Ya lo sabia

Desperté por unos almohadazos de mi hermano.

-Ya desperté- detuve el ultimo ataque - buenos días querido hermano- nótese mi sarcasmo. Él sonrió y se sentó al borde de la cama.

-Buenos días, ¿Cómo te sientes hoy?- sé a lo que se refiere y es un poco vergonzoso que mi hermano supiera de mi enamoramiento.

-¿Desde cuanto lo sabes?- respondí con otra pregunta.

-Desde hace mucho tiempo- suspira- es mas, creí que también le gustabas, pero...

**-Te equivocaste- termine por él. **

**Asintió **

-No le digas nada- suplique con la poca vergüenza que me queda. Él me dio una mirada de desaprobación y se acerco hundiéndome en un abrazo que les juro que necesitaba.

-No estoy aquí para exponerte, si eso quería, lo hubiera hecho hace mucho, pero no es asi, estoy para consolarte y para que sepas que seré una tumba, porque eres mi favorita no lo olvides- lo ultimo lo susurro, y al escucharlo me sentí feliz a pesar de todo lo que ha sucedido.

-Gracias- me aferre mas a él.

**Después de tantas confesiones\, decidí darme una ducha y bajar hasta la cocina para comer algo. **

-¡Lucia!- escuche un grito de mi hermano.

-¡¿Qué quieres?! - le devolví el grito.

-Acompáñame a ver un cliente- me pide, la verdad yo dudo porque mi estomago me pedía comida a gritos- Te invito a comer- sonreí.

-Hubieras empezado por ahí- grite y salí de la casa sin esperarlo hasta subir a su coche donde emprendimos hasta una cafetería donde esperaríamos al cliente.

Como aun no llegaba pedí una malteada para calmar a mi estomago, pero no tuvimos que esperar si a los pocos minutos llego un hombre, pero que les digo hombre un puto Dios griego, ese hombre es alto musculoso una piel morena y unos ojos que te pierdes en ellos, deseando que ese Dios griego fuera el cliente de mi hermano, parece que alguien escucho mis suplicas, porque se acerco a mi hermano y le dio la mano.

-Disculpe la tardanza hubo mucho trafico- Intente entender que dijo, pero realmente pensaba en lo sexi que es este hombre.

-No se preocupe, no tenemos mucho tiempo de esperar- dice mi hermano- vine con mi hermana, si no es problema- el negó y me miro a los ojos su mano se estiro esperando la mía que yo la tome con gusto.

-Mucho gusto soy Lucia- me presente.

-Yo Daniel Brown, un placer conocerla- sentí como sujeto con fuerza mi mano y me ruborice por tal acto.

**La platica transcurrió de lo mas normal\, mi hermano le explicaba los planos para su nuevo restaurante y entre tanto chismoseo\, escuche que este es su tercer restaurante\, vaya a pesar de sexi es un empresario\, sin duda un gran partido este hombre. **

Mi hermano se levanto con la excusa de ir al baño y al alejarse volteo hacia a mi y me guiño el ojo, lo sabia es una señal para dejarme sola con el Dios griego.

-Lucia, ¿estudias?- él inicio la conversación y lo agradezco para este tipo de cosas son malísima.

-Si, estudio contaduría voy en el tercer semestre- le sonreí, él me la devolvió mostrándome un poco de esos perfectos dientes que tiene.

-¿Y novio?- recordé a Theo, oh claro que lo recordé, es algo que sin duda esta latente y que me duele de solo recordarlo.

-No, no he tenido tiempo para salir con nadie- mentí, pero no es una gran mentira solo una pequeña para mantener esta armonía.

-Sabes desde que te vi, me pareces una chica muy hermosa y extremadamente agradable, me gustaría salir contigo, pero entiendo que no quieras salir con nadie, aunque si estas dispuesta a tener una cita conmigo, te prometo que hare que valga la pena cambiar tu día a día por una salida conmigo.

Vaya escuchar todo eso hizo que mi mente volara, es encantador es hermoso, empresario, es sin duda el chico con la que cualquiera querría salir, y no perderé la oportunidad de darle una oportunidad a mi corazón de conocer a otros personas.

-Me convenciste desde que dijiste que era una chica hermosa- le regale una amplia sonrisa y él me la devolvió. 

Intercambiamos números teléfonos y hablamos de la universidad hasta que llego mi hermano y siguieron hablando de los planos, aunque no dejaba de echarme ojitos entre palabras y me sonreía con complicidad que al igual yo correspondía. 

Al irnos del lugar y despedirme del Dios griego llamado Daniel mi hermano no para de hacerme preguntas.

-Dime, ¿Qué te dijo?- insistió por tercera vez.

-Pues me pidió el numero y posiblemente salgamos- dije un poco apenada.

-¿Estas segura de salir con él?, digo lo de Theo,  ¿no influirá? - hace una pequeña pausa, que interrumpo.

-Lo sé, tal vez salir con otras personas cambie mi manera de ver a Theo, y así pueda llevar mejor la relación de ellos dos- subí mis hombros.

No tardamos mucho en llegar a casa, donde para mi mala suerte estaba Theo junto con mi hermana.

-Hola, ¿Qué haces aquí?- mi hermano es el primero en hablar.

-Hola Theo- saludé y me emprendí lo mas rápido hasta las escaleras, pero mi salida se ve interrumpida por alguien.

-Lucia, espera- me llama mi hermana, volteo con la dignidad puesta o al menos eso intento - ¿Dónde queda ese lugar de las salchipapas colombianas?, es que dijiste que eran las mejores y Theo me llevara a comer y se me antojo ese lugar- miro a mi hermano que esta mirándome fijamente esperando a mi respuesta, es mi lugar favorito  y tendré que decirle donde queda para que vaya a comer mi hermana y el chico del que estoy enamorada.

-Te la paso la ubicación por mensaje- al mirar a Theo, que desde que llegue no ha dicho ni media palabra, cosa rara, él siempre tiene algo que decir, pero algo que no deja de hacer es mirarme, es como si estuviera descifrándome o analizando mis movimientos, eso me inquieta, tal vez se haya dado cuenta que me gusta, no creo, es directo y si lo supiera me lo diría en la cara sin buscar ninguna excusa, pero no lo sabe y créeme Theo, ya no lo sabrás.  

Subí a mi habitación, pero esta vez no quise llorar aunque ganas no me faltaron, solo solté un respiro mirando a la ventana donde pegaba un fuerte viento en mi rostro. Me sentí triste o claro que si, pero a la vez sentí que si podía olvidarlo, que si puedo salir de esta tristeza que llevo, porque aunque duela no es algo de que morirse, no siempre seremos correspondida, pero si podemos ser felices.

Por cierto, me acaba de llegar un mensaje del Dios griego ;)

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