Ese Maldito San Valentin

Presente

Manuel

_ ¡hijo! _ escucho la voz de mi madre y abro mis ojos _ ¡hijo! Ya son las diez _ se va y giré a dormir de nuevo.

_ ¿mi cantante favorito no tiene hambre? _ oigo su voz. Esa voz que extraño como un desquiciado _ ¿que quieres te prepare?

_ Yanelis _ la nombro sentándome en la cama para mirarla.

Me sonríe con esos rulos desarmados, y se sienta a horcajadas sobre mí. Tiene puesto el saco de mi traje de mariachi dorado, está abierto, dejándome ver su piel desnuda, cubierta únicamente por sus bragas rojas debajo.

_ ¿qué ocurre? ¿No me extrañaste?_ murmura, comenzando a besarme, como antes, cuando estábamos juntos _ te amo, mi mariachi _ susurra mordiendo mi oreja, la acuesto en mi cama para que no se escape y se ríe _ vamos a comer Manuel, del amor no se vive _ gime, mientras bajo besando desde su cuello, acariciando sus largas piernas _ ¿acaso no tienes hambre? _ suelta varias risitas _ ¡Yo sí!

Recorro esa hermosa piel morena con mis labios. Estoy por llegar a esos jugosos pechos, cuando entiendo que estaba soñando, porque vuelvo a escuchar a mamá

_ hijo ya ¡levántate! _ abro los ojos maldiciendo. Era otro maldito sueño. Otro de tantos que tengo con ella desde que nos separamos

Camino hasta la ducha. Huelo asqueroso y tengo el traje dorado de mariachi, aunque anoche no trabajé. Bajo la cascada de agua recuerdo lo que paso ayer y me río de mi estupidez. La extraño tanto desde que decidió dejarme y yo decidí no rogarle, tanto que parezco un enfermo, pero estos últimos meses fueron los peores.

La noticia de ayer me enterró más, esas fotos y ese maldito cretino besándola en su fiesta de compromiso. Le deseo la muerte a un hombre que ni siquiera conozco ¡No, Manuel! ¡No puedes estar pensando en esa mujer ella! Te dejo, por pobre, por mariachi.

Sus palabras todavía calaban hondo en mi ego. “Un simple mariachi no me merece”

Bajo a desayunar con una camiseta blanca y pantalones de jean negro. Ya nadie está en casa.. Mi madre debía ir a la peluquería, por eso intento despertarme, se supone que yo la llevaría

Luego de tomarme un café, me subí al auto, conduje en dirección a nuestra pequeña empresa. La creamos gracias a Yanelis, tres años atrás nos ayudó a organizar todo, es increíble como las personas cambian de repente. Fingió tan bien, me engaño tan bien que no puedo olvidarla, la amaba, la amo

Otra vez recuerdo ese día en que terminamos nuestra relación. Justo cuando se cumplían cuatro años desde que empezamos a salir. Ese maldito San Valentín

Dos años atrás

Ese día, con ayuda de mi hermano y mis amigos, preparé todo para pedirle matrimonio. En tanto apuro, olvide los anillos en el auto.

Yanelis ya había llegado, así que le pedí a mi madre que la distraiga. Pase junto a ellas, estaba hermosa con ese vestido blanco, cada vez que la miraba era más hermosa. Estaba ansioso por escuchar ese sí, estaba seguro de su respuesta, nos amábamos

Toda esa organización era una formalidad que hacía por ella. Fui al auto y regresé. Revisé mi aspecto, una última vez, no sé cuantas veces lo había hecho en un lapso de dos horas. Estaba feliz y nervioso. Los gritos de las dos me llamaron la atención, me acerqué a ellas, como todos los demás. Justo en ese momento Yanelis le daba una bofetada a mi madre quien cayó al suelo Miguel y yo corrimos hacia ella.

_ ¿qué haces? _ le grité, mientras iba hacia mi madre _ ¡¿cómo te atreves a tratarla así?!_ exclamé preocupado, me miró con lágrimas en sus mejillas. Sentí que mi pecho se hundía, estaba en medio de las dos mujeres que amaba

_ ¡No, señora, nunca seremos de la misma clase social! ¡Tiene razón! No merezco a su hijo o más bien, un simple mariachi no me merece. Todavía se alimenta de los pechos de su madre _ me levanté para mirarla, sus palabras me estaban rompiendo

_ ¿Eso es lo que piensas de mí?_ se río _ ¿qué soy un insignificante mariachi?

_ Tú ¿que crees?_ quise acercarme a ella, pero retrocedió _ con el tiempo que llevamos juntos deberías conocerme. Pero como siempre solo ves lo que te conviene. ¿No me preguntarás qué ocurrió? ¿Por qué reaccione así?

_ ay _ escuche una queja y giré _ hijo, me duele la mano, creo que me fracture la muñeca.

