Al final le di a elegir a Melani si queria ser Reina del clan y ella dijo que no, he pasado 10 años pensando todos lo dias quien heredara el trono, pidiéndole a los dioses que me iluminara y fue cuando te vi, te vi en mis sueños.- sus ojos me miraron con dulzura, como podría mirarme así después de todo lo que había salido de sus labios.
- oh jay, eso debió ser tan devastador.
- en su momento lo fue, ahora es un recuerdo que me hace mas fuerte y mejor persona, me recuerda quien no quiero ser.
- te entiendo jay... pero como es eso que sueñas conmigo.
El asintió seguro.- bueno si, soñe contigo antes de conocerte.
- Que?.- lo miré con ganas de romper a reír.
- no es mentira jess, te dije hace tiempo que tengo un don de...
- si que puedes ver el futuro segun tu.- mis ojos lo escanearon, como se atrevía a mentirme así.
- Si quieres no me creas pero te vi, cuando te vi acosandome con la mirada en la entrada de fells no sabia que eras tu, pero cuando te levantaste a hablar en la conferencia y vi tu espalda supe que eras tu, en mis sueños veia a una mujer de cabello largo y rojizo, arrodillada recibiendo la corona, el lugar brillaba, había una luz inigualable una luz que jamas habia visto, tu piel brillaba como oro, se sentia una paz y entonces lo supe, esa mujer era la respuesta a mis plegarias, los dioses habían hablado, ella seria la siguiente Reina de Storm.
- si claro y como sabes que era yo?.- lo miré sería y el sonrió.
- por tu tatuaje, ese que llevas en la espalda, una hermosa rosa, por eso me hice el tatuaje en el pecho, estuve muchos dias soñando con esa mujer, cuando te levantaste y tu cabello se movió hacia adelante pude verlo, era ese mismo tatuaje, el destino nos junto, tu serias mi sucesora.
- Eso no tiene sentido jay.
- pero es verdad, es la verdad del clan Storm, fuimos creados por el primer hombre que habito esta tierra, era un dios fue maldecido por la diosa de la creacion, la madre de la mujer que el mas amo, al final fue dada a el en matrimonio viviendo una vida mundana como castigo por amarse, ellos poblaron el mundo, de alguna manera todos en el mundo somos los hijos de Nathan Storm el creador del mundo.
- todo esto suena a mentira jajaja, me esta jodiendo cierto?.- lo miré incrédula, acaso Jason se drogaba y yo no lo sabía?
- Nada de lo que te digo es mentira muñeca, saldremos el lunes de viaje, te llevare al clan que pronto será tuyo.- el aplaudió dando por finalizada la conversación y volteo siguiendo con lo suyo en la cocina.
- nunca dije que aceptara gobernarlo.
- tampoco dijiste que no.- volteo su rostro hacia mí con una sonrisa.
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Jason puso los platos de comida en el mesón y comenzamos a comer, comíamos en silencio mientras yo pensaba, sí, era raro todo lo que había dicho Jason, pero sabía que Jason nunca mentía, que su familia tenía el mundo en sus manos, es obvio que todos sus antepasados habían luchado por armar un imperio gigante, pero de ahí a verme en un sueño, eso suena irreal.
Ese día en la noche estando en la casa pensaba en todo lo que Jason había dicho, suena imposible que en pleno siglo 22 todavía hubiera personas que se manejaban como si estuviéramos en la época victoriana, Además que es eso de la isla del Sar, jamás en mi vida había escuchado sobre ella y estoy más que segura que no aparece en ningún mapa que allá visto en mi vida. Como podría ser real aquello de que sería la reina de un clan que tiene siglos de historia, Jason estaba tan seguro de que yo podría, pero yo me permitía dudarlo.
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Estaba caminando por un jardin de Rosas, habian rosas de tantos colores, su olor entraba por mis fosas nasales y me hacia sentir emociónada, sentia mi cuerpo pero no podia controlarlo, no era yo la que me llevaba por ese camino de rosas, pero sentia una emoción en el Pecho que no podia contener, al final del jardin habia una cascada, en ella habia una mujer, era la mujer mas preciosa que habia visto, su cabello plateado caia sobre sus hombros mientras el agua la mojaba, estaba completamente desnuda y sentia deseo por ella. Por que sentia deseo por una mujer?. La vi cuando se volteo, sus ojos eran dorados y sus labias tan rosados, se veian tan dulces como la miel, queria besarla, la veia sonreirme y dijo - Al fin haz venido mi rey he estado esperandote.
Mi rey? Esperandome? Quien era esta mujer?
Cuando escuche que salio de mi una voz que definitivamente no era la mia.
- Siempre voy a ir por ti mi diosa, librare todas las batallas que los dioses me pongan por estar contigo.
- Me halagas, asi que harías lo que fuera por mi.- ella sonrió haciendo mi corazón latir con fuerza en mi pecho.
- Sabes que lo haria - cuando toque su rostro senti que toda mi piel vibro, cuando vi mi mano, me di cuenta que no eran mis manos, eran las manos de un hombre. Mire hacia abajo y pude corroborarlo, mi cuerpo era el de un hombre, el cuerpo de un dios, estoy segura que era el hombre mas sexi que existía en la tierra, pero porque estoy aqui?
- Ya no lo pienses mas mi rey, Te estare esperando esposo.
En ese momento senti como todo mi cuerpo ardia como si estuviera quemándome en las llamas del infierno. Abri mis ojos y estaba en mi cama, estaba sudando como si estuviera en un horno, sentia que me quemaba, no podia dejar de respirar fuerte, que habia sido eso.
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