Dios griego

Después de unos días de escribirme con el Dios griego también conocido por su nombre Daniel, me invito a una cita que con mucho gusto acepte, la verdad que escribirle estos días ha hecho de mis días mejores, no digo que al cien, pero he estado mejor con respecto a Theo y mi hermana, aunque en algunas ocasiones no soporto escucharla hablar de sus citas.

Era el día de la salida y decidí por un vestido negro con escote en la espalda, sin sostén ya que de verdad no lo amerita, aunque no soy usar este tipo de vestimenta debo decir que amo como me veo, unos tacos cerrados y una coleta alta para lucir el perfecto escote que resaltaba, un maquillaje discreto pero revelador y mas que lista para mi cita.

Al bajar las escaleras me acerco a la sala donde están los chicos que vinieron a visitar a mi hermano. No sé si ellos sepan de mi salida, la cosa es que ellos nunca me han visto salir con nadie y esto será emocionante verlo. Él primero en notar mi presencia fue Carlos que al verme no dijo ni una palabra solo me miro fijamente abriendo sus ojos lo mas grande que pudo y su boca también, los demás lo notaron y voltearon a verme, todos igual de sorprendidos.

-Lucia ¿eres tu?- dice Manuel mientras se acerca.

Asentí con una sonrisa.

-Que preciosa, una vuelta- me pide Martin. Yo con gusto la di, dando una vuelta digna de admirar.

-Ese escote... ¿de verdad saldrás así?- recrimina Theo, él es el único que anda serio como su estuviera molesto.

-Tiene una cita- comenta mi hermano. 

-¿Una cita?- pregunta con el ceño fruncido, ok esto es muy raro, ¿Theo actuando como celoso?, no solo es imaginación mía.

-No puede ser, ¿Quién es él afortunado que saldrá contigo?- Pregunta Carlos, pero justo en ese momento se escucha la puerta, Manuel y Martin corrieron para abrirla, escucho a Daniel preguntar por mí y me acerco a la puerta.

Daniel no deja de verme y sus ojos recorren todo mi cuerpo mostrando una sonrisa que hizo que me ruborizara.

-Te ves preciosa- soltó sin mas.

-Gracias, tu también te ves bien- la verdad si se veía muy bien, una camisa color azul celeste con botones mas un pantalón de vestir negro y unos zapatos negros que hacían juego a su vestimenta, en definitiva un Dios griego.

-Por cierto, ellos son amigos de mi hermano y míos- empecé a presentarlos- Él es Martin- levanto la mano- Carlos- hizo lo mismo- Manuel, mi hermano ya lo conoce-

-¿Que tal señor Daniel?- saluda mi hermano con respeto, al fin y al cabo es su cliente.

-Solo dime Daniel, no me gusta lo formal- dice con agrado.

-Y él es Theo- finalice, este solo dio un asentamiento con la cabeza, de verdad que esta muy raro Theo, pero no quiero hacerle caso, hoy estoy dispuesta a darle mi atención al Dios griego.

-Un placer conocerlos- habla Daniel.

**-**Igualmente- dice uno de los muchachos, pero no recuerdo quien.

-¿Nos vamos preciosa?- estira su mano y yo la tomo con gusto.

-Cuídela- dijo Theo, no lo mire pero sé que no tenia una buena cara por su tono de voz, él que si volteo fue Daniel.

-Con mi vida, de eso no lo dudes- dijo con firmeza. 

Llegamos a lo que supongo yo que es su restaurante ya que los meseros y personal de servicio lo saludan por su nombre, él me lleva como una princesa y pidió la mejor mesa, pidió el mejor vino y me pidió que lo dejara elegir la comida, quería sorprenderme.

Intento escribir todo lo que sucedió en esa cita, pero que les digo tome un poco mas de la cuenta y aunque recuerde todo las palabras exactas no vienen a mi mente con tanta claridad, pero les puedo asegurar que fue todo un caballero, la comida fue exquisita, tanto el plato principal como el postre y la entrada. 

También me llevo de paseo por un parque sumamente precioso que yo no conocía, pero que se puede volver mi favorito después de hoy y finalizamos la cita con un beso, oh si, un beso, eso si lo recuerdo mas que perfecto.

Estábamos en el parque a punto de venirnos pues ya era tarde, y entonces por el camino de regreso que estaba muy oscuro, encontramos una pequeña luz, una luz muy tenue, una luz perfecta y él me hizo acercarme a ella.

-Te ves maravillosa- dice admirándome, a pesar de que mi dio su blazer para cubrirme del frio, lucia muy bien.

Asentí en agradecimiento.

Él se fue acercando a mi rostro mas y mas y yo lo deje, está mas que claro que deseo probar esos labios y yo sin pedir permiso di el ultimo paso y sentí sus labios, el correspondió de una manera suave y dulce, lo mejor para el lugar donde estábamos no quiero hacer un espectáculo. 

El beso acabo a los segundos, ambos con una sonrisa en nuestros rostros y tomo mi mano para guiarme hasta su carro, el viaje fue rápido pues hablamos de muchas cosas y me pregunto por los chicos, no dude en decirle que eran como mis hermanos, aunque omití la parte que me gusta uno de ellos. 

Al llegar a casa veo que esta mi hermano y Theo que es él único que se quedo, al verme miro por la ventana y justo escuche el carro de Daniel irse, él centro su mirada en mí, esa misma que hizo en casa de Carlos, esa mirada que busca algo en mí y no sé que sea.

-¿Como te fue?- pregunta mi hermano sacándome de mis pensamientos.

-Bien, la verdad es todo un caballero- me senté en el sofá recostándome la verdad estaba muy cansada.

-Y como que también mayor, ¿no crees?- me recrimino Theo, cosa que me hizo reír pues para nada me importa la edad.

-La verdad me importa muy poco su edad- solté sin mas, esta vez mire un poco de rabia en sus ojos y otra vez volví a sonreír, creo que le molestaba que lo hiciera y aunque lo hacia porque me salía no pude evitar sentir satisfacción por molestarlo. Igual se lo merece, él me ha hecho sufrir estos días aunque no lo sepa. 

-Iré a dormir, hasta mañana- me levante triunfante- cuídate Theo- no respondió, pero si me regalo una media sonrisa. 

Al ya estar en pijama y acostada en mi cama, recordé el beso que nos dimos y créanme cuando digo que fue un momento muy lindo, pero para mi mala suerte no sentí nada, nada mas allá de besar a alguien, nada que me hiciera brincar por dentro, ni esas mariposas que dicen que se deben de sentir, nada en especial la verdad, pero espero que pronto se acabe este sentimiento que siento por Theo.  

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