En la mansión de los Corsa.
- ¡No es posible que perdieras un perro!, gritaba la señora Fabiola Corsa.
- Discúlpeme señora, pero el corrió detrás de otros perros, trate de seguirlo, cuando llegue al lugar donde estaba la manada de perros Peludo ya no se encontraba.
- ¡Sabes que mi hijo te va a despedir!
- señora, yo no tuve la culpa.
- ¡cállate!, y regresa a buscar al cachorro.
La sirvienta salió de la sala principal.
- ¿que sucede mamá?, ¿por qué tanto escándalo?, decía Ximena la hija menor.
- Se perdió peludo Xime, tu hermano estará como loco si no lo encontramos.
- Tranquila, faltan dos semanas para que regrese mi hermano.
- Y si compramos otro perro parecido, decía Fabiola nerviosa.
- Tranquila mamá, vamos a encontrarlo.
Gónzalo Corsa era el hijo mayor de Fabiola, hace dos años murió su padre, el último obsequio de su padre fue peludo, al principio Gonzalo era frío con el cachorro, no quería tenerlo cerca, pero el cachorro era muy tierno, se ganó el corazón de Gonzalo. El adoraba a peludo, si alguien lo maltrataba o lo miraba feo, Gonzalo se ponía como loco, muchos pensaban que Gonzalo quería más a peludo que a su madre y hermana, el cachorro era todo para el. Incluso su madre tiene fuertes discusiones con Gonzalo por no cuidar a peludo en su ausencia.
Ximena comenzó a publicar en redes fotos de peludo y ofrecía una fuerte cantidad de dinero.
Sabía lo importante que era ese perro para su hermano, el era un hombre amargado por todo lo que había vivido en estos años, su padre murió y lo dejo a cargo de toda la empresa, el no quería tomar el poder, su sueño era viajar en su bote por todo el mundo, pero su padre le había prohibido viajar, le dijo que como hombre tenía que seguir con el legado de la familia, la única vez que su hermana lo vio sonreír fue cuando peludo mordió las rosas del jardín de su madre.
Por alguna razón su hermano había perdido la chispa de sonreír y había dejado de mostrar sentimientos, solo mostraba una enorme furia contra la vida.
A los pocