Capítulo 8

Miro hacia la entrada del restaurante y la veo tan hermosa, mi ángel tentación, respiro hondo y le doy un leve codazo a Dylan, y hago un gesto con la cabeza hacia la entrada, él mira y se queda tan sorprendido como yo, la llama y ella viene con esa sonrisa que me hace olvidar dónde estoy y con quién estoy, oigo a Dylan preguntándole qué hace aquí y si quiere cenar con nosotros, oigo a Vivian murmurar en voz baja delante de mí, pero escuché lo que dijo (es lo único que me faltaba) vuelvo a prestar atención a la conversación de mi chica con Dylan y la oigo decir que ha venido a encontrarse con una persona, ¿cómo?, ¿quién es el desgraciado que ya la ha invitado a salir?, concentrado en la conversación veo al desgraciado del hermano de Aurora todo sonriente diciendo qué bien que hayas llegado, ¿cómo que ha venido a encontrarse con ese mequetrefe?, el infeliz todavía tuvo la audacia de besarla en la cara, tomarla de la mano e irse con ella, Dios sabe a dónde... Me dieron ganas de partirle la cara a ese desgraciado. Veo que a Dylan tampoco le ha gustado nada.

Tenía ganas de irme de allí o ir tras ellos a buscar a mi ángel y llevármela a casa, qué clase de pensamientos son estos, nunca nadie me había afectado tanto, ¿será la falta de intimidad con una mujer?, sólo puede ser eso, lo peor es que no tengo ninguna gana de acostarme con Vivian... pero voy a solucionar ese problema hoy mismo y voy a buscar otra mujer para desestresarme.

Cené en automático, ni siquiera sé lo que hablaron en la mesa, sólo pensaba en lo que estaba pasando en la mesa de mi chica, aff...

Levanto la cabeza y veo la razón de mi tormento entrando con Aurora y el desgraciado de su hermano, oigo a Dylan llamándola y preguntándole si ya se iba a casa y si había venido con chófer, ella responde que no se va a casa ahora, que iba a otro lugar con Aurora y el desgraciado y que había venido conduciendo. ¿Qué? Necesito beber algo, mierda.

Oigo a Dylan llamarnos para irnos, pagamos la cuenta y nos vamos. Cojo mi coche, vinimos todos en mi coche, paso por el edificio de Leticia y la dejo allí y Dylan decide quedarse con ella, voy a dejar a Vivian y a hablar con ella, pronto llegamos y me llama para entrar, yo accedo pero le digo que quiero hablar con ella... entramos y me llama para hablar en su habitación le digo que mejor no y le pregunto si puede ser en el despacho, ella accede y vamos, entramos y me ofrece una copa.

Athos: No puedo, Vivian, voy conduciendo

Se acerca a mí besándome el cuello y no siento nada...

Vivian: Sólo una copa, cariño, no te va a emborrachar, sólo para relajarte.

Athos: Vale, sólo una

Se dirige hacia donde están las bebidas y yo pienso que voy a beberme esa copa, porque necesito relajarme un poco.

Vuelve y se sienta cerca de mí, me lo bebo todo de una vez, lo necesito, y empiezo a hablar...

Athos: Vivian, tenemos que hablar sobre nosotros, las cosas ya no funcionan entre nosotros....

Siento un ligero mareo y mi cuerpo pesa...

Athos: Vivian, creo que he comido algo que me ha sentado mal, tengo náuseas y mareos.

Pensamiento de Vivian: Si piensas que vas a dejarme, estás muy equivocado, cariño, ¿crees que no he visto cómo mirabas a esa mosquita muerta?, tú eres mío, Athos, y con esa mosquita muerta no te quedas.

Vivian: Ven, cariño, vamos al dormitorio a relajarnos un poco, luego te vas.

Athos: No me encuentro bien, Vivian, tengo mucho sueño, yo...

VIVIAN

Eso, cariño, duerme y mañana pensarás que has pasado una noche maravillosa conmigo, jajaja, cojo un poco de whisky y se lo derramo en la ropa, así él y el guardia de seguridad pensarán que estaba borracho, listo, ahora voy a llamar a uno de esos inútiles, llamo y viene Paulo, le pido que me ayude a llevar a Athos a mi habitación, así lo hace, le doy las gracias y le digo que se vaya, cierro la puerta y vamos a por la segunda parte del plan, jajaja,

le quito toda la ropa, aprovecho para dejarle algunas marcas por el cuerpo, jajaja, lo dejo ahí y me doy un baño rápido, me acuesto y enseguida me duermo.