Por el lado de Min-Jae estaba ansioso, había mandado a lustrar ya 5 veces el piso, los empleados no entendían.
¿Acaso llegaría un gran inversionista?
Y no, no se trataba de un gran inversionista.
Solo se trataba de Lee Jae-Hyun.
Aun así no entendía por qué se empeñaba tanto en agradarle a aquel tipo.
Bueno, en realidad si lo sabía... pero nadie tenía que enterarse... no aún.
Sam Williams
Song... estás bien?
Preguntó al verlo desesperado intentando cuadrar en un ángulo perfecto una maceta que ni él mismo había notado estaba ahí.
Song Min-Jae
S-Sí, claro que estoy bien, por qué no estaría bien? Qué no me veo bien?
Caminó con rapidez hacia su oficina inspeccionándose en el espejo... se veía horrible.
O eso pensaba él
Sam Williams
Te vez bien, pero... por qué estás tan nervioso?
Song Min-Jae
¿Nervioso? No estoy nervioso, ¿quién está nervioso? ¡Tú estás nervioso!
Sam rió por la actitud de su amigo, ni siquiera cuando el primer inversionista que contactó con ellos llegó a la empresa estaba tan nervioso.
Sam Williams
¿Quién viene?
Song Min-Jae
E-Es... el hermano de Ji-a
Sam Williams
Y te da miedo?
Song Min-Jae
¿Miedo? No, cómo crees que le voy a tener miedo a un tipo que no me mata solo, porque es cura y eso es pecado, pero que si por él fuera, me mata y él mismo hace el sepelio.
La ruidosa carcajada de Sam retumbó en el lugar contagiando un poco a Song y aliviando de una u otra forma un poco sus nervios.
Dos suaves toques en la puerta se oyeron y Min-Jae dio el permiso a que pasara.
secretaria
Señor Song, lo busca el señor... Lee Jae-Hyun, dice tener cita con usted.
Song Min-Jae
¡¿Ya llegó?! ¿Dónde está? ¿Ya le ofreciese algo?
secretaria
No señor.
Song Min-Jae
ENTONCES, PARA QUÉ TE PAGO? QUITATE!!!
La chica dio un pequeño salto asustada, era la primera vez que su jefe, en el tiempo que llevaba trabajando ahí, le gritaba.
secretaria
Qué le pasa?(preguntó la secretaria a Williams).
Sam Williams
Digamos que... Un emisario del señor viene a visitarnos, y él no quiere ser enviado al infierno, aún...
La secretaría quedó aún más confundida, un emi qué?
Se suponía Jae-Hyun estaba en la sala de espera de la oficina, así que antes de cruzar la puerta, sacudió el polvo inexistente en su traje, inhaló profundo y cambiando su expresión de miedo, por una coqueta y confiada, cruzó la puerta.
El pelinegro por inercia volteó su rostro al escuchar la puerta abrirse divisando al instante la presencia imponente de Song Min-Jae... lucia bien, no iba a negarlo.
Song Min-Jae
Jae-Hyun, cómo estás? Ya te ofrecieron algo?
Song Min-Jae
Cuestionó el rubio extendiendo su mano hacia el pelinegro, era casi impulsivo, se había vuelto su nueva necesidad entablar algún tipo de contacto físico con el mayor, sus manos eran realmente suaves aunque algo frías y no podía dejar de imaginarlas adornando su blanquecino tra...
Lee Jae-Hyun
Hola, emm no, pero estoy bien(Song asintió)
Despojándose del aturdimiento, invitó a Lee a pasar a su oficina logrando desde atrás inhalar aquel exquisito aroma varonil que caracterizaba a Lee... simplemente cautivador.
Luego de cruzar la puerta y cerrarla con seguro, asegurándose de que Lee no notará aquello, se acercó desplegando sus manos sobre los hombros del pelinegro sobresaltándolo un poco.
Song Min-Jae
Déjame te ayudo con esto~
Habló en un tono suave mientras retiraba el chaleco del mayor dejando un poco más expuesta su amplia y robusta espalda, colgó la prenda en el perchero y lo invito a tomar asiento en el sofá.
Lee Jae-Hyun
Traje esto, es que no he desayunado y pensé que sería buena idea compartir ... no sabía que te gustaba así que traje de todo un poco, te gusta el café?
Song Min-Jae
Me fascina el café, sobre todo el ice americano.
Lee Jae-Hyun
A mi igual.(Dijo con naturalidad el pelinegro)
Mientras, Min-Jae sentía derretirse ante aquella bella sonrisa que esperaba ver más seguido y por aquel pequeño presente.
