La vida sigue

Aisha espera en la frontera la llegada de la doctora, es un lugar muy grande que es como una ciudad, viajeros, comerciantes y soldado pasan sin parar por esa frontera.

La doctora tarda en llegar otro día, así que ella prepara sus cosas y va a esperarla.

En eso ve a varios centinelas llegar, escoltan un carruaje muy lujoso, tenía tiempo de no ver centinelas, el que dirige por su aspecto se ve que es fuerte su corazón se acelera un poco, desde lo alto el árbol, ella no se ve las ramas la tapan, del carruaje baja una mujer rubia de ojos azules.

-Mi señora debe presentar sus documentos

-Si aquí los traigo, me llamo Isabela y estoy divorciada, ya no necesito la autorización para pasar, pero aquí está de todos modos es de mi exesposo, el duque de Fritz.

-Bien todo está en orden.

Ella sube a su carruaje de nuevo y el centinela al frente ordena avanzar, el siente la mirada en dirección de los árboles, pero supone que hay guardias por todos lados

Aisha sin saber el centinela es Dereck, que recibió la orden del general de escoltar a una dama hasta la frontera de Dark, un favor personal que le pidió el duque Martin de Fitz.

-Mi señor debemos descansar

-Si en el siguiente pueblo busquen un buen hotel.

Para cuándo Beatriz llega, Aisha solo se integra a ellos, no viajan en carruaje, van a caballo y así salen rumbo a Lyra.

Una vez más el destino los pone juntos y separados a la vez, su viaje es largo, pero sería más largo ir en carruaje, su destino final es la academia de medicina, ahí el Duque compro una casa, se instalan y en unas semanas ella se sorprende por un matrimonio sorpresa.

Los rosas que van con Beatriz se van de regreso a Orión por la rotación, La doctora no es noble así que no las puede tener de forma permanente, pero ahora que se ha casado Aisha si puede quedarse y las que lleguen también si así lo deciden cargaran el escudo del duque y juraran lealtad al Ducado Altamirano.

-Rubi

-Si doctora.

-Yo no puedo obligarte a regresar en cada rotación, ya que eres una noble con un rango más alto, pero debes reportarme con el general en Orion, si decides quedarte está vez debes hacer tu juramento.

-Si, me quedaré con usted.

-Como tu lo decidas, otra cosa quiero que de lejos cuides a Leonora en la academia, sin detalles de su vid, solo cuidala.

-Si doctora no se preocupe.

Aisha inicia una nueva vida en Lyra, ahora ya manda cartas más seguido y está vez su madre le incluye una carta de alguien más.

"Mi niña, se que no quieres saber nada de él pero me rogó, pase una gran pena en el palacio por su culpa, se tiró al piso como niño y no me soltó hasta que le prometí que te mandaría su carta"

-Que? Quien?

"Aisha espero que esté bien, nunca pensé que tú te irías del reino, aún así corrí como loco pero no llegue a tiempo, antes de que todo pasará estaba dispuesto al matrimonio, pero fui engañado, me enteré tiempo después, mi carta es para que me perdones, se que es muy tarde ya, pero quiero hacerlo, me siento culpable de que te fueras por mi culpa, de que no estés en casa, ahora espero que sea feliz busca una persona que te ame, mi carta es para despedirme por fin, ahora encontré a alguien que amo, espero tener una buena vida, tú has lo mismo. "

-Tonto, al menos no te casaste con esa rubia cabeza hueca, si soy feliz con mi vida, le voy a contestar al inútil este, vamos guapo.

Le decía al fénix frente a ella, su nueva vida transcurre normal, hasta que Leonora decide viajar, Beatriz le dice que no es necesario que vaya, la manda a otra misión.

Entre viajes al palacio pasan su vida en Lyra, después de un tiempo viajan a Hadar, ahora hace nuevos amigos y conoce el reino, ahora ya sale a divertirse aprende a tomar otras bebidas que no son vino, también ha decidido descubrir su rostro, pero cambia el color de sus ojos y su cabello, así nadie sabe cómo es en realidad, en el amor ella no ha logrado abrir su corazón, tener relaciones solo por tenerlas no le es llamativo, almenos por el momento.

