Capítulo 19

MELISA

Athos me pregunta si mi padrastro intentó abusar de mí, asiento con la cabeza. Me suelto de su abrazo, miro al mar y me siento en el suelo y él se sienta a mi lado.

Y me siento segura para contar momentos tan difíciles que pasé en mi vida.

Mel- Desde que tengo memoria, vi a mi madre recibir palizas, mi padrastro llegaba siempre borracho, y cuando él llegaba yo, pequeñita, mi madre ya me mandaba ir a la habitación y cerrar la puerta con llave y siempre oía sonidos de cosas rompiéndose, sonidos de mi madre llorando, mi madre no podía tener amistad con nadie, la única amiga que mi madre tenía era una vecina, pero hablaban poco pues tenía miedo de que mi padrastro lo descubriera, yo iba a la escuela pero no podía hablar con nadie, era amenazada por él, si hablaba con alguien, mataría a mi madre, seguramente la amenazaba a ella también, tal vez con matarme a mí. No tenía amigos, solo me quedaba en casa y cuando él llegaba el pánico se apoderaba de nosotras, muchas veces también recibí palizas de él. A medida que fui creciendo, mi madre ya ni siquiera necesitaba mandarme a la habitación, yo ya sabía que cuando él llegaba tenía que ir a la habitación y cerrar la puerta con llave y llorar. El día que mató a mi madre, en cuanto él salió por la mañana, ella me llamó y me dijo

mamá- Hija, mañana te vas a Florida con Laura, ella va a estudiar allí y te va a llevar, a casa de tu padre, estoy segura de que te recibirá muy bien y se pondrá muy contento. Vas a poner poca ropa en la mochila y yo voy a poner tus documentos y la dirección de tu padre todo dentro de la mochila, ella te va a recoger antes de la hora de salida, voy a hablar con la directora para que te deje salir.

Entonces le dije a mi madre que no quería dejarla allí sola y que tenía miedo, ella dijo que era necesario y que yo no podía seguir más allí... lloré mucho, pero entendí que era lo último que se podía hacer para intentar salir de aquel sufrimiento y salvarla a ella de aquel tormento también. Pasamos el día normal como siempre pero noté que mi madre estaba con dolores, al principio de la noche, la vi tomando medicina y diciendo que iba a acostarse un rato, a las 19:00h decidí darme una ducha y llamar a mi madre para cenar, entré en mi habitación, pero no cerré la puerta con llave pues todavía era temprano y mi padrastro solía llegar muy tarde los fines de semana, pero cuando salí del baño me encontré con él sentado en mi cama y yo estaba solo con la toalla y con una braguita debajo, me llevé un susto y me entró el pánico, él vino en mi dirección, corrí hacia la puerta, pero él me agarró del brazo y me tiró en la cama, se puso encima de mí y me tapó la boca y empezó a decir varias cosas asquerosas e intentaba besarme, pasarme aquellas manos inmundas por encima, hasta que en la desesperación, mientras me revolvía debajo de él, le mordí la boca con toda la fuerza que sentí el sabor a sangre, él soltó un grito y me dio dos bofetadas en la cara tan fuertes que no sé cómo no me desmayé, entonces solo vi a mi madre entrando en la habitación desesperada apartándolo de encima de mí, cuando él me soltó se fue a por ella, ella me mandó correr y pedir ayuda a la vecina, cogí solo mi toalla y salí corriendo, llamando a la puerta de mi vecina gritando desesperada, ella abrió la puerta y fui pidiendo ayuda, diciendo que él iba a matar a mi madre, el marido de ella apareció y le pedí por favor que fuera a ayudar, pero él dijo que no podía porque mi padrastro era muy peligroso y no podía meterse, entonces mi vecina llamó a la policía, pero cuando llegó ya era demasiado tarde.

Cuando la policía llegó salí corriendo en dirección a la habitación, mi padrastro todavía estaba allí y fue detenido en flagrante delito, corrí hasta mi madre, pero ella estaba con el rostro irreconocible, cubierta de sangre, aun así corrí hasta mi madre y la abracé y fue la última vez que la vi, la última imagen que tuve de mi madre fue ella brutalmente muerta hasta la muerte.

Athos- No digas nada más mi ángel, ya basta, no te tortures más así, estoy seguro de que ahora tu madre está en un buen lugar y descansando de todos los sufrimientos.

Mel- Déjame terminar Athos, necesito sacar esto fuera si no este dolor me va a consumir.

Él asiente con la cabeza y yo continúo

Después solo sentí a una mujer policía tirando de mí, diciendo que no podía quedarme allí, la vecina me llevó a su casa. Pero aquel dolor no pasaba y como yo no tenía familiares allí, me llevaron a un albergue y después me llevaron a un orfanato y allí unas niñas mayores empezaron a meterse conmigo, hasta que un día me cogieron y me pegaron tanto que fui a parar a la enfermería y ese día conocí a mi papito, y él me dice que aquel día fue padre a primera vista, porque en el instante en que me vio deseó ser mi padre y cuidar de mí, un mes después estaba viviendo con él y registrada como su hija y yo nunca tuve miedo de él, sus ojos siempre me transmitieron confianza, mi padre Augusto fue mi primer rayo de luz después de toda aquella oscuridad y mi segundo rayo de luz fue Dylan, son los dos amores de mi vida, y no puedo dejar de hablar de Aurora también ellos que me dan fuerzas para continuar, principalmente el amor de mi Padre.