Amor a primera vista

Yanelis

Observo desde la ventana del restaurante, sentada en una esquina como pasan los autos mientras nieva. Afuera hace frío, por eso tengo una polera blanca, manga larga, pantalones negros y una botas también negras. Mi tapado blanco descansa en la silla es lo suficientemente grueso para el frío invierno, pero aquí no hace falta abrigo por el aire acondicionado.

Escucho una banda tocar y mis ojos van hacia la pareja a unas tres mesas frente a mí. Mientras los mariachis tocan “qué bonito amor” Acuno mi rostro con mis manos apoyando los codos en la mesa, disfrutando de los talentosos cantantes

 🎶 Qué bonito amor. Yo lo quiero mucho. Porque siente todo

Lo que siento yo. Ven juntito a mí. Quiero que tus manos

Me hacen mil caricias. Quiero estar en ti 🎶

El hombre se arrodilla y le ofrece un anillo. La mujer dice que sí. Todos aplauden cuando los novios se besan, incluso yo.

Me concentro en el cantante, y mi mente lo transforma en él, en Manuel. Sin querer viajo al pasado a ese fatídico día en que lo conocí. A ese maldito San Valentín

Seis años antes.

Llevaba cuatro años trabajando como organizadora de bodas, en la empresa que me ayudo a abrir mi padre. Ese día hubo problema con el camión que transportaba las rosas que tanto me costó conseguir, otro auto lo choco y quedo inservible

Tome la camioneta de mi empresa y fui a buscarlas con dos empleados más. Tenía unos pantalones de deporte y un jersey azul

Le hice un nudo a mis rulos antes de bajarme, para poder cargar con tranquilidad, reemplace mis incómodos tacones por unos zapatos de deporte. Es increíble como recuerdo cada detalle de ese día, porque fue muy importante para mi testarudo corazón

Nos acercamos al camión y por suerte las rosas estaban intactas. Hacía frío, pero no le di importancia, debía cumplir con mi trabajo. Conseguir esas rosas en esta época era una travesía, más con la demanda por San Valentín. Abrimos las puertas y comenzamos a descargar

_ ¿necesitan ayuda?_ dijo una voz detrás de mí, mientras yo estaba intentando sostener el gran ramo de rosas _ permíteme ayudarte _ esa persona las tomó _ ¿a dónde van?_ preguntó

_ en el camión blanco _ lo vi caminar, era un hombre castaño vestido con un traje de mariachi dorado con moño rojo y su sombrero colgaba de su cuello, no le vi el rostro por las rosas.

_ Permítame ayudarla señorita, esto es por nuestra culpa _ otro hombre vestido igual tomo las otras rosas y en cuestión de minutos, con la ayuda de esos mariachis, mis empleados y yo, trasladamos todo al otro camión

_ lo lamento _ dijo esa primera voz que escuche, cuando observaba a mis empleados que estaban asegurando las rosas.

Gire encontrándome con su rostro. Tenía poco más de un metro setenta de altura, lo supuse comparándolo conmigo, era lo que yo medía, y teníamos casi la misma altura, yo era pocos centímetros más alta. Me miró sonriente, sus mejillas estaban rojas por el frío

_ Eres hermosa. La mujer más hermosa que vi en mi vida _ dijo sin titubear. El calor en mis mejillas sé notaria si mi piel no fuese oscura _ se colocó el sombrero _ lo siento fui indiscreto. Soy el conductor del auto que causó el accidente.._ su inglés era muy bueno aunque su tonada mexicana era notoria, mi madre es una pintora de nacionalidad argentina, así qué he convivido con muchos hispanoamericanos gracias a ella

_ comprendo, puede entregarle los datos al conductor por el seguro _ respondí en español y se sorprendió sonriendo más

_ ya lo hicimos _ jugo con los bordes de la chaqueta del traje, sin dejar de mirarme y yo tampoco podía dejar de verlo _ ¿es usted quien se casa?

_ no, yo soy la organizadora _ respondí con rapidez, sus perfectos dientes brillaron por completo y luego se lamió sus labios

_ Si le parece, como disculpa podemos ofrecerle unos mariachis para la boda totalmente gratis… _ carraspeo

_ Manuel _ gruñó otro hombre igual a él, pero más alto y de ojos claros _ ya llegaron a buscarnos

_ si está de acuerdo, puede darme la dirección de la boda.._ camine hasta el asiento del conductor

Tomé un papel para anotar la dirección y se lo entregué, miro mi celular. Entendí que esperaba que le dé mi número.

