Verdades Ocultas

Verdades Ocultas

Capitulo 1

En una escuela común se encontraba una niña que parecía de tan solo seis años, la niña tenía en su cabeza orejas de... ¿de gato?, ¿Y una cola de perro también?, Bueno... Su cabello era color azul y en el medio hasta el final tenía un color verde agua, aquella niña se veía preocupada, tan preocupada que hasta murmuraba cosas en voz alta.

—tranquila, nada malo ocurrirá, piensa en positivo—murmuro aquella ojisrosa. Pero luego de pensar un poco entrecerró los ojos—, ositivamente algo malo ocurrirá.

La ojisrosas dejo de lado sus pensamiento negativos y solo siguió su camino, pero se detuvo un momento al darse cuenta que no sabe donde está su aula, ella no sabía por una simple razón: al inscribirse los demás no la trataban con propiedad al saber que especie es.

—he... Me perdí—dijo desanimada.

¿Debería pedirle indicaciones a alguien?.

Pensó, pero luego de pensarlo mejor comenzó a plantearse más preguntas que hacían quedar en duda aquella idea.

¿Pero si me preguntan que soy?, ¿pensaran que sólo soy un maldito fenómeno? ¡Ag!.

la cara nerviosa de la niña cambio bruscamente al soltar un gran suspiro.  Miro el suelo un rato e inalo y exalo para calmarse un poco.

Devo pensar menos eso me hace daño.

Los ojos de la chica se posaron en dos figuras. Dos niñas más que estaban hablando entre ellas tranquilamente.

—tal vez... ¡No! Debo hacerlo—y con valor comenzó a acercarse a ellas.

Ojos negros como la noche, su cabello rosa con un poco de color celeste en el medio, arriba orejas de gato y para lucir más linda su cabello estaba sueltos sin la necesidad de atarlo con una coleta, el típico uniforme escolar de colores blanco y azul mientras mostrando una cola de gato color rosa. Se veía muy hermosa y amable pero... las apariencias no siempre importan.

Ojos azules fuertes, hasta se podrían confundir con un negro oscuro, cabello rosa muy igual al de la otra chica con una diferencia de que un poco más claro y en el medio tiene un color crema, rara combinación, en su cabeza tenía orejas de oso, también tenía una cola de la misma especie que se asomaba en el uniforme de la escuela, su uniforme sólo era un conjunto de azul oscuro con blanco junto con una falda igual, no mostraba las piernas por unos pantalones que la cubrían, Era muy diferente a la otra chica por: sus cabellos, especie, uniforme y ojos. Pero había ciertas cosas que las hacían iguales.

La de ojisrosas aún dudaba de si preguntar o no. Pero se armó de valor para tocar el hombro de la de ojos oscuros para llamar su atención.

—¿Se te ofrece algo?—pregunto la de ojos oscuro mientras hacia una sonrisa forzada que la ojisrosa no noto.

—h-he si, me e perdido. Soy n-nueva y...—la ojisrosa sacudió su cabeza al darse cuenta que solo balbuceaba cosas que ni ella entendía—Directo al grano, ¿No saben donde está el salón 1B?.

La cara de la chica de ojos oscuros  cambio a una cara de asco que hizo que la ojisrosas baje un poco sus orejas.

—¡¿eres uno de esos monstruos?!—grito con enojo mientras la otra chica de ojos azules miraba a la ojirosas con la misma cara de enojo que su compañera. Aquellos rostros hicieron dejar en completo silencio a la peliverde por unos largos minutos.

—Creo que si—contesto apartando la mirada y bajado ya completamente sus orejas.

La mirada oscura de la chica no cambio hasta que miro a la de ojos azules la cual asintió con la cabeza. Se notaba que planeaban algo pero la ojirosas no pudo ver esas acciones ya que su mirada aún seguía apartada mientras se mostraba algunos sentimientos en ella.

Enojo y tristeza.

Enojo.

Por la clase de persona que es.

Y triste.

Por la clase de persona que no pudo ser.