No Song, no te distraigas del plan.
Song Min-Jae
¡Vaya! Apenas empieza el día y ya me entero que tenemos algo en común, esto pinta bien, ¿no crees?
Lee Jae-Hyun
Sí, ya lo creo (No, en realidad eso le generaba más desconfianza).
Y si Min-Jae solo estaba fingiendo para caerle bien?
Song tomó la bolsa en sus manos abriéndola, dejando que el exquisito aroma a pan recién horneado inundará sus sentidos.
Jae-Hyun le brindo uno de los cafés y...
Lee Jae-Hyun
Espero no te moleste, pero tengo que bendecir los alimentos.
Song Min-Jae
Para nada, hagámoslo juntos(Con atrevimiento tomó las manos del mayor y cerró los ojos dejando escuchar la voz del pelinegro mientras agradecía por aquellas delicias).
Lee Jae-Hyun
Ahora sí podemos comer.
Min-Jae sonrió suavemente y para su sorpresa, Lee no sintió aquella sonrisa como algo incómodo o falso, era más bien... cálido.
Tal vez y todo era paranoia suya desde el principio
Terminaron de comer y Song le pidió que fuesen a dar un tour por la empresa.
Song Min-Jae
Y esta es la plata de evaluación, aquí revisamos que los alimentos estén en óptima calidad para poder exportarlos... qué te parece hasta ahora?
Lee Jae-Hyun
Sin duda me quedo mejor como sacerdote, es un trabajo muy duro y de admirar.
Song Min-Jae
No lo creo, ha de ser difícil cargar con la culpa de las confesiones pecaminosas de todo mundo, apuesto que te cansas de ello...
Lee Jae-Hyun
A veces, claro, pero es mi labor y si de alguna forma las personas se sienten mejor consigo mismas después de confesarse conmigo, solo me queda escucharles.
Song Min-Jae
Tan gentil (Dijo para sí mismo) Y... yo podría confesarte algo?
Lee Jae-Hyun
Claro, tu secreto está a salvo conmigo
Con distinción camino hacia el castaño colocándose a sus espaldas tan cerca de su oído que Jae-Hyun pudo sentir el leve rose de su nariz contra su cuello.
Song Min-Jae
Me encantas~...
Jae-Hyun giró aturdido por la confesión, ¿había escuchado bien?
Song Min-Jae
Hablo... de tu perfume(Aclaró el rubio)Sin duda esa fragancia me encanta.
Claro, el perfume. Sí, eso era a lo que se refería
Lee Jae-Hyun
Si tanto te gusta, puedo conseguirte uno
Song Min-Jae
No es necesario (Colocó su mano en el hombro del mayor hablando nuevamente a su oído) Es más divertido sentirlo de tí~
El rostro de Lee ardía, que era todo eso? Aquella situación estaba tornándose demasiado... sí, eso.
Y Min-Jae lo notó, sobre todo al ver sus orejas bañadas en un tono carmesí, rió bajito como una señal de victoria, había conseguido poner nerviosos al mayor... y se veía tan bien de ese modo.
Pero a Lee no le parecía muy cómodo aquello, y agradeció a todos los Santos que su teléfono haya sonado en aquel momento.
Lee Jae-Hyun
S-Sí, bueno?
Jeong-Sung
Señor Lee, habla Jeon-Sung... las hermanas del convento central han avisado que ya están en el hotel, y pidieron verlo lo antes posible.
Lee Jae-Hyun
Sí, ya voy para allá... gracias, niño.
Y más que un agradecimiento por avisarle, era por darle una excusa para escapar de aquel oasis de travesura, vestida en telas de inocencia, que planeaba trastornar su mente con aquellos viles juegos de tentación poco disimulada.
Lee Jae-Hyun
Yo... me temo que tengo que irme, surgió algo en la parroquia.
Song Min-Jae
Es una lástima, pero bueno... otro día podremos terminar lo de hoy.
Lee Jae-Hyun
¿Falto algún lugar por recorrer?
Song Min-Jae
Sí... mi apartamento.
Lee abrió en demasía sus ojos, mientras Jisung parecía muy divertido con la situación.
Song Min-Jae
Pero ya tendremos tiempo para ello.
Min-Jae estrecho su mano con la del pelinegro e indicó a uno de sus trabajadores que acompañase al señor Lee al estacionamiento.
Todo estaba más que claro.
Lee no volvería a cruzar palabra con aquel rubio, aunque su hermana muriera por ello, no volvería a pisar ese lugar... no los casaría... no vería más a Min-Jae
Comments
Thapir
👍
2024-01-22
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