_ pregunten por Yanelis al llegar _ exclamé. Subí al asiento del conductor, y con mi corazón galopando puse en marcha el auto. Nunca creí en el amor a primera vista, nunca hasta ese día, un San Valentín, irónicamente.

El resto de la tarde me concentré en la organización de la boda. Una vez que todo estuvo en orden, me coloque un vestido largo color rosado, mangas largas que tenía una abertura en la pierna izquierda, con unos tacones del mismo color que resaltaban mi piel morena Había recogido mis rulos en un bollo.

La boda trascurrió muy bien, de forma inconsciente me encontraba por momentos esperando que llegue, ese hombre.

Luego del vals, uno de los empleados me aviso que vinieron. Me acerqué un tanto ansiosa hasta donde estaban y ese hombre solo sonreía sin despegar sus ojos de mí. Llevaban el mismo traje que hoy. Eran seis con diferentes instrumentos.

_ buenas noches, señorita _ mencionó sin dejar de sonreír _ vinimos a cumplir con la promesa, soy Manuel _ apuntó a otro hombre _ él es Pedro, mi padre y mi hermano Miguel. Ellos son Alberto, Luis y José

_ buenas noches _ exclamaron a la vez

_ buenas noches _ respondí.

_ mandé señorita, ¿qué hay que hacer?

_ Síganme _ ingresé al interior dejando a Gustav, mi primo a cargo de la boda

 Debía escucharlos y ver si conocían las lista de canciones. Me sorprendieron gratamente, eran excelentes. Les expliqué que ingresarán tocando desde el pasillo, y así lo hicieron.

Yo estaba parada escuchando y observándolos. Los novios me miraron felices al verlos y comenzaron a bailar abrazados. Yo no pude evitar mirar al cantante, parecía una adolescente. Una de 24 años y ese hombre no me dejaba razonar.. Cantaba como un ángel y sentía que cada frase era para mí

La boda terminó, la banda se había quedado casi hasta el amanecer, a pedido de los novios y los invitados que le pedían más canciones.

Cenaron con los invitados y al parecer consiguieron varios trabajos. Quise pagarles, pero el cantante principal, quien era el padre, se negó, y me agradeció la oportunidad, según dijo, consiguieron muchas oportunidades esa noche.

Me quedé hasta que se fue el último invitado y la empresa de limpieza llegó, esa mañana de quince de febrero era fría. Cuando salí, ese hombre estaba allí. De pie con la misma ropa, pero sin el sombrero y un tapado marrón

_ ¿por qué no se ha ido?_ pregunté, cuando se acercó, miré a su alrededor y estaba solo

_ Señorita, si no es mucha molestia. ¿Le gustaría ir a desayunar? Hay un Starbucks a unas cuadras _ me reí y él lamió sus labios, para luego sonreír victorioso.

_ ¿con qué objetivo? _ indagué sin evitar reírme

_ ¿enamorarla? Y quizás ¿convertirla en mi novia?_ respondió sin titubear, emanaba seguridad

_ de acuerdo

_ Órale.. digo este.. Yo no pensé que aceptaría

_ ¿Por qué?

_ ¡Porque usted es muy hermosa!_ me reí y él también.

Ese mañana, luego de hablar, tomando un Starbucks, terminamos besándonos.

No era virgen, pero tampoco era partidaria del sexo casual, había tenido solo dos novios y terminamos muy mal. No muchos pueden manejar la idea de salir con una negra con la mitad del rostro blanca, aunque debía reconocer que a veces mi carácter me superaba, podía llegar a ser insoportable si me lo proponía, además mi nivel económico era intimidante para algunos hombres.

Necesitaba estar segura antes de dar el siguiente paso. Lo hicimos luego de salir por seis meses. Era un hombre dulce, romántico, y apasionado, gracias a él conocí muchas canciones románticas, y regionales de México, que hasta hoy sigo escuchando.

Lo amaba y él me amaba o al menos eso creía. Me decía a mí misma, quien ama, soporta y no se rinde, y soporte mucho por amor. Más de lo que jamás hubiese imaginado, más de lo que una vez le aguante a los otros imbéciles, pero a veces el amor no es suficiente

Actualidad

_ ¿Yanelis?_ me llamo Jeremy, mi nuevo cliente. Vestía de traje color gris. Sostenía a su hijo de meses en brazos, quien vestía un enterizo verde. Era idéntico a él, tenía el cabello cobrizo y los mismos ojos que su padre

_ hola Jeremy _ respondí, se sentó frente a mí. Lo conocía desde pequeños, además fui compañera de su hermano mayor en la facultad. También me encargué de la boda de Máximo _ ¿la novia?

