Eliane Croffman
Primera clase
La alarma resuena por toda la habitación arruinando mi sueño, la luz ardiente traspasa las cortinas pegando en mi rostro.
Abro mis ojos lentamente acostumbrándome a la luz, apagó la alarma y coloco mis pantuflas para ir a tomar una ducha rápida.
Abro el grifo y enseguida el agua fría recorre mi cuerpo de manera exquisita, a muchas personas no le gustan el agua fría pero para mí es algo que no puede faltar en mi día, me ayuda a levantarme completamente y también nutre mi rostro.
Terminó de bañarme saliendo del baño para cambiarme con una falda negro, una camiseta blanca larga, mis botas de cuero negras y acompaño todo con unas cadenas y un reloj.
Mi cabello le hago unas ondas en las puntas para luego recogerlo en una cola alta dejando sueltos algunos mechones en mi frente.
Cojo un cuaderno, una pluma, los audífonos el horario y lo depósito todo en mi morral, salgo del cuarto con una mano en mis bolsillos mientras bajo las escaleras.
En el camino me encuentro a Christian quien viste su elegante uniforme con un pequeño intercomunicador, me mira bajar las escaleras sin ninguna expresión en su rostro.
—Buenos días Eliane— saluda cuando llego hasta el.
—Buenos días— Le devuelvo el saludo y camino hacia la salida de la casa.—La universidad se llama Bienneded ¿no?—Pregunto mientras subo al auto y me posicionó en el asiento del copiloto.
Entra también en el auto y lo enciende.
—Si.— afirma y yo asiento
—Antes de llegar estaciona en un café — Le pido y el no voltea a verme simplemente asiente a lo que yo arrugó un poco la nariz y ladeo un poco los labios confusa.
—¿Pasa algo?— Pregunto debido a su actitud hacia mi.
—En lo absoluto — Contesta sin dejar de mirar al frente.
Bien., si no quiere hablar pues no hablaremos, lo ignorare por completo... Saco mis audífonos del bolso y los coloco en mis oídos al tiempo que los conecto a mi móvil.
De inmediato se empieza a reproducir Taylor Swift y me olvidó de todo al menos por un segundo.
✨. ✨. ✨.
En el camino paramos por un café pero la actitud de Christian hacia mi seguía igual y no estaba dispuesta a preguntar de nuevo.
luego de un rato llegamos a la universidad y bajamos ambos del auto, para después sentir casi se inmediato las miradas de todos sobre nosotros.
Comienzo a caminar a la entrada, ignorando a todas las miradas curiosas que siento sobre mi, con Christian siguiéndome los pasos.
Entramos y decidimos sentarnos en una banca mientras pasamos desapercibidos.
—Que sofocante— Susurro despacio para mí.
— Demasiado a mi parecer— habla el mientras miramos a todos lados y en eso vemos como una persona se acerca a nosotros.
Cuando pienso en ponerme de pie ya Christian lo ha hecho interponiéndose entre el sujeto y yo, con mirada severa y desconfiada.
El sujeto se postra ante nosotros con nerviosismo en su mirada y empiezo analizarlo de arriba a abajo.
—¿Puedo hablar con usted señorita Eliane?—habla aquel sujeto a lo que yo intento negar pero antes de poder siquiera pensarlo ya Christian se encuentra hablando.
—En lo absoluto, estoy encargado de no dejar ni por un solo segundo a la señorita sola y menos si es con alguien que no conoce, así que mantenga distancia de ella y nos ahorraremos muchas cosas ¿vale?—Escupe sombrío hacia el hombre que de inmediato retrocede dos pasos y mira al piso con pena.
—lo siento... solo.., quería presentarme ante la señorita.., y asignarle el salón donde tomara sus clases — explica el sujeto tartamudeando debido a la manera intimidante y defensiva en la que habla mi guardaespaldas.
—pues hagalo conmigo aqui— Dictamina y yo solo estoy como una estúpida escuchando la conversación que llevan sobre mi.
—Ya es suficiente — Le susurro despacio, y trato de rodearlo ya que al tenerlo al frente no me deja ver al señor delante mio.
Cuando por fin logro pasarlo, lo amenazó con la mirada y el alza los brazos en señal de rendición.