La ojisrosas intentaba no llorar, era muy sensible con esas clases de temas pero las siguientes palabras de la de ojos oscuros se lo dificultó demaciado.

—por cierto, ¿como estás con el tema de tu madre?.

La de ojos rosas estaba sorprendida. Sin palabras, le diriguió la mirada a la chica con los ojos muy abiertos.

—veo que ya sabes de lo que habló.

La ojisrosas no reaccionaba, se quedaba parada con su miranda clavada en la chica. Su cabello de colores verde y azul comenzaron a tornarse oscuros. Con pasos lentos retrocedió para alejarse de ella pero mientras retrocedía, la chica caminaba con pasos lentos hacia ella. Los pasos de la ojirosas se detuvieron al sentir el tacto del suelo. Un fuerte dolor se hizo presente en su espalda e hizo lo posible para no gritar o llorar del dolor.

—eres sólo un error, no debiste nacer. Los de tu especie sólo son un estorbo para nosotros, gente a tenido que morir por su maldita culpa. ¡Tu madre no tubo que morir!, ¡Tu debiste de estar en su lugar!, ¡Tú tenías que morir en su maldito vientre!—grito molesta sin importarle para nada el estado de vulnerabilidad en el que se encontraba la peliverde.

Esos ojos color rosa se comenzaron a inundar de agua salada que se desbordaban por sus mejillas. Ya se le eran costumbre estas cosas a la pequeña peliverde pero por más veces que pasen sigue doliendo.

—¡Perdón!, S-se que todo es mi culpa y-y lo tengo en cuenta—y la niña se cambió de posición para estar en una fetal—, ¡Tengo conciencia de ello, lo tengo!—continúa diciendo mientras lloraba más fuerte.

Sólo un silencio se hizo presente. La chica de ojos oscuros no estaba para nada convencida o satisfecha. Su semblante se empezó a poner más frío y serio.

—un perdón no arregla nada—dijo y levantó una de sus piernas para estar dispuesta a golpearla con la misma a aquella inofensiva peliverde.

Lo que no sabían las tres chicas presentes, era que había una persona mirando toda la escena desde el principio. En un rápido movimiento, el personaje misterioso se pone en el medio y se quita la capucha, al quitarse la capucha se pudo comprobar que era una mujer. Sus ojos eran raros, de diferente color; el derecho rojo lo mas parecido a sangre y el izquierdo blanco como las mismas nubes o como lo que muchos llamaban "la nada", su cabello era azabache y terminaba en sus hombros, arriba a demás de tener sus orejas de perro—que no eran muy notarias— había unos cuernos raramente del mismo color que sus ojos pero con la única diferencia de que los colores están en distintos lados. Lo que llevaba puesto era un suéter suelto y un poco ancho junto con unos pantalones, se podía ver su cola de perro y unas especie de alas en la parte de atrás colores negras las cuales estaban extendidas muy alto.

—¡Alejense de ella!—ordeno aquella azabache  y sus dientes se asomaron. Aunque no eran demasiado filosos... Una mordida con ellos dolería demasiado.

—¡Corre!, ¡Es uno de esos fenómenos!—grito la de ojos azules oscuros intentando que la de ojos negros reaccione y comienze a correr lo cual funcionó porque la de ojos oscuros grito desesperadamente y al igual que la de ojos azules sus piernas empezaron a moverse automáticamente para salir de allí a las corridas.

La chica de ojos extraños comenzaba a reír para que las chicas se asusten y corran más rápido para irse de ese lugar pronto y tal como lo pensó, si funciono. Al no ver a las abusivas, la de ojos extraños miro a la ojisrosas la cual estaba igual que antes, llorando en el suelo con varias lágrimas resbalando por sus mejillas hasta caer al suelo pero está vez estaba temblando.

¿La abre asustado?.

Pensó con sorpresa aquella azabache. No sé fijo el estado tan sensible en el que se encontraba la ojisrosa por eso se sorprendió al verla.

¡Da igual!, ¿Desde cuándo me importa lo que los otros piensan?.

Y a pasos lentos se acerco a ella.

—oye, ¿Estás bien?—pregunto y se agachó para estar cerca de la peliverde.

—e-es m-mi culpa—siguió diciendo la contraria, aún con lágrimas en los ojos—, perdón.

—hey, no es tu culpa. No te sofoques a-

—¡Si es mi culpa!—grito y se sentó de rodillas mirando a la azabache—, ¡Ella no hubiera terminado así si yo no hubiera nacido!.

—tranquila, no pierdas el control.

Esas palabras hicieron poner muy estresada a la chica de las de ojos rosas. Recuerdos le pasaban por su mente, recuerdos horribles, tristes y terroríficos que dejo aún lado, recuerdos que fueron la razón de sus llantos por la noche, los culpables que hacían creer que ella era la culpable cuando era la víctima de esos recuerdos. En ese momento, en las manos de la ojisrosas comenzaron a salir unas garras filosas y sus orejas se hicieron más peludas y cortas.

—no dejes que te domine el miedo y la tristeza—seguía hablando la azabache intentando así que la contraria deje de sentirse tan estresada o alterada.

La ojisrosas con cada palabra que decía aquella chica solo la hacia sentir peor haciendo que por último salgan unas alas parecidas a las de un murciélago pero con unas púas en los costados dónde terminan. Eso ya le agotó la paciencia a la de ojos extraños. Su cara cambio a una de enojo y le fue inevitable gritarle.

—¡¿Acaso quieres morir?!.

La ojisrosas solo bajo sus orejas, cola y alas para quedar completamente en silencio. Un acto que sorprendió a la azabache y dejo sin palabras. La azabache se sentó a 2 centímetros de distancia de la peliverde y soltó un gran bocado de aire.

—yo... Lo siento—y al decir eso se acerca un poco más a la ojisrosas quedando ya a 1 centímetro de distancia—. Solo... Es que... No quiero que nadie pase por lo que yo pasé—siguió hablando mientras formaba una abrazo—lo siento, no era mi intención hacerte sentir así.

Ya no había centimetros, la distancia ya no existía. Aquel fue un acto que sorprendió demaciado a la ojisrosas. Las palabras de la chica desconocida la hacían sentir triste pero protegida al mismo tiempo. Sin saber que hacer, solo correspondió el abrazo y apoyo su cabeza en el hombro de la azabache sintiéndose más aliviada.

Sus garras desaparecieron junto con sus alas, el color de su cabello volvió a su color azul con verde agua mientras que sus orejas volvieron a ser grandes y menos peludas. La azabache al ver que la ojisrosas estaba calmada se levantó y extendió su mano para ayudar a su contraria para que este de pie, la cual acepto la ayuda y se levantó con un poco de dificultad pero al menos estaba bien. Al estar de pie, los ojos rosas se clavaron en los ojos de distinto color de la azabache. Nunca había visto algo así, pero al verlos le parecieron fantásticos. En cambio, la azabache al ver los ojos de la contraria se sorprendió. Sus ojos eran de distinto color, el derecho era color rojo y el izquierdo de su color natural, rosa.

se ve que en la transformación sus ojos cambiaron de color. Un minuto más y perdía el control.

—¿Pasa algo?—pregunto la ojisrosas con incomodidad. Sacando de sus pensamientos a la de ojos extraños.

Cuando la azabache iba a abrir la boca para responder el ruido agudo del timbre se escuchó por todo el pasillo sobresaltado a la ojisrosas que pego un pequeño brinco.

—olvídalo—dijo en un suspiro y se volvió a poner la capucha del abrigo que tenía. Miro a la contraria por unos segundos para luego hacerle una seña para que la siga.

(...)

La chica de capucha se detuvo y se dispuso a mirar a los ojos a su acompañante lo cual empezó a poner nerviosa a la contraria al pensar que tenía algo malo. Al mirarla, la encapuchada noto que los ojos de la chica volvieron a la normalidad. El ojo rojo ya no estaba, en lugar estaba un color rosa. La azabache solo aparto la mirada y se dirigió a la puerta del salón y la abrió mostrando a un hombre. Aquel hombre parecía tener unos 35 años. Su cabello era rubio con un mechón verde, sus orejas eran las de un oso, usaba lentes y uniforme que parecía ser los que usan los profesores.

