CAPITULO 11

Una vez en la fiesta Isaac la tomo de la mano y la guío hacia una pareja de ancianos, el hombre estaba en silla de ruedas mientras que la mujer estaba de pie junto a él.

-Mamá, papá, ¿Cómo están? -Isaac dió un beso en la mejilla a sus padres y estos lo recibieron con amor.

-¡Querido, que bueno tenerte aquí! -chillo la madre. -Estamos bien, tu padre ha seguido el tratamiento perfectamente.

-Si hijo, gracias por estar al pendiente. -El hombre mayor tosió y se puso un pañuelo en la boca. -¿Y está preciosa jovencita?

-Ella es Anne Williams, mi novia. -Anne sonrió ampliamente y tomo la mano de ambos viejecitos, la señora jalo su mano y la abrazó.

-¡Querida, pero mírate eres preciosa! -dijo aquella mujer que no cabía de la emoción. -Yo soy Judith y este es mi esposo Greg, somos los padres de Isaac y Eva... ¡Que espera que te conozca! -dijo la mujer aún contenta.

-Es un placer conocerlos y estoy ansiosa de conocer a su hija también. -Anne se notaba apenada, ya no tenía aquella gabardina y en los brazos se le notaban algunos moretones aún, cuando la madre los vio quitó la sonrisa.

-Querida pero, ¿que te sucedió? -Anne abrió los ojos y miro a Isaac que la salvó y respondió el.

-Tuvo un accidente de coche hace unos días, nada grave no te preocupes mamá. -la señora asintió afligida.

-Cuanto lo siento, lo importante es que estás bien. -La mujer tocó delicadamente el brazo de Anne y está no se inmutó pues ya no dolían como antes.

-¿Quien debe estar bien? -Interrumpe una chica no mayor a los veinticinco años.

-Eva ven, ella es Anne Williams y es la novia de tu hermano. -Eva sonrió.

-Un gusto conocerte por fin, Isaac casi no habla así que apenas nos enteramos de ti. -El chico rodó los ojos pero no hablo, Anne rio y respondió a su saludo. -Díganos, ¿Cómo se conocieron?

La pregunta había llegado, Anne miro a Isaac quien la miro despreocupado. -Entre a trabajar a su empresa hace un tiempo y fue amor a primera vista, no podía dejar de mirarme, después me invitó a salir y de ahí comenzó nuestra historia hasta ahora que llevamos cinco meses. -Isaac asintió en señal de aprobación.

-¡Que bien guardado te lo tenías Isaac! -dijo la hermana.

-¿Y la boda para cuando? -Preguntó el señor, Isaac lo miró.

-En un mes papá, justo le pedí matrimonio a Anne y queremos que sea lo más rápido posible. -el papá lo miro orgulloso y luego volvió su vista a su hijo.

-¿Y el anillo? -Isaac se desencajo pues no había pensado en comprar el anillo, por lo que Anne salió a salvar la situación.

-Lo olvidé en casa cuando me lo quité para ponerme este vestido. -el hombre asintió satisfecho ante su respuesta.

Anne, Judith y Eva se fueron a charlar animadamente sobre los preparativos de la boda ¡estaría muy ocupada este mes! Mientras que Isaac se quedó platicando con su papá sobre Anne y demás temas relacionados a la empresa, estaba orgulloso de su hijo pues a sus treinta años volvía a creer en el amor y más satisfecho estaba con la mujer que eligió para ser parte de la familia Harris, Greg no la conocía pero tenía un buen presentimiento sobre la chica. El hombre no podía beber alcohol pero brindo con una copa de agua el logro de su hijo mayor.

A lo lejos, una mujer lo miraba atentamente mientras bebía de su copa de vino y decidió acercarse. -Isaac, eres como un buen vino, entre más pasan los años mejor estás.

Isaac conocía esa voz, volteo la mirada para encontrarse a Kate de pie frente a el, ella tenía una sonrisa dibujada en el rostro, iba a responder pero Anne llegó a su lado. -¿No me vas a presentar a tu nueva conquista? -Insistió la chica.

