CAPITULO 7

Un nuevo día comenzaba y la puerta hizo que Anne se levantará de su cama, estaba muy cansada, otra noche sin dormir extrañando a su hermana, hacía tres días no la veía y quería creer que Gracie estaba bien.

-Buenos días señora Duncan. -dijo Anne tallandose los ojos.

-Anne, tienes una llamada en mi casa, es de la fiscalía. -Sin pensarlo ni un segundo Anne corrió a la casa de la señora Duncan encontrándose con sus nietos viendo la televisión.

-¿Si? Habla Anne, ¿Gracie está bien? -Dijo la rubia preocupada.

-Señorita Anne, habla Linda Ford la trabajadora social de la fiscalía... Para informarle que ya han pasado tres días y usted no se ha presentado con la documentación, ¿Qué está pasando? -la chica comenzó a morderse las uñas nerviosa.

-He tenido algunos problemas para recabar los papeles que me pidió, pero si quiero a mi hermana conmigo... ¿Gracie está bien? -pregunto.

-Gracie está bien. -Afirmo. -A la que no escucho bien es a usted señorita Williams, me parece que daré mi veredicto al juez, no veo sus intenciones de recuperar a su hermana.

-¡No, no por favor! -Rogó a punto del llanto. -No me la quiten, es lo único que tengo en el mundo. -La primera lágrima rodó.

-Tiene hasta el final del día para traer la documentación, de lo contrario tendré que proceder a dar el veredicto. -y colgó.

A Anne se le formó un hueco en el estómago y sin saber que hacer corrió a su casa, dejando a una señora Duncan confundida. Se cambió de ropa con lo primero que vio en su armario y dudando, tomo la gabardina y se la puso para salir de casa, no sabía a dónde iba, pero su instinto sí.

¿Qué opciones tenía? ¡Solamente tenía unas horas para llevar la documentación y ni siquiera tenía trabajo!

§§§§

Otro día para Isaac, pero con la sensación de qué el ganaría está vez, sabía que Anne iba a volver a firmar ese contrato, estaba completamente seguro como que se llamaba Isaac Harris.

Su celular sonó sacándolo de sus pensamientos y era su hermana Eva.

-¡Hola hermanito, ¿Cómo estás?! -dijo la chica del otro lado de la línea.

-Eva, buenos días. -Saludo. -¿Todo bien con mi padre?

-Todo perfecto, está siguiendo el tratamiento como lo ordeno el doctor, solo hablo para recordarte que mañana es la fiesta y tienes que traer a tu novia, mamá muere por conocerla. -dijo, Isaac rodó los ojos. -¿Cómo dijiste que se llama?

Sin dudarlo, Isaac respondió. -Anne, se llama Anne. -el chófer lo miro por el retrovisor sin decir una palabra. -Bueno Eva, estoy llegando a la oficina, saludos a papá y mamá. -y colgó.

Eva es una chica muy extrovertida así como inteligente, le encanta salir de viaje y la moda, ella no es de tener novios pues a Isaac le parece que es muy joven, apenas tiene veintidós años, aún no se gradúa de la universidad e Isaac ya con treinta años le parece correcto cuidar de su única hermana.

Llegando a la oficina bajó de su camioneta y rápidamente se le formó una sonrisa al ver a la mujer que estaba parada al pie del edificio, cuando la chica volteo y lo miro, su sonrisa se borró. Estaba llorando y por alguna extraña razón a Isaac se le rompió el corazón.

-¡Me la van a quitar! -le dijo la chica acercándose a él y envolviendolo en un inesperado abrazó, Isaac optó por levantar los brazos y lentamente los fue bajando hasta que descansaron en su espalda. No sabía que hacer.

¿Por qué demonios se sentía así? La había visto a lo mucho dos veces en su vida, esto estaba muy mal.

La chica se alejó de él y levantó la mirada. -¿Podemos hablar?

Isaac vio los ojos marrones de la chica inyectados en sangre, no llevaba maquillaje pero entre el frío y su estado emocional su cara estaba de color carmín. El suspiró y asintió. Estaba consiguiendo lo que quería, pero algo dentro de él se arrepentía de haber hecho lo que hizo. -Por aquí.

Entraron juntos al edificio y todos los empleados se paralizaron, Isaac los miró e instantáneamente todos se pusieron a trabajar. Pidió el elevador y subió a su oficina donde Laura lo saludo, pero quedó muda al ver a la chica.

