Capítulo 11. Baño

En el palacio de la Emperatriz, la mayoría de la gente tenía curiosidad sobre el hombre en la habitación de la Emperatriz..

Alexan lo sabía, por lo que rara vez salía de su dormitorio temía causarle problemas a Valery.

Estos días Valery lo llevaba a dar breves paseos por el palacio y alejaba todas las cosas irrelevantes que incomodaban a su pequeño marido.

El enuco Min y el general Anul se sentaron en la terraza y charlaron después de un día de trabajo.

"Afortunadamente, Su Alteza Real se ha enamorado de Alexan, aun que al principio tenia miedo de que la odiara por el país de Mongo".

El enuco Min asintio al unísono ante las palabras de Anul.

"Ahora que esta superado el dolor de la traicionó, me siento aliviado".

El enuco Min recordó como lloraba la emperatriz en sus aposentos por la noche el era solo un enuco del palacio en su corazón tenía la esperanza de que se enamorara del General Anul pero cuando despertó ese hombre ella comenzó a sonreír.

Sólo esperaba que este hombre la tratara bien y la hiciera feliz.

“Más que nada, me alegro de que tengan una buena relación. Al principio estaba muy preocupado”.

Anul recordó el día que Valery ejecuto a Hall cayó en llanto. Afortunadamente, ella soportó el dolor y no opto por el suicidio. Sin embargo, ese recuerdo todavía le puso la piel de gallina en todo el cuerpo. Cada vez que recordaba ese doloroso recuerdo, instantáneamente desviaba sus pensamientos.

"Lo sé. ¿Cuánto tiempo ha pasado desde que la vi sonreír? ”. dijo Anul con una sonrisa sincera en sus labios.

"Bueno, tienes razón". El enuco Min sonrió suavemente.

Después de que todos se enteraran que el Dios de la guerra de Mongo regresara, Valery estaría en una posición diferente con los ministros después de que anuncio que no aceptara hombres en el harem, seria interrogada sobre su imprudente decisión de tomar un hombre de otro país como esposo pero Anul y el enuco Min prometieron protegerlos a ambos de cualquier daño.

Como el era el esposo que la Emperatriz apreciaba tanto y también la única persona que logró restaurar su felicidad enterrada, el pueblo de la Emperatriz aceptó unánimemente a Alexan como su propio maestro.

….

En la habitación Alexan estaba pensando que ya que Valery no lo había echado, lo estaba aceptando lentamente.

Como hombre del harem, tenía que servir bien a la Emperatriz, una sonrisa astuta paso por lo ojos de Alexan.

No había garantía de que ella quisiera pero de todas maneras ella no tenia una criada, así que decidí ayudar a Valery a bañarse.

“Su Alteza, de ahora en adelante la ayudaré cuando se bañe”.

"..." Valery, este hombre cada día más desvergonzado.

En ese momento, Valery estaba leyendo un libro y cuando escuchó sus palabras, levantó la cabeza y se preparó para escapar. Alexan sabía que reaccionaría así, así que le sujeté los hombros con firmeza.

"Ve al baño, por favor". Dijo Alexan con voz fría.

"¡No! Hombres y mujeres deben meter la distancia ¿ NO SABIAS ESO?”. Valery dijo en pánico.

"No hemos dormido juntos por meses". Dijo Alexan mientras sonreía misteriosamente.

“¡¿No es lo mismo?!” Valery dijo con firmeza. Este maldito hombre quería aprovecharse de ella.

"No es normal que te ayude a bañarte como único hombre en el palacio para servir a la Emperatriz".

“¿No es el deber de los hombres del harem, calentar la cama y bañar a la Emperatriz?” Dijo Alexan con cara de inocente.

“No te acepte en el harem. Es un rumor falso, así que puedes ignorarlo”.

“¡¿Y si no es sólo un rumor?!” Alexan no se rendiría.

Alexan tiró de su mano, pero ella no se movió.

Debido a los meses de tristeza después de la guerra, Valery era débil, sin embargo, no había nada que pudiera hacer cuando Valery decidió aguantar obstinadamente.

"Su Gracia, vamos". Dijo Alexan en tono de suplica.

"¡No! ¡Aun no hemos tenido una ceremonia!” Valery gritaba.

Todo eran sólo una excusa. De hecho, simplemente no quería que viera su cuerpo, Valery tenia miedo de aceptar a Alexan en su vida y que al final la traicionara. No había pasado mucho tiempo desde que Alexan había despertado ella se sentía a gusto a su lado pero aun dudaba.

"Su Alteza…" "¡Me odias!".. dijo Alexan mientras se hacía aun lado derrotado.

Alexan levantó lentamente la cabeza. Sus ojos estaban rojos.

"Te lo dije antes. No planeo aceptar hombres en el harem. Y si hemos dormido juntos, ¿crees que te dejaría dormir a mi lado si no me gustaras?

“Alexan. ¡Eres un buen hombre lo supe desde que me sacaste de la nieve aquel día!"

“No pude soportar matarte, así que use somnífero”.

“ Nunca había visto un hombre tan guapo y de buen corazón”.

Alexan estaba en trance.

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