_ ¡deberías ocuparte de tu madre, es lo único que importa! ¿La lastime señora? _ dijo con burla, acercándose a ella, mi madre retrocedió con miedo en el suelo y me coloque frente a ella. Yanelis se río otra vez, mirándome a los ojos _ Nunca maduraste y nunca lo harás y yo, ya perdí la paciencia. ¡No se preocupe, señora! Está violenta y “negra” mujer ya no formará parte de su vida _ se dio vuelta y regreso a su auto.

Quise seguirla, quería seguirla, sin embargo, debía llevar a mi madre al hospital, luego iría a hablar con ella, siempre tenían diferencias con mi madre, era habitual. Además, sus padres llegaron en ese momento y la siguieron, no estaría sola.

Eran la una de la mañana cuando salimos del hospital. Por suerte mamá no tenía nada, aunque seguía quejándose del dolor. Considere que era demasiado tarde para molestarla, así que me acosté a dormir. La Yanelis que yo conocía era la mujer más dulce del mundo. Quería escuchar su versión, iba a ser mi esposa, debía comprender un poco a mi madre era una mujer sola. Quizás un poco entrometida a veces, pero no se merecía ese trato.

La mañana siguiente llegue a su empresa. Me hicieron esperar en el pasillo, ya que tenía un cliente importante según su secretaria. Luego de casi una hora, cuando la mujer se fue de su cubículo, me escabullí ingresando a la oficina. Mi novia estaba hablando con un hombre afroamericano de traje caro. La miraba como si fuese comida no puede evitar ponerme celoso, era mi novia, mi mujer

El idiota la beso muy cerca de sus labios en forma de despedida y no me contuve. En un instante lo había golpeado en el rostro, era al menos veinte centímetros más alto y no me importa. No era el primer cabrón que golpeaba, sin importarme el tamaño. Me devolvió el golpe y ella se interpuso entre los dos.

_ ¿por qué estás aquí?_ preguntó mi novia, parada junto a mí, cuando estábamos solos entregándome una bolsa de hidrogel para mi rostro magullado. El hombre ya se había ido y yo estaba sentado en la silla frente a su escritorio.

_ quería hablar contigo por lo de ayer.. Quería escuchar tu versión

_ ¿estás seguro? ¿Quieres escuchar la verdad o quieres que le ruegue perdón a tu madre de rodillas?

_ ¿por qué le hiciste eso?_ me dio la espalda y fue a sentarse detrás de su escritorio

_ porque tu madre se lo merecía... Tengo que contarte..

_ Yani _ la interrumpí, no podía seguir así _ sé que mi madre suele ser un poco mal hablada, pero si te lastimó no lo hizo con intención no se merecía ese golpe. Sería bueno que te disculpes con ella por el bien de lo nuestro

_ ¡lo ves! _ miró el ventanal antes de seguir, suspiró y volvió a mirarme _ No viniste a escuchar mi lado de la historia, solo quieres que me disculpe con ella.._ afirmó con esa sonrisa irónica que solía usar.

_ ¡vine a escucharte! Eres la mujer que amo y ella es mi madre, debes tener un poco de consideración, no puedes pelearte con ella por el resto de nuestras vidas

_ ¿y ella tiene consideración por mí?

_ es más grande mi amor

_ Manuel es una mujer joven y saludable, solo tiene 50 años. Es muy consciente de lo que hace y dice. ¡También es consciente de cuanto duelen sus palabras! ¡Pero al parecer tú no lo sabes o finges ignorancia!

_ Yanelis la violencia no es justificable

_ ¡Irónico! ¡Tú acabas de demostrar lo contrario!

_ ¡no es lo mismo!_ gruñí enojado

_ ¿Es decir que para hacerte feliz debo dejarme humillar el resto de mi vida por tu madre, por qué te amo? ¿Por qué los insultos y denigraciones que ella me hace, no son violencia según tú?

_ ¡no es así! Además, ¡mi madre no te lastimaría a propósito! ¡Seguramente no fue tan grave!

_ ¡Frente a ti tu madre es un ángel y cuando tú te vas, se convierte en un demonio!

_ ¡no exageres mi amor!_ levanto el teléfono de su oficina.

_ Quiero a seguridad en mi oficina _ dijo y me miró _ Lo nuestro termina aquí, no quiero ser más un trapo de piso que limpia el suelo donde caminas para que brilles, mientras vives en tu burbuja

_ ¡no! ¡Yo te amo!_ me acerque rodeando el escritorio y me agache para besarla

¡No quería escucharla, repetir otra vez que ya no éramos nada que me lleve la chingada si la dejaba ir! Yo era nada sin ella. Me correspondió, poniéndose de pie, creí que me dejaría arreglarlo con caricias como siempre y celebre internamente, pero cuando levante su falda, se alejó.

_ no vuelvas tocarme. Ahora vete Manuel y dile a tu madre que ya consiguió lo que tanto quería me rindo

_ no preciosa, hablemos

_ ¿hablar? ¡Tú quieres hablar! Pero ¿me escuchas a mí?_ el personal de seguridad ingreso _ llévenselo y tiene prohibida la entrada!

_ ¿Tienes a alguien más? ¿Es por eso?_ grité _ ¿es ese hombre no? ¿Por eso no me dejo pasar tu secretaria?

