—Deme su autorización—expresó y levantó el rostro, más su expresión era sombría, me pareció que desde su lugar observaba el cielo, como si estuviera esperando algo.
—¿Qué?—cuestione confundida y por supuesto, avergonzada por lo que había pronunciado en voz alta, frente a tantas personas.
—¿Acaso no quiere vivir, majestad?—cuestiono enseguida y la forma en como me miró, me impacto.
Fue como aquella mirada en ese sueño, una qué deseaba verme viva sin importar el costo, así que paralizada, no pude más que responder a su pregunta.
—S-si—titubee y asentí, pero enseguida él frunció el ceño.
—Diga, lo permito—indico como si solo de esa forma pudiera ser capaz de protegerme. Lo miré de nuevo asustada mientras en el cielo se producía una especie de remolino, había mucho viento como si alrededor del instituto fuese a ocurrir un tornado.
—P-permitido— dudé, pero enseguida, detrás de mi, apareció mi profesor de matemáticas, él mismo que me había dicho que fuese a su oficina.
—¿Señorita Williams?—cuestiono desconcertado y quizás sorprendido de ver a ese hombre extraño arrodillado frente a mí. Yo giré levemente para intentar explicar lo que estaba pasando o al menos mi versión de los hechos, puesto que ni siquiera conocía a ese hombre, aunque ciertamente existía entre los dos una conexión qué tal vez era difícil de explicar, lo había visto si, pero únicamente en una de mis tantas pesadillas y en ella, él moría intentando salvarme—¿Qué sucede aquí? ¿Quién es usted?
—Estoy no es de su incumbencia—expresó aquel hombre, de nuevo con un tono tranquilo, aunque del mismo modo algo inquieto.
—¿Qué diablos hace con mi estudiante?—cuestionó de nuevo, esta vez tomándome del brazo para intantar alejarme de él, pero me pareció que esa acción brusca y poco premeditada, lo molesto.
—Váyanse de aquí, todos ustedes corren peligro—advirtió y me pareció que decía la verdad, era extraño, pero podía sentirlo en la piel, en el aire, en el sonido. Nunca antes me había sentido así, tan asustada y al mismo tiempo segura de que algo estaba por ocurrir, era como ver de nuevo ese sueño, yo sabía que algo ocurriría porque lo había visto miles de veces y en ese momento sentí lo mismo.
—¿De qué diablos esta hablando?—cuestiono, extrañado aunque en realidad me miró a mi buscando una respuesta y la verdad yo no la tenía.
De pronto, ese mismo viento qué había encima de todos nosotros y que parecía acechar el colegio, nos atacó o al menos eso intuí. No supe qué paso, puesto que en cierto momento mi vista se cegó, algo o mejor dicho, alguien me tapo los ojos para después tomarme por la espalda, al mismo instante en que una feroz graznido se escuchaba entre el viento.
Cuando logre abrir los ojos descubrí qué ese hombre de cabello blanco ahora estaba detrás de mí y que él había sido quién, de alguna manera, me había protegido de lo que había sucedido.
Frente a mí se encontraba una escena caótica, fue como ver de nuevo las imágenes que se repetían en mis sueños, sangre y cuerpos regados por todos lados. De alguna forma, ese viento había empujado a todos o quizás lo había alzado y arrojado por todos lados, inclusive había roto ventanas y los vidrios caían por doquier, era como una lluvia de pequeños cristales a nuestro alrededor.
Estaba asustada, nunca antes en mi vida había visto tanta sangre y gente herida. Instintivamente, miré mi cuerpo, esperando ver heridas en mis brazos o en mi rostro, pero extrañamente, no tenía nada, estaba completamente bien, aunque si había rastro de vidrios en mi ropa.
Mire al hombre junto a mí, él también estaba en perfectas condiciones y no entendía por qué, de todos los que estaban a nuestro alrededor, nosotros éramos los únicos que estábamos bien ¿Cómo era eso posible?
De nuevo, en el firmamento se escuchó el mismo graznido aterrador y al elevar la vista, finalmente lo vi. Vi la bestia de la que provenir semejante sonido, pero a pesar de lo grande y temible qué sé veía acechándonos desde lo alto, quizás lo que más me sorprendió fue el ver lo similar qué era con la bestia de mis sueños o quizás era la misma.
En mi cabeza, no lograba concebir la idea de que tanto ese hombre como esa criatura habían salido de algún modo de mis sueños porque la verdad no encontraba otra explicación razonable y lógica, puesto que al menos a la criatura la había visto mil y un veces, conocía su forma de atacar, el sonido qué hacía antes de intentar asesinar y por supuesto su mirada aterradora.
—¿Por qué? —me pregunté, pero lo hice en voz alta y por supuesto, al escuchar mi propia voz me di cuenta de lo asustada qué estaba—¿Cómo salió de mis sueños?
—¿Sueños? —preguntó aquel sujeto y entonces lo mire de reojo, parecía un poco confundido y aunque hubiese querido explicarle a que me refería, solo eleve la vista para observar a donde se había metido esa cosa.
De un momento a otro, se escuchó un fuerte estruendo, como un edificio siendo destruido, entonces me di cuenta de que esa bestia estaba usando sus filosas alas para romper los muros del colegio como si fueran de papel y por supuesto, en su destrucción, posiblemente estaba lastimando o incluso matando a estudiantes a su paso.
Me lamenté enseguida, pero ¿Qué podía hacer? ¿Cómo podía ayudar?
Tan solo era una chica indefensa qué ni en sueños había conseguido moverse ante la amenaza de esa bestia, así que no podía hacer nada para detener lo que estaba ocurriendo, pero enseguida recordé algo, algo que había ocurrido tan solo un minuto antes, él.
Ese hombre me había protegido y aparentemente, sabía lo que estaba ocurriendo, así que tal vez él podía hacer algo para detener a esa cosa.
—¿Por qué?—me atreví a preguntarle y él nuevamente me dirigió la mirada—¿Por qué esa cosa está atacando este lugar?
—Por usted, majestad.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 25 Episodes
Comments
juli martinez
interesante 😊 seguiré leyendo
2024-01-12
0