-No me pases llamadas y cancela mis citas de este día. -La mujer no pudo ni hablar y solo asintió.

Abrió la puerta y dejo pasar a una Anne destrozada, pasó y cerro con seguro.-Bien, ¿de qué necesita hablar señorita? Lo dejó muy claro el día de ayer.

-Acepto. -se inmutó a decir la rubia mientras jugaba con sus manos y las veía. -Acepto ser su prostituta en turno. -Ella levanto la vista y lo miro, una lágrima más rodó de su mejilla y se la quito con repudió. -No se haga el que no entiende, ¡por Dios!

Isaac sentía que su corazón se le desbordaba, pero no sabía porque no se sentía feliz de ver a la mujer que el había escogido delante de él. -Bien, firma el contrato y podemos hablar.

Anne vio las cinco hojas que le tendió el chico y comenzó a leerlas, tenía muchas clausulas pero entre las que le llamaron la atención fueron.

Clausula II

La señorita Anne Williams está obligada a no tener otra pareja que no sea el Señor Isaac Harris por los próximos dieciocho meses.

Clausula VI

Será obligada a acompañar al Sr. Harris a todos los eventos sociales que se presenten.

Clausula XI

Si la señorita Anne Williams es sorprendida siendo infiel tendrá que pagar una multa de cincuenta mil dólares al señor Harris.

Clausula XV

Una vez el bebé haya nacido la señora Anne Williams tendrá que abandonar la ciudad para siempre, impidiendo volver y/o contactar al menor no nacido a menos de que el Señor Harris lo permita y lo dejé por escrito.

Era ridículo, ¿Dieciocho meses? ¿Fidelidad? ¿Abandonar a mi hijo? Era demasiada información para ella, su cabeza estaba hecha un lío. De reojo vio la hora en el reloj del escritorio de Isaac y suspiró, recién eran las 8 AM, apenas comenzaba el día.

-Yo-yo... -dijo ella mientras que una lágrima cayó en el contrato y miro al hombre que tenía una mirada indescriptible. -No se si puedo, es demasiado lo que pides.

-Y demasiado lo que te ofrezco por esto, ¿terminaste de leer? -ella negó. -Te ofrezco un sueldo mensual, un auto con chofer, una tarjeta de crédito y una vez terminado el contrato recibirás una pensión por tres años, tendrías la vida resuelta.

Anne volvió a negar. -¿La vida resuelta a cambio de qué? De abandonar a mi hijo, no es justo. -menciono.

-Es lo que puedo ofrecerte. -Sentencio. -Lo tomas o lo dejas.

-¿Y si firmo ahora que pasaría? -Pregunto la chica con curiosidad.

-Te entrego la documentación que te piden en la fiscalía y vamos ahorita por tu hermana. -Inquirió. -Estas ganando, Anne.

La chica suspiró y tomo la pluma del lapicero que estaba en el escritorio del hombre. Y firmó. Ahora su alma estaba vendida al diablo. El hombre sonrió y se levantó para abrir la puerta. -Laura tráeme los papeles que te pedí ayer. -Volvio a entrar a la oficina y la chica lo miró confundida.

-¿Usted ya sabría que volvería? -preguntó curiosa.

-Claro, todas vuelven. -y sin más, entrego un folder a la chica, quien se levantó de la silla preparada para irse.

-No, no, espera. -La detuvo. -Pasa al baño a arreglarte la cara, te ves terrible. -Anuncio.

Anne entro al baño a lavarse la cara y se miro al espejo, ¿estaba bien lo que había hecho? Le pedía a su madre alguna señal para comprobar si era lo correcto, cuando salió del baño encontró a Isaac poniéndose su abrigo y tomando su maletín.

-¿Tu a dónde vas? -dijo la chica.

-Contigo, ahora eres mi prometida, hay muchas cosas que hacer. -Y con eso, avanzo y salió de la oficina, Anne agarro su mochila y corrió detrás de él. -Laura cancela las citas de mañana también, no asistiré, todo lo que tenga urgencia envíalo a Joshua.

Sin esperar respuesta siguió caminando con la rubia siguiéndole el paso.

NOTA AUTORA:

Muchas gracias por leerme, estoy muy contenta de volver 🥳 estoy de vacaciones de mi trabajo hasta el 4 de enero así que estaré escribiendo todos los días, ya estan en proceso los siguientes capítulos, estoy ansiosa por qué vean lo que se viene 🫶🏼

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