Anne la miró de arriba a abajo, era una mujer preciosa, tenía todo en su lugar, curvas y una sonrisa radiante, ese vestido rojo le quedaba perfecto a su maquillaje. El hombre estaba sin palabras.

-¿Todo bien? -Le murmuró a Isaac, este con los dientes apretado asintió.

-Bien, como eres tan maleducado me presentaré yo sola. -La mujer extendió la mano dejando ver unas largas uñas acrílicas. -Soy Kate, ex esposa de este hombre y supongo que tú eres su nueva gatita. -Kate sonrió burlonamente y tomo un sorbo de su vino.

-No soy gatita de nadie, y tampoco soy su novia, yo soy su prometida. -Anne vio la mano de aquella mujer y la desprecio, por lo que Kate borró la sonrisa de su rostro. Isaac seguía en silencio mirándola detenidamente. -Nos casamos en un mes, ¿verdad, amor? -el rubio asintió y la tomo de la cintura.

-No pierdes el tiempo Isaac, solo han pasado algunos años. -Menciono la mujer confundida.

-Te pide cambiar al siguiente día si se me antojaba, Kate. -Le dijo Isaac con desprecio. -Te di luto, porque para mí moriste hace muchos años.

Sin decir una palabra más Isaac se llevó a Anne de ese lugar, situandose al lado de su padre. Anne sabía que no podía hacer preguntas, no era su asunto pero tenía ganas de saber que era lo que había pasado.

El resto de la velada fue excepcional, hubo brindis, una cena deliciosa y muchas fotografías. Las miradas de Kate no faltaban, parecía que quería asesinarnos con solo vernos, pero Isaac la ignoró completamente.

Al terminar la noche, Eva y Judith pidieron el número de Anne y ella apenada menciono que se le había descompuesto su celular pero que podían hablar a la casa de Isaac ya que ella vivía ahí. Las mujeres contentas aceptaron.

Ella realmente no tenía un celular, ¿desde cuándo se había vuelto tan buena mintiendo? Ella no decía mentiras y en una sola noche había dicho más mentiras que en toda su vida, cosa de locos.

§§§§

Al llegar a casa, Anne se dirigió al baño para quitarse el vestido y poder darse una ducha, ya dentro el vapor era inevitable, ella jamás había tenido agua caliente en casa y que de la noche a la mañana pueda gozar de ese pequeño lujo le encantaba. Mientras se quitaba el shampoo del cabello escucho un ruido de fuera, la puerta de la ducha se abrió y sintió un cuerpo pegado al de ella, quedó paralizada.

-¿Recuerdas que te dije que te iba a castigar? -Murmuro Isaac a sus espaldas, la piel se le puso de gallina pues no quería perder su virginidad así. Apretó los ojos y no dijo nada.

Isaac la atrajo a su cuerpo y ella sintió su miembro erecto los besos de Isaac iban desde su cuello a los pocos hematomas que le quedaban en el brazo, los recuerdos del señor Donovan la invadieron, el asco y la sensación de huir llegaron a ella quien solo se inmutó por moverse rápidamente pero Isaac no se lo permitió.

-¡No quiero, por favor déjame! -Chillo Anne al borde de las lágrimas, Isaac no comprendía.

-¿Qué pasá? -cuestionó el chico aún teniéndola retenida.

-¡No puedo, Isaac! -Las lágrimas comenzaron a caer, Isaac frunció el ceño. -Mi exjefe casi me viola el día que tú chófer me atropelló, y yo jamás he estado con alguien más. -Anne aprovecho que Isaac se quedó inmóvil y ella salió del baño dejándolo ahí, confundido.

¿Que su exjefe había hecho qué? ¿Ella era virgen? Isaac apretó los puños furioso y después pensó que había sido un idiota en entrar al baño así. No tenía cara para verla a los ojos. Ahora se sentía un violador el también.

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