_ fue al baño, tuvimos un regalo de nuestro hijo al llegar y fue a desecharlo y a lavarse las manos mientras yo estacionaba, seguramente vendrá en cualquier momento

_ comprendo. ¿Tienen alguna idea de como quieren su boda?

_ de hecho nosotros solo queremos casarnos. Así que ..._ el bebé comenzó a chillar y él intentó calmarlo balanceándose

_ hola Yanelis _ mencionó la hermosa castaña vestida de un traje rojo sentándose junto a su futuro esposo _ lamento la demora

_ no te preocupes. Justamente le preguntaba a tu novio como te gustaría la boda _ ambos se observaron de una forma envidiable.

Pocas veces vi esa mirada en los novios. Como si se hablaran con los ojos, sin necesidad de palabras. El pequeño se calmó cuando su madre lo sostuvo, luego me miraron otra vez

_ solo queremos casarnos _ menciona ella _ el problema es que la abuela de Jeremy es exigente. Vinimos aquí para rogarte que le tengas paciencia, ya que ella elegirá todo

Algo negativo tenía que haber son demasiado amables los dos. Y conozco a su abuela si quiere rosas de color violeta se las tengo que inventar

_ Está bien. ¿Cuándo debo reunirme con ella?_ sonrieron de nuevo observándose

_ ¿mañana si tienes disponible?_ preguntó él

_ sí, les enviaré el horario que tengo disponible

_ ¡genial muchas gracias!_ responde Nerea

_ no escatimes en gastos..._ completa su futuro esposo.

Luego de almorzar y de explicarles mis ideas, nos despedimos en el estacionamiento y subí al auto, para regresar a mi empresa

_ ¿Cómo te fue? ¿Están enamorados?_ pregunta Gustav, ingresando detrás de mí a la oficina

_ ¡los están!_ aplaude como idiota antes de sentarse, al igual que yo

_ me encanta cuando dos novios enamorados se están por casar y hasta ahora nunca te has equivocado en tus lecturas. Ahora a lo importante _ me mira expectante

_ Me dieron la libertad de elegir todo

_ ¡gracias Dios! Amo a esa clase de parejas

_ pero..

_ mierda, odio cuando hay un pero. Dilo

_ La abuela de Jeremy nos ayudará a elegir todo. Mañana me reuniré con ella.

_ ¡no puede ser, esa mujer es muy exasperante! _ suspiró y continuó _ Está bien. Pudimos con una extravagante boda árabe, el resto es insignificante.

Dos horas antes

Jeremy

Miramos a nuestro hijo quien sonríe mientras expulsa gases cuando estamos esperando para ingresar a la cochera del restaurante

_ es tu turno _ dice Nerea y me río negando

_ ¡no! ¡Es tu turno! Yo cambié el pañal anterior, cuando tú te estabas bañando

_ ¡Dios Oliver! _ murmura mirándolo _ no paso ni una hora _ él solo balbuceaba, en unos días cumpliría cuatro meses

Me estacioné y Nerea fue hasta al asiento trasero a cambiarle el pañal. La admiro más enamorado que nunca, si es que eso es posible. Es una secretaria ejecutiva formidable, una madre adorable y una sensual bruja para mí

_ ¡listo!_ exclama acomodando su ropa nuevamente, está tan abrigado con su enterizo verde que parece una estrella.

_ es increíble que tomando

únicamente leche, sea tan oloroso _ agregue y nos reímos

_ cuando empiece a comer de todo será peor _ responde ella sonriendo _ ve a buscar nuestra mesa, está reservada a mi nombre. Iré a lavarme las manos.

_ ¡de acuerdo!_ respondí levantando a mi hijo.

La veo caminar y varios idiotas giraban a mirar esa preciosa mujer que solo yo puedo tener..

_ Parece que debemos apresurarnos con el anillo, ¿no mi amor?_ le digo a mi niño y solo se ríe _ O quizás deberíamos traerte un hermanito, embarazada no la miraran tanto _ me gano un golpe con el juguete, que cae al suelo _ ¡está bien! Esperaremos unos meses.

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