— Martín, deberías dejar de tomar - Santiago le había arrebatado la copa de whisky al Agente Especial Informático, puesto que ya estaba bastante pasado de copas - No entiendo que carajos les pasa a ti y a Benjamín si no pueden superar lo que sea aquello que haya ocurrido con Diana Santos busquen ayuda - El Sargento se veía bastante fastidiado.
— Nunca me voy a perdonar que le haya engañado - Martín tenía los ojos llorosos.
— Deja el cinismo, sabías perfectamente lo que estabas haciendo - Santiago había dejado un poco de propina en la mesa mientras le pedía ayuda con las manos a los guardias del Bar para qué lo ayudarán con Martín.
Al día siguiente la Base Militar había recibido al GMC HUMMER EV la camioneta tipo remolque todoterreno conducido por el Coronel Benjamín Walton al momento en que las botas Militares del Coronel tocaron el suelo de la base otro vehículo más se había estacionado al lado de la camioneta y era una Lamborghini el hombre se había acomodado los lentes de sol que traía puesto mientras sentía la fragancia de una mujer infiltrarse en sus fosas nasales y la figura de una hermosa chica había entrado en su campo de visión, pero para sorpresa del Coronel la mujer ni siquiera le había dedicado alguna mirada al hombre, ya que ella había continuado su camino con total tranquilidad sus caderas eran salvajes, ella era un monumento de aquellas que le gustan al Coronel exuberantes, gorditas o como quieran llamarlas.
El edificio Militar había recibido a la bella dama - Señorita, bienvenida a la Base Militar de la Nación Paraguaya.
— Sofía Sandoval, la nueva Doctora de la Base - Expresó la mujer.
— Están esperando por usted, Doctora - La Teniente había guiado a la mujer hasta él despachó en donde estaban esperando por ella y por alguien más 2 minutos después Benjamín Walton había hecho acto de presencia con su uniforme Militar dejándolo por lo más alto.
— Buenos días - El saludo del Coronel hizo que Sofía levantará el rostro y su sola apariencia, y aquella voz había logrado un efecto bastante fuerte en ella, de la misma manera que Benjamín también le había prestado bastante atención.
— Coronel, estábamos esperando por usted - Expresó el General.
— Tengo varias reuniones en la Fecha, así que lo que van a decir háganlo rápido - Benjamín siempre se había caracterizado por ser alguien de pocas palabras.
— Solamente quería presentarle al equipo táctico que tendrá a su cargo, además del equipo de Salud que también tendrá a su alcance y una de ellas es la Doctora y Cirujana Plástica Sofía Sandoval.
— No creo que los soldados quieran operarse el rostro para parecerse a una muñeca - Expuso Benjamín.
— Coronel, un soldado puede ser víctima de explosivos u otro elemento o sustancias que pueden destruir su rostro, a esos se les brinda atención de mi especialidad— Sofía había encarado directamente a Benjamín logrando que el Coronel no discutiera a la mujer.
— En ese caso haga lo que quiera, General ya he conocido al equipo que está preparando, tengo otros asuntos que atender - Benjamín había salido de la Oficina dirigiéndose a la suya mientras que los demás solamente habían negado con la cabeza.
Unas horas después, Sofía se encontraba recorriendo las instalaciones cuando su teléfono celular había vibrado - ¿Cómo va todo? - El mensaje provenía de Diana Santos, la esposa de Arnaldo.
— Bien, pero definitivamente el Coronel será un dolor de cabeza - una vez que Sofía envió el texto había eliminado por completo el Chat, pero la respuesta de Diana no se había hecho esperar.
DiDi\= ¿Cuál es el nombre del Coronel?.
Sofí\= Me he preocupado más en estacionar bien mi vehículo y en ser grosera con él antes que saber su nombre.
DiDi\= eres un caso serio, te veo a la hora del almuerzo, quiero hablar contigo acerca del siguiente cargamento que vamos a recibir y necesito de tu ayuda y ahora con más razón porque uno de los Coroneles más requeridos está en el País y no quiero inconvenientes con él - Después de enviar aquel mensaje de texto Diana había salido aprovechando que Arnaldo estaría fuera del País por 2 días así que la morena también aprovecharía para hacer algunas escapadas, pero no se esperaba que aquella escapada terminaría con el encuentro de una mujer.
— Vaya, no me esperaba volver a verte - Una morena con los ojos oscuros como la noche se había cruzado en el camino de Diana.
— Melody - murmuró Diana agachando la cabeza ante la mujer.
— Así que aún te acuerdas de mí - La morena sonrió mientras observaba a Diana - Y dime, ¿has vuelto a saber algo de Benjamín? - La mención del Coronel no había provocado absolutamente nada en Diana.
— Sí, he vuelto a saber bastante de él— Fue la respuesta dada por Diana.
— Y dime ¿ya los has olvidado? Digo como olvidar aquel mensaje en dónde le has preguntado ¿Te esperó o te olvido?
— Cualquiera comete errores era una niña, nada más ni siquiera sabía lo que estaba ocurriendo.
— Te diré lo que estaba ocurriendo, te diré todo lo que ocurre contigo Diana Santos - La mujer llamada Melody había agarrado de la barbilla a Diana - Tú lo has conocido porque así lo quiso alguien más, tú fuiste vendida, Diana, tú tenías que conocer a Benjamín tarde o temprano cuándo tú estuviste con él Benjamín era mi novio y tú lo sabías.
— Lo supe después de estar con él, además no eras su única novia - Diana se defendió, recordando que Benjamín le había dicho que también había estado con Victoria.
— Tu mejor amiga de Colegio hizo una apuesta con alguien más para que uno de los muchachos que jugaba Voleibol te quitará la virginidad y el elegido fue Benjamín - Diana sentía que le faltaba la respiración al escuchar aquello - Pero alguien termino encaprichado contigo o con tu cuerpo, tu virginidad fue un hechizo que envolvió a Benjamín y tú terminaste enamorada de él, siendo mi novio, pero tú no tuviste la culpa tus amigas que nunca fueron amigas te vendieron porque esa misma tarde en la que tú te entregaste a él hubo una fiesta en dónde se llevó a cabo la paga de la apuesta aunque el Tampoco sabía nada él solamente acepto el dinero sin saber que ese dinero era el precio por acostarse con la Gordita de la escuela.
— He cometido errores y uno de ellos fue Benjamín Walton, pero él y yo no fuimos los adecuados hace 6 años y no lo seremos ahora mucho menos, lo que empieza torcido, torcido acaba - Diana se alejó de la mujer.
— Toda tu vida es una mentira, porque en realidad quien quiere destruirte es alguien que se mantiene en secreto, todo lo que te ocurre tiene nombre y apellido y es la hija del padre de Benjamín y de tu madre porque ustedes tienen una hermana en común, Adriana Walton.
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