La expresión del rostro de aquel hombre no parecía ser de alegría.

—miren nada más quien llegó tarde—anuncio con una sonrisa falsa—, ya encerio, ¿Cuál es la escusa de hoy?—pregunto mirando a la encapuchada.

—Lizi y Luz molestaron a...—y la azabache se detuvo para mira a la ojisrosas—esta indefensa alma—apunta a su compañera—por eso exijo justicia.

El profesor solo miraba a la chica con una ceja levantada y la ojisrosas con una cara confusa.

—propongo—y en su boca se formó una sonrisa—¡Una ejecución!.

—... Luan, ve a sentarte y deja que ella hablé—ordeno mirando a la ojisrosas.

—como sea—murmuro con poco interés mientras se retiraba.

La recién nombrada solo se fue, dejando sola a la ojisrosas la cual comenzó a tener nervios.

—vamos pasa, no seas tímida y cuéntanos lo que pasó—animo el profesor con una sonrisa.

La ojisrosas con un poco de confianza se adentro al aula y noto que no solo eran ella, el profesor y la tal "Luan", en uno de los pupitres delanteros se encontraban sentados dos chicos más, los cuales la miraban con una sonrisa. Bueno... Solo uno de ellos.

El primero tenía el cabello hasta la nuca y en la parte frontal lo tenía más largo, su ojo era de un color raro, era como rojo o marrón pero solo se le veía el izquierdo ya que el derecho lo cubría con la parte larga del cabello, el color del cabello lo tenía de un color muy raro que la peliverde nunca vio; rosa con puntas celeste y mechón amarillo. No puede faltar sus orejas de conejo y su cola de... ¿Zorro?, Por aquel color tan raro la ojisrosas no identificó bien que era, puede ser un zorro o hasta un lobo, quien sabe pero lo más interesante era el color fucsia de esa cola.

El segundo chico tenía el pelo corto y sus ojos eran de una forma muy circular, eran de un color con apariencia morada pero un poco más oscuros, sus orejas parecían ser que eran de zorro y su cola de...

¿Galagidea?, especie nocturna que son de África, es muy raro verlo en este lugar y más de día.

Pensó la ojisrosas, pero otra cosa que le pareció raro era su color de pelaje, era de color verde oscuro, en las puntas de su cabello naranja oscuro, la cola que tanto le sorprendió ver era de color crema con líneas rojas, otra cosa que le llamo la atención a la ojisrosa fue el tapabocas negro que usaba.

—bien, ahora preséntate y dinos cuál es tu nombre, tu clase y si quieres, tu especie también—dijo el profesor sacando a la chica de sus pensamientos.

—bueno... Mi nombre es Lily y... Soy de la clase 1B—se presento Lily con un sonrrojo. No era de presentarse en sus escuelas y no estaba segura si está era la segunda vez que se presentaba luego de mucho tiempo.

—bien, en ese caso, bienvenida al salon 1B—dijo con una sonrisa cálida el rubio.

—¿Este es mi salon?—pregunto confusa a lo cual recibió un asentimiento de cabeza como respuesta—oh...—y en su cara apareció una sonrisa tierna—ojala ser una buena compañera y alumna en este lugar.

—seguro lo serás Lily, mi nombre es Fede y ellos son Sebas—apunto al pelirosa—, Will—apunta al de tapaboca—y Luan que ya la conoces—y luego de apunta por último a la azabache, miro a Lily la cual saluda a los otros dos chicos.

—Tengo una duda—dijo Lily mirando al profesor.

—¿Cuál?—pregunto el contrario con curiosidad.

—¿Aquí critican a la gente por la especie? O... ¿Por la clase de persona que es y fue?.

El silencio no se pudo evitar hacerse presente. Fede por unos minutos se quedó en completo silencio pero luego termino soltando un gran suspiro.

