NUEVO

He pasado la noche con mi Doc., las intensas llamadas de Giuliano no me dejaban en paz, tuve que apagar el teléfono, hoy me levante, me duche, desayunamos y llame a mi amiga, me dijo que estaba en el hospital en observación, el día de anoche tuvo hemorragia y un dolor bajo vientre, por ende tendré que viajar sola, le diría a mi madre pero ella está cuidando el sobrino de Giuliano y hasta en eso pienso en él, maldito mentiroso traidor, salgo del departamento de mi Doctor él irá después, me dirijo al aeropuerto, subo en el Jet Privado de mi padre y tomo asiento, dejo mis cosas y me relajo, me pongo mis auriculares con música Enrique Iglesias a todo volumen y cierro mis ojos, mi beba se empieza a mover como loca, ¿será hambre? Me despierto y le pido para comer y beber a la azafata, ella me trae y me devoro todo, decido ir a la habitación y me recuesto, no deja de moverse, haciendo que toda la comida se me suba hasta la garganta...

- No me digas que extrañas a tu padre!.- me toco el vientre, se queda quieta y se vuelve a mover, no puede ser cierto!

- Giualiano.- digo su nombre y se mueve, parece que estuviera nadando, toco el vientre, la hablo, me paso crema para las estrías, y ella responde como pez dentro de la pecera, cuando ya se cansó, se calma...

- Era hora señorita, me has hecho ver las estrellas.- río, la puerta de la habitación se abre y entre ¿Giuliano?, ¿Qué carajo hace aquí?

- Te estuve llamando, Valentina no iba a poder venir, ¿pensabas viajar sola?, ¿Y si te sucedía algo?.- cruza los brazos y todavía sigue bajo el marco de la puerta.

- Me puede suceder más cosas de las que ya me suceden?.- enarco una ceja y pregunto irónica.

- Por lo que escuchaba me llamas, ¿era con el pensamiento? O ¿Mientras te tocabas?.- ignora lo anterior.

- Ninguna de las 2 cosas mencionadas, la beba se movía demasiado, pensé que era comida, hasta que te nombre y eso la calmaba y se volvía a mover.- contesto seria, decido prender el televisor, ya no lo puedo tener ni cerca.

- Es que te guste o no, soy el padre.- se recuesta contra la puerta.

- Lo hubieras pensado antes de meterle la polla a Dasha.- respondo roja de furia, si sigue provocándome me levanto y lo tiro al vacío.

- Ya te expliqué...- lo interrumpo no lo dejo terminar de hablar.

- No te quiero escuchar y no te dije nada porque justamente quería viajar sola.- me sirvo un vaso de jugo y me recuesto a ver una serie.

Él sale de la habitación y vuelve al rato, con comida proteica, jugos de frutas y mi debilidad tarta de frutilla, me deja todo arriba de una bandeja y antes de salir...

- Que sepas que soy el piloto de este avión.- me guiña el ojo y sale.

Y a mí que mierda me importa, podrá construir planetas, pero fallarme y mentirme no tiene perdón, al fin y al cabo pensé otra cosa de él, lo creí diferente, pero me equivoque, son todos iguales, ¿acaso no pueden amarme?, ¿Qué mal estaré pagando?, no le recriminaré más nada, que sea libre y feliz mientras responda por nuestra hija es lo único que me importa, no puedo pedirle peras al olmo, me dijo muchas veces que amaba, siento que lo hizo por lástima, de ahora en más todo será diferente, pongo música en el televisor y elijo la Canción de India Martínez y Abel Pintos, la escucho hasta que lágrimas traicioneras se me salen de mis ojos, la puerta se abre y entra mirándome serio.

- Necesitas algo?.- se apoya contra el marco y cruza los brazos.

- Sí llego a necesitar algo hay azafatas.- estoy de ojos cerrados escuchando la canción.

- ¿Por qué no aprovechas de descansar?.- ignora lo anterior.

- Sí llego a tener sueño me duermo.- Sí alguien me preguntará, ¿follaron en el viaje?, ¿te atendió como reina?, la respuesta sería no, somos 2 extraños, que hasta hace poco parecíamos parejas.

