Capítulo 5: Un Enfrentamiento inevitable.

Mike se sentía cada vez más irritado con la ausencia de Damián en su vida. No entendía cómo su amistad de la infancia se había convertido en un mar de resentimiento y hostilidad. A medida que los días pasaban, la tensión entre ellos aumentaba, llegando a un punto crítico, y sus charlas no dieron ninguna respuesta.

Un día soleado, en el patio del colegio, Damián se encontraba charlando con Jack, su amigo. Intentaban disfrutar de un momento de tranquilidad cuando, de repente, Mike se acercó con paso determinado. Sus ojos color Miel brillaban con una mezcla de determinación y una pizca de enojo, otra vez esa persona estaba al lado de Damián.

“¡Damián! ¡Tenemos que hablar!”, exclamó Mike, ignorando por completo a Jack, quien observaba la escena con preocupación y confusión.

 -Jack- miro a Damián ¿quieres que me valla?, exclamó.

-Damián- sí, puedo manejarlo solo, nos vemos luego.

Jack no estaba seguro de irse por lo cual decidió quedarse detrás de ellos dándole espacio, pero sin dejarlos solos, pues él no quería dejar a Damián solo.

Damián se puso en guardia al escuchar las palabras de Mike. Su corazón latía rápidamente, anticipando un enfrentamiento inevitable, el cual ya no quería evitar o quizás sí.

“¿Qué quieres, Mike? No tengo nada que decirte”, respondió Damián con frialdad, intentando ocultar el nerviosismo que lo invadía.

“¡No puedes ignorarme así! ¡Algo pasó entre nosotros y merezco una explicación!”, replicó Mike, alzando la voz.

Jack, sabiendo que la situación estaba a punto de salirse de control, intervino rápidamente. Se colocó entre los dos, tratando de mantener la calma.

“Chicos, bajen el tono. No ganaremos nada peleando de esta manera”, dijo Jack, mirando a ambos con seriedad.

Mike enojado le grito -TU NO TE METAS, ESTO NO TE INCUMBE-

Damián tratando de apaciguar las cosas miró a su amigo, reconociendo su preocupación genuina. Respiró hondo, intentando controlar su rabia contenida, y le pedio que por favor los deje solo, que luego

hablaban - “Lo siento, Jack. Pero no puedo permitir que esto siga así. No quiero tener nada que ver con él”, expresó Damián, evitando la mirada de Mike, lo mejor es terminar esto de una vez, Jack sin más opciones asintió con la cabeza y se fue.

Mike, aunque visiblemente frustrado, decidió bajar el tono de su voz. Se dio cuenta de que el enfoque agresivo no estaba funcionando y que necesitaba cambiar de táctica si quería obtener

respuestas.

“Está bien, Damián entiendo. Si no quieres hablar, lo respeto. Solo quiero que sepas que yo no fui el que cambió. Algo sucedió y necesito entenderlo”, dijo Mike, mirando a Damián con una mezcla de

tristeza y confusión.

Damián frunció el ceño, sintiendo una punzada de culpa en su interior. Por un momento, su ira se disipó y se dio cuenta de que tal vez estaba siendo injusto con Mike. Sin embargo, aún no estaba listo para enfrentar la verdad.

“Lo siento, Mike, pero no puedo explicártelo ahora. No estoy listo”, respondió Damián, desviando la mirada.

Con un suspiro resignado, Mike asintió lentamente. Aunque seguía confundido y herido, decidió aceptar la respuesta de Damián por el momento. Aunque seguía sintiendo la necesidad de obtener

respuestas, comprendió que forzar la situación solo empeoraría las cosas.

“Está bien, Damián. No te presionaré más”, dijo Mike con sinceridad. “Pero quiero que sepas que estoy aquí si alguna vez decides hablar. Tú significas mucho para mí”.

Damián asintió, sintiendo una mezcla de alivio y un poco de remordimiento. Aunque seguía resentido, también extrañaba la cercanía que solían tener en su amistad. Sabía que las cosas no podían continuar así para siempre.

“Gracias, Mike. Tal vez, algún día, podamos resolver esto”, respondió Damián, ¿dejando una puerta abierta a la posibilidad de reconciliación.?

-Mike- Damián el sábado es mi cumpleaños y me gustaría poder compartir con mi amigo como antes, no te estoy presionando solo piénsalo, estoy solo en esta ciudad y vine aquí por ti, solo quiero entender, espero me des esa posibilidad.

Los dos chicos se quedaron en silencio por un momento, cada uno sumido en sus propios pensamientos.

Damián y Mike se despidieron. Aunque había incertidumbre en el aire, también había un atisbo de esperanza de que las cosas pudieran resolverse.

Con el enfrentamiento entre ellos concluido, los dos amigos se dispersaron, cada uno con pensamientos y emociones tumultuosas. Sabían que aún había un largo camino por recorrer antes de encontrar la verdad y sanar las heridas del pasado.

El destino de su amistad estaba en juego, y solo el tiempo y la voluntad de enfrentar la verdad podrían revelar si podrían superar el espejismo de amor que los separaba.

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