_ ¡sí, tiene dinero y no es un simple mariachi como tú! No vuelvas a buscarme porque me voy a casar con él

Volví a mi realidad al escuchar los bocinazos detrás de mí. Llegué al trabajo y la banda de papá estaba ensayando dirigida por él. Ahora éramos tres bandas que las dividimos o uníamos según el trabajo, teníamos 27 empleados en total.

¡Mi papá siempre trabajó cantando, nosotros seguimos sus pasos, amábamos cantar y lo hacíamos muy bien! Eso era algo que le molestaba a mamá y terminaron separándose porque papá es un simple mariachi.

Por eso las palabras de Yanelis me dolieron tanto ese día. Papá me vio y se detuvo, les pidió que continúen y caminó hasta mí

_ buen día, hijo ¿cómo estás?

_ ¡hola papá! Bien _ abrazo mi hombro y camino conmigo

_ me refiero al compromiso que anunció Yanelis _ nos sentamos

_ sí, se va a casar con otro para mi mala suerte, pero no es el mismo por el que me dejó

_ ¡te dije cuando me contaste lo que paso que averiguaras bien! ¡No lo hiciste hijo! ¡Dos años pasaron y no sabes por qué te dejo!

_ ¡si papá lo recuerdo, pero tenía mi orgullo herido, además mamá y ella nunca se llevaron bien! No iba a ser fácil mi vida entre las dos. Creí que era lo mejor, para los dos

_ hijo, no seas como todos creyendo que al amor hay que dejarlo libre y sentarse a esperarlo, si tú no pones de tu parte no volverá, solo le confirmarás, ¡que nunca le importaste! ¡Que no la mereces!

_ ¡ella me dejó por otro hombre! ¡Ahora ya es tarde!

_ ¡ella te amaba! Y aún te ama, lo vi en sus ojos cuando tu hermano se comprometió. ¡La forma en que te miraba! Si se fue, es tu culpa, porque fuiste un cobarde que no te esforzaste por ese amor. Manuel, ¿quién quiere regresar a donde no fue valorado, amado, cuidado?

_ ¡yo la amé y se lo demostré!

_ A la persona que amas la pierdes, si no luchas por ella, por no cuidarla, por no amarla. ¡Tú no supiste darle su lugar!

_ ¡tú también te rendiste!

_ No, yo nunca los perdí porque los cuide a pesar del dolor que me causaba su madre, no me fui. Resistí y los amé, cuidándolos hasta que pudieron valerse por sí mismos. ¡Ustedes dos fueron mi amor! ¡Y luche por demostrárselos siempre! Gracias a ello puedo considerarme un buen padre

_ ¡que paso papá! ¿Ahora tienes favoritismo?_ exclama Miguel detrás.

_ no hijo, mi corazón está perfectamente dividido en mis dos hijos por igual.

La noche anterior

Miguel

Llego al bar en busca de mi hermano mayor, tiene Veintisiete años y un complejo importante de adolescente. Lo encuentro en la barra durmiendo borracho, vestido con su traje de mariachi, es el mismo que usaba cuando conoció a Yanelis. Siempre se lo pone para emborracharse en su nombre

_ ¡al fin llegas! _ murmura Nelson, el dueño, nos contrata a veces para cantar con nuestra banda. Pero hoy Manuel vino a desahogarse _ ¡estamos por cerrar!

_ lo lamento esta con el corazón destrozado por su terquedad

_ lo supuse. ¡Vi las noticias sobre Yanelis y él también al parecer!

_ ¡si y no le cayó muy bien! En vez de ir y hablar con ella, prefiere alcoholizarse _ paso su brazo derecho por mi cuello y se tambalea, cuando lo levanto _ nos vemos Nelson _ camino hacia la salida

_ ¡te veo en tu despedida de soltero!_ gritó, mientras yo salía arrastrando a mi hermano

Lo subo al auto y abre los ojos. Tomó mi lugar detrás del volante y lo veo despedir lágrimas.

_ necesito mi guitarra _ miró hacia atrás buscándola

_ no traje los instrumentos Manuel. Hoy es lunes y no trabajamos _ se acomodó en el asiento.

_ ¡vamos a cantar hermanito!_ dijo mirándome

_ hazlo si te hace sentir mejor _ puse en marcha el auto y él comenzó a cantar con todo el dolor en su voz

_ 🎶Sigue de terco mi dolido corazón, mientras mi mente. Sigue buscando una forma de lograr de mí arrancarte. Y al intentarlo, se empeora la situación. No me permite caminar hacia adelante

¿Qué traían tus labios cuando me besabas?

¿Qué traían tus ojos cuando me mirabas?

¿Qué tenía ese cuerpo que yo acariciaba?

Parece que ya se apoderó y hasta dejó mi alma embrujada 🎶

_ ¿Por qué me tiró a la basura Miguel? ¿Qué fue lo que hice mal!?_ lloró como pocas veces lo ha hecho y como de costumbre lloro por ella

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