Dereck de regreso pide permiso para ir al Ducado de su padre tiene mucho tiempo que no los ve, su madre le ha mandado cartas y él solo le contesta de vez en cuando.

Al llegar al Ducado su madre sale a recibirlo, lo primero que ella hace es pedirle perdón, le dijo que no era necesario cambiar el color de sus ojos, pero él lo hace por costumbre, su padre está feliz de verlo.

Pasan unos días en familia, su madre le preguntaba sobre sus viajes y como son los entrenamientos

-Madre es extraño que preguntes.

-Conoci a una rosa y ella me contó sus aventuras.

-Como se llama?

-Se llama Aisha, ella es muy bonita, si te gustarán las mujeres ella sería ideal para ti.

-Cof cof cof, madre!! Si me gustan las mujeres eso te lo dije porque esa mujer me caía mal, tenía mala vibra, Madre no me interesa conocer a nadie por el momento, solo dame tiempo si.

En eso llegan sus nietos y Dereck se va a jugar con ellos.

-Cariño nuestro hijo, está triste.

-Desde lo de Noha, perdió a su hermano y a su amigo, pero también a alguien que ambas.

-La mujer que te dijo que buscarás?

-Si

-Nunca te dijo como era.

-No, no le gusta hablar de ella, evade el tema, algún día conocerá a alguien que logré ayudarle a sanar su corazón

Dereck también lleva su nueva vida, sale a pasar el rato con sus amigos, pero al igual que Aisha, por el momento no le interesa una aventura, las mujeres se le acercan, pero por ninguna siente ese deseo, esa pasión que sentía por ella, estando en su balcón piensa en ella y solo espera que sea feliz.

-En serio podrás olvidarme, quisiera olvidarte, acostarme con la primera mujer que encuentre, pero tú aroma, tu cuerpo y esos ojos que tanto amo, no los puedo olvidar.

Así rápidamente pasa el tiempo cada uno por su lado aprendiendo y conociendo lugares y personas, Dereck y ella coincidieron en Lyra sin saberlo, Dereck supo que la doctora está a en la zona, pero no la vio, ella viajó a un Ducado y ellos fueron mandados más al norte con la frontera de Delis, ahora es tiempo de regresar a la capital, donde el general le pide un favor especial.

-Dereck eres mi mejor hombre y te tengo la confianza para que me hagas un favor, claro siempre y cuando aceptes.

-Sería una misión?

-Si, todo por el momento con Delis está en paz, pero debemos proteger a dos personas importantes, en este Reino a la hija de los duques de Fitz, en Altair al joven príncipe, me confiaste tu identidad y quiero pedirte que lo protejas como centinela y como Dereck de Aragón, para ti será normal estar en el palacio, la coartada perfecta para estar al pendiente, los príncipes herederos están al tanto y si tú aceptas ellos arreglaran todo.

-Gracias, general, no le fallaré.

-Sabía que podía confiar en ti, debes viajar a Altair, no olvides buscar a una dama que te haga feliz.

-Si lo haré, prepararé todo.

-En dos días sale un escuadrón de centinelas que van a la frontera, puedes viajar con ellos o viajar por la ruta segura pero solo.

-La ruta segura estará bien, me gusta la inmensidad del bosque.

-Bueno entonces con cuidado, eres como un hijo para mí, escribe con frecuencia.

-Gracias, general, me despido.

Dereck toma su caballo y sale, pasa a su dormitorio a despedirse de sus compañeros, pasa por víveres y se va, a aquel caballo a todo galope en la inmensidad del bosque y las montañas.

Aisha también fue asignada a estar con el príncipe, no como guardia sino como maestra en magia, en Lyra fue al castillo de la montaña y entendió mejor su magia, eso la convirtió en maestra, tenía tiempo libre, ya que la doctora solo estaba en la academia y con el duque.

La petición llegó por parte de la familia real de Altair, ella aceptó solo se despidió de Beatriz, quien le desea que sea feliz.

Aisha y Dereck, van a todo galope hacia el mismo destino y sobre todo por el mismo camino.

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