía en un cofre con el vestido que Sonia traía ayer y la guarde para mostrársela al mayordomo He, para que me diera una respuesta buena sobre eso qué pasó en la noche. Estaba apunto de irme cuando en ese mismo momento escuché voces que se acercaban a la habitación; corrí a esconderme detrás de un cuadro pintado mío, pero me ganó la curiosidad al ver que había una puerta medianamente grande, la abrí y descubrí una salida a un jardín secreto. No dude en ningún momento el irme a descubrir que había ahí, así que decidí salir a conocer ese lugar tan hermoso, cálido y lleno de amor que había descubierto recientemente.

Parecía haber alguien ahí, así que indague hasta llegar a esa persona; en todo el tiempo que tengo aquí nunca me sentí así de bien, lo ví a él…

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