- Okay.- sale cerrando la puerta, y así sucede todo el vuelo no volvemos a dialogar, duermo, me levanto, como y una vez aterrizamos nos dirigimos al hotel, yo pido habitaciones por separada, y me dirijo a la mía. Entro, me dirijo al baño pongo música relajante, abro el grifo lleno de agua, pongo pétalos, una bomba de sal y me sumerjo en la bañera durante 40 minutos, cierro los ojos y apoyo la cabeza contra el borde, acaricio mi vientre y me relajo, una vez salgo me envuelvo en una toalla, otra en mi cabello y busco entre mis cosas mis productos, me embadurno el cuerpo con crema, un hidratante en el rostro, humectar los labios, busco ropa interior negra, musculosa blanca con mangas anchas, pollera negra engomada y sandalias blancas trenzadas en las piernas, cabello suelto con ondas abajo, Make Up negro y labios color nude, teléfono, cartera y decido salir esta noche, me dirijo a recepción y pregunto sobre bares que pasen música, me marca varios en mi GPS cerca del hotel por cualquier cosa y salgo, busco un taxi y le paso la ubicación, miro la ciudad y es hermosa, las luces, la música, se respira otro aire, si bastante calor, llego a destino y salgo, me adentro en el bar y lo bueno es que está el aire prendido adentro y mesas afuera, es todo verde aceituna y marrón, temática de selva, animales falsos puestos en las paredes, una barra de tragos toda rústica, al igual que las mesas y las sillas, hay mesas individuales, para dos y así sucesivamente, me dirijo a una mesa que está al fondo y se ve al lago, las personas pasean, otros están en la arena, parece Brasil, me pido comida típica del lugar y una limonada, música de fondo, suave, un hermoso lugar, lo súper recomiendo, disfruto la cena, pido postre, y alguien toca mi hombro, me doy vuelta y está mi Doctor, Lorenzo creo que se llamaba, está de camisas mangas corta blanca, bermudas de Jeans celeste y tenis.

- Que agradable sorpresa.- comenta mirándome despacio, más que mirada un semejante escaneo.

- Vaya, sí.- lo miro incrédula.

- ¿Aprovechando un momento tranquila antes de la tortura de mañana?.- se ríe, y su sonrisa es pícara.

- Algo así.- levanto mis hombros y muerdo mi labio inferior, él lo mira fijo y desvía sus ojos, yo busco mi vaso y bebo.

- Este lugar es hermoso.- se busca una silla y se sienta frente a mí.

- Sí la verdad que sí, ese estilo rústico, naturaleza muerta que tiene lo amo.- escaneo el lugar maravillada.

- Este y otro sitio son mis favoritos.- guiña el ojo, y me quedo dura, ¿me está coqueteando?

- Me tienes que decir cuál es, así voy.- apoyo mi brazo en el respaldar de la silla y giro un poco mi cuerpo haciendo que él me mire las piernas.

- O en ese caso, yo te invito.- vuelve a mirar mis piernas, cuando se da cuenta me mira a los ojos.

- Sí podría ser!.- no sueno muy convencida.

¡- Vayaaaa!!! Que agradable sorpresa!!.- aparece mi Doc., en mi campo de visión, tiene camisa negra enrollada hasta los codos, bermudas negras y tenis, todo apretado al cuerpo me hace acordar alguien esos músculos, no pienses en él.

-Veo que coincidimos todos.- respondo con sonrisa nerviosa.

- Sí veo, ¿estaban de cita?.- pregunta con ceja enarcada, soy yo o este ¿está celoso?.

- No!, yo llegué primero hace raaatooo luego vino él.- estoy dando demasiadas explicaciones.

- ¿Le usurpaste la mesa?.- pregunta mi Doc., en broma y en tono de reproche.

- Sí! Le invadi la mesa, la vi de lejos y necesitaba corroborar si era ella, y realmente eres hermosa!.- larga de una la bomba dejándome petrificada a mí y al Doc., río nerviosa.

- Gracias.- No sé que más decir, él está divino, pero no, me voy a follar a toda la rama de la medicina, ya estaríamos.

Una mano me tira del brazo fuerte, giro mi rostro para ver quien es y es Giuliano que tiene los ojos rojos he hinchados, los nudillos llenos de sangre, ¿y ahora?

- Vamos.- me intenta levantar.

- Perdón?.- ya se paso 3 pueblos, ¿Qué se piensa?

- Mis padres tuvieron un accidente.- se da la vuelta y sale, busco mis cosas dejo el dinero y salgo como alma que lleva el Diablo.

- ESPERAAAAAA!!!.- lo intento seguir encima con sandalias.

- Dios Giuliano tengo sandalias, si corro me puedo caer.- replicó molesta, se da la vuelta me agarra del brazo, frena un taxi y subimos directo al hotel, no dice nada en el viaje, solo cierra los ojos y se muerde los dedos, que no sea nada malo por favor, llegamos al hotel y subimos a su habitación, busca el teléfono y llama, pone en altavoz.

- Señor Giualiano Mitdank?.- preguntan del otro lado.

- Sí.- contesta con la voz estrangulada.

- Ya le paso con el médico.- se escucha un sonido y nos dan la llamada.

- Señor Mitdank?.- una voz ronca y seria pregunta.

- Sí.- vuelve a responder en el mismo tono.