—Puede decirme lo que necesite señor — digo mirándolo, se trata de un señor canoso de una sesenta y tantos de tez blanca y rostro amigable.
—Oh, mi nombre es Antonio Gerlok y soy el director de la universidad, su salón será el primero que se encuentra al subir el ascensor y estará bajo la tutoría de el profesor Vicent Bonadotti.— Informa aún viendo con nerviosismo a Christian
—muy bien algo más — Cuestiono y el niega.
Le hago una seña a Christian para irnos y el me sigue al ascensor.
En camino pienso que mi padre hizo lo todo lo posible porque todos supieran quién soy yo y de quién soy hija.
No pasa desapercibido el nerviosismo de las personas cuando me ven pasar y eso no es nada satisfactorio para mí.
Ya en el ascensor me atrevo a hablarle.
—Mantén un perfil bajo y a menos que sea necesario usa las amenazas, en otro momento guárdalas para despues.
—Lamento tener que desobedecerle esta vez, no soy tu amigo soy quien cuida tu seguridad y si para hacer eso tengo que amenazar hasta a el sol lo hare ¿Puedes vivir con eso?— se gira viéndome con altivez y mis dientes se cierran con fuerza mientras mi mandíbula se aprieta
—Solo mantén un perfil bajo— Termino de decir a lo que el no responde.
Cuando llegamos arriba notó lo que será mi cárcel por las próximas horas.
—¿Todo bien?— pregunta ante mi mutismo y mi inmovilidad.
—Eh si... Todo está bien— Camino hacia el salón con el detrás y toco la puerta.
Escucho un adelante y abro la puerta para encontrarme con mis nuevos compañeros y quién será mi profesor
—¿Nueva?— pregunta el profesor ante mi silencio a lo que yo asiento diciendo mi nombre como respuesta, su mirada se dirige a mi acompañante y lo aclaro de inmediato.
—guardaespaldas— Susurro a lo que el asiente.
Nos deja pasar cerrando la puerta detrás de nosotros y las miradas de nuevo están en mi y en Christian.
—Chicos ella es Eliane Croffman su nueva compañera — se limita a presentar el profesor con voz gruesa a lo que todos contestan con un bienvenida.
—Siéntate por ahí — Indica señalando dos puestos libres y lo hago.
Cuando al fin estoy sentada empiezo a analizar a mi profesor más detalladamente.
Cabello negro y ojos verdes, una mandula marcada resalta y sus labios son rosados y atrayentes, lleva puesta una camisa blanca de botones ceñida a su tórax y un pantalón negro tallado.
Hombros Anchos, espalda recta y mirada severa.
Sus ojos verdes se pasean por todo el salón y terminan observándome a mi, su mirada sube y baja varias veces por mi cuerpo, mostrándose intimidante.
Es que acaso ¿no podía ser un ancianito de cincuenta y tantos con canas y arrugas?
—¿Puedes sentarte y dejar de mirar así a el maestro?— Mascullo cuando noto que christian no le quita la mirada intimidante de encima.
El Me mira y se sienta a mi lado para después comenzar a hablar.
—No me da buena espina— susurra en mi oído.
— Pues, cuídame todo lo que quieras, pero deja de mirar de esa maldita manera a todo el mundo ¿bien?— cuestiono en su oído y el asiente no muy convencido.
—¿Podemos comenzar con la clase?— Pregunta el profesor, mirándome con una ceja alzada y no puedo evitar tragar grueso.
—Eh... Si., profesor— Indico y el mira de reojo a la persona a mi lado.
—Bien— contesta.— Buenos días a todos mi nombre es Vicent Bonadotti y seré su maestro hasta que terminen su aprendizaje, soy una persona de muy poca paciencia asi que les aconsejo hagan todo lo que les indique al pie de la letra... Y si alguien no esta dispuesto a aprender a mi manera, ¿que creen? Que vaya a lloriquear con su mami y salga de mi clase, Ahora....— vuelve a hablar, dejándonos a todos con un mal sabor en la boca, su forma de hablar es dura y directa, mira a todos como si pudiera ver a través de sus ojos, su altura y porte nos indican no movernos del asiento en ningun momento.
vaya mierda, clases con un dios griego de profesor y otro dios griego de guardaespaldas.
¡Que felicidad...!
¡Que no pase desapercibido el sarcasmo por favor!
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