—la verdad... Si—contesto el rubio apartando la mirada.

Los tres menores apartaron la mirada y bajaron sus orejas junto con sus colas, pero Fede. Por otro lado. Sonrió.

—pero en este lugar siempre serás bienvenida y te apoyaremos cuando necesites ayuda. Seas lo que seas, siempre vamos a estar ahí para ti.

—gracias—agradeció Lily con una sonrisa y volvió a elevar sus orejas—, y... Sobre mi especie... Soy un Catperr—confeso con una sonrisa a medias.

—tu especie es muy común, pdero no se ven mucho por que... Ya sabes, la reglas del odio mutuo que se tienen los felinos y caninos—comento sonriendo.

—si...

—¿Pero tu mamá es felina y tu papa canino? ¿o al revés?.

—no, mi madre era un catperr, mi abuela felina y abuelo canino, pero... mi padre es... Un demonio.

Todo el aula se inundó de silencio

No se escuchaba ni un ruido, ni siquiera una mosca. Lily creyó que así seguiría todo y estaba a punto de hablar pero por fin el silencio se acabó.

—¡¡¡SIIII UNA NUEVA EN EL GRUPO!!!—grito el pilirosa, levantó su asiento y lo lanzó  pero le terminó golpeando a Will—¿y a ese que le pasó?—pregunto mirando al de tapabocas en el suelo y adolorido.

—eres un idiota—lo regaño el rubio apareciendo repentinamente atrás del pelirosa para luego golpearlo en la cabeza.

—p-pero ¿cómo es que?—pregunto Lily super confundía al ver cómo repentinamente el rubio estaba parado cerca de Sebas siendo que hace unos segundos estaba junto a ella.

—un mago no revela sus secretos—fue lo único que recibió como respuesta de parte del rubio.

—es un hechizo de teletransportación—confeso Sebas frotando con su mano la parte donde fue golpeado.

—wow, ¡Amo este lugar!—exclamo Lily emocionada mientras sonreía.

Fede se quedo un rato en silenció al escuchar el timbre de la escuela haciendo eco por todos lados.

—vallan al descanso y luego vuelvan—ordeno mientras caminaba hacia su escritorio, pero detuvo sus pasos para mirar al pelirosa—y Sebas, ¡No te metas al baño de mujeres!—grito enojado.

—¿Disculpa?, yo soy un ciudadano y estudiante responsable, nunca aria tal cosa que involucra una cosa tan per-

—sólo no cometas una locura—y sus pasos siguieron su camino.

(...)

Habían unos chicos sentados en una banca con una vista muy buena del exterior del lugar, parecía que estaban en una clase de terraza.

—¿Crees que quiera ser nuestra amiga?, Se ve de confianza.

—habla por ti. Hasta el más mínimo demuestro de confianza te matara—contesto fría una azabache que tenia la mirada perdida.

—no seas asi y si eso es verdad, ¿Por qué somos amigos?.

—literalmente no quería ser tu amiga, pero me habías dejado sin opciones.

—por la fuerza de la amistad—dijo el pelirosa y se aferro de la parte donde tenía ubicado su corazón en una pose exagerada.

—no, en realidad fue porque me seguiste a mi casa y el mismo día a las 3 de la mañana comenzaste a lanzar rocas a mi ventana la cual aún sigue rota—sus ojos se clavaron en el pelirosa para dedicarle una mirada fulminante—solo para seguir repitiendo: "¿Podemos ser amigos?".

—ay si, que lindos recuerdos—dijo para sacarse una lágrima falsa.

La chica con enojo solo aparto la mirada para mirar al otro presente—¿Qué piensas al respecto Will?—pregunto solo se le quedo observando al recién nombrado que escribia en un papel para luego extenderselo a la azabache la cual no duda en tomar el papel y empezar a leerlo en voz alta—"Mi opinión es que tienes miedo de que nos pase algo y que no quieres admitir que no hay alma tan pura como Lily". ¡Eso no es verdad!—grito y miro a Will con una mirada furiosa.

El peliverde solo rodó los ojos y le arrebato el papel a la azabache para escribir en el y dárselo de nuevo a la chica.

—"Aunque luego digas lo contrario, sabes perfectamente que es verdad, pd:Sebas también me siguió a mi casa y mi madre le dio con la escoba pensando que me estaba acosando y era un pervertido jaja".

—lo malo es que la mamá de Will golpea super fuerte y después se le unió su abuela y todas las otras madres del barrio—menciono Sebas recordando aquel momento con una cara de horror.

—hicieron lo correcto.

Will asintió con la cabeza haciendo que el pelirosa haga una mueca.

—y a lo que escribiste, es cierto y estoy segura que no hay persona tan buena, ni yo me considero una buena persona pero se que sólo se quiere ganar nuestra confianza para luego atacarnos por la espalda.

Will con cierto enojo, le arrebato el papel a Luan para escribir otra cosa y se lo da a la azabache nuevamente.

—"Nadie es bueno en su punto de vista, tu te consideras mala persona por las cosas que cometiste en el pasado y por ser así, pero tu no eres mala persona por los errores que cometiste, te vuelves mala persona cuando no te arrepientes de ellos" Deberías ser poeta.

—razón no te falta—afirmo Sebas.

El peliverde fulminó con la mirada a los otros dos y apunto de nuevo el papel.

—bien, bien, pero hablando encerió, ¿Tu que sabes de ella?, ¿La conoces?, ¿Sabes lo que es?, no sabes nada de ella, y además, no sabes su forma de pensar, no sabes de lo que piensa o quiere hacer.

El peliverde le arrebato el papel a la azabache y escribe rápidamente en el para dárselo desesperadamente a la chica.

—hey, más lento que si leo quiero leer algo que no este mal escrito—la azabache tomo entre sus manos el papel y volvió a leerlo—"tu también no la conoces y no sabes su forma de pensar. Tal vez ella no se considera buena, tal vez ni siquiera se da cuenta lo amable que es, tal vez piensa igual que tu. Sabes perfectamente que les pasa a los Nekos que se juntan con uno de las tierras de Demonios o Ángeles y más si de su vientre hay una criatura inocente involucrada en toda esa regla y castigos, sabes perfectamente lo que se siente liviar con ese peso de culpa. Los niños son separados de su madre o padre y los ven morir en su maldita cara y el/a de las otras tierras sólo se aparta de su hijo sin llevar ningún castigo pero esta con la orden de que nunca vuelva a las tierras de los Nekos". ¿A qué quieres llegar con todo esto?—el de tapabocas le apunta el papel haciendo que la chica lo mire de nuevo—"Pero sabiendo todo eso la pregunta es, ¿Por qué ella no está de igual forma?, puede que nos ataque por la espalda, pero también puede ser que sólo quiera sentir el amor de un ser querido y tener a alguien importante en su vida como un amigo"—la azabache solo suspiro frustrada—. Ag, bien lo tendré en cuenta, pero no dije que si—y su mirada se clava en Will el cual tenía una expresión feliz.

-—¿Entonces puede ser bienvenida al grupo?—pregunto Sebas feliz.

—no dije eso, sólo dije que puede ser su amiga pero no dije que puede ser parte del grupo—contesto enojada.

—¿Su? ¿No querrás decir nuestra?—pregunto confundido.

—no, va a hacer su amiga, no mía, no quiero a nadie como amiga, tres ya es un número muy alto.

—¿y uno ya no lo era?.

—eso es diferente.

—es lo mismo.

—hola, perdón por interrumpir p-pero-

—¿tu que haces aquí?—pregunto enojada al ver la recién presente del lugar.

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Comments

Mustelier

Mustelier

Un buen primer capítulo

2024-03-13

3

badboys

badboys

realmente muy interesante no había leído algo tan detallado estoy sorprendido caballero realmente tu primer capítulo Me impactó/Casual//Casual//Casual//CoolGuy//CoolGuy//CoolGuy//CoolGuy//CoolGuy//CoolGuy//CoolGuy/

2024-03-06

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