- Lamento informarles el fallecimiento de sus padres.- no recuerdo más nada, todo sucede en cámara lenta, él tira todo y empieza a romper, yo me fui de la realidad, ¿cuántas muertes más tendrá que cargar?, esto ya es demasiado para él y para mí, del teléfono siguen hablando y yo me siento en el piso, olvidándome de la pollera, de la ropa interior, de todo, me tapo la cara con las manos y empiezo a llorar, lloro fuerte, por toda la injusticia que se tiene que atravesar, de como los malos triunfan y los buenos sufren.

Estamos volando a Grecia, mi internación fue postergada, duermo todo el vuelo, sin enterarme lo que pasa a mi alrededor, una vez aterrizamos él me despierta, y nos dirigimos al hospital, buscamos un auto de alquiler, y nos dirigimos, no hablamos nada, yo lloro en silencio y él también, ¿Qué va a pasar con su sobrino?, es tanto por pensar y hacer, llegamos y nos reciben el médico que lo llamo, lo que alcanzo a escuchar, sufrieron un accidente un auto los choco y salieron despedidos, muriendo al instante, nos entregan sus pertenencias y salimos del hospital una vez pago todo, cuando estamos en el auto él decide ir a su casa natal, llegamos y es una casa toda blanca con columnas, un hermoso césped, 4 habitaciones, por dentro es todo blanco, muebles marrones, caoba, cuadros con flores, fotos familiares, que hermosa casa, nos sentamos en unos sillones color manteca y decido abrir el bolso con las pertenencias, saco la ropa, documentos y una carpeta amarilla, se la paso y él la abre, es un testamento con herencias que Giualino recibiría en caso que a ellos les pase algo, leemos y lo que dice al final hace que quede congelada: SI LA VIDA LES DA OTRO OPORTUNIDAD CÁSATE CON ELLA Y CRÍEN MI NIETA EN ESTE HOGAR, SU HOGAR. No me muevo y Giuliano tampoco, me levanto del sillón y busco 2 vasos les sirvo agua fría y se lo alcanzo, nieta, nieta, si supieran que su hijo está amenazado por follarse a otra, aprieto el vaso con demasiada fuerza haciendo que se rompa, él se levanta y se dirige hacía a mí, intenta tocarme y me zafó.

- No me pongas un dedo encima.- lo alejo con los ojos llenos de lágrimas.

- Tú abogado está haciendo todo.- está tocando ese tema para ablandarme.

- Me alegro, hubieras pensado con la cabeza no con la polla, menos mal que me amabas.- me alejo chocándolo y decido recorrer la casa, él suspira fuerte y sube con las pertenencias, miro los cuadros de fotos y en una estamos los 2, recuerdo esa era cuando decidimos estar juntos y es en la pileta de su casa, la sonrisa de ambos parece de enamorados, que patética fui.

Él baja con ropa deportiva y madre mía es terrible el cuerpo que tiene, la cara todo, se dirige a la cocina y se pone a hacer el almuerzo, yo decido subir y llamar a mi amiga.

- Valen, ¿cómo va?.- pregunto mientras me recuesto en la cama a buscar ropa cómoda.

- Amiga, ¿todo bien? Mis mas sentidos pésame.- se escuchan voces de fondo.

- Acá estamos, como se puede.- elijo la ropa, pongo el teléfono en altavoz y me empiezo a desvestir.

- Tranqui, si? No pases nervios por favor.- alguien le habla.

- Quién es?.- me ganó la curiosidad.

- Sergio, está aquí.- contesta riéndose como una nena.

- Vaya! Mándale saludos.- la puerta se abre y él me mira despacio, de la cabeza a los pies y vuelve a subir, yo busco la ropa y me la pongo.

- Ya está la comida.- no deja de mírame.

- Valen me voy a comer te tengo que colgar.- busco mis pantuflas.

- Okay amigo, besos y traten de estar bien.- cuelga la llamada, me dirijo a la puerta y la bloquea con su cuerpo.

- Hazte a un lado.- le digo con los dientes apretados.

- Puedes mirarme?.- intenta tocarme el rostro y me alejo.

- No Giuliano, no te confundas, estoy aquí acompañándote en este momento porque se lo que es atravesar este dolor, eran los abuelos de la beba y yo los amaba, pero entre tú y yo nunca hubo nada, así que eres libre de hacer lo que quieras, como lo haz hecho mientras me decías te amo mirándome a los ojos.- lagrimas corren por mis mejillas, lo empujo, se corre y bajo al comedor, comemos en silencio con el televisor de fondo, yo ni lo miro, él cada tanto a mí sí, es lo mejor para los 2, mentiré que vuelvo a España y viajaré a Cuba sola, que lo llamen si algo se pone demasiado grave, ya no quiero volver a verlo, hasta acá se llego esto, que me acompañe quien pueda y si no haré esto sola, algo nuevo será, pero no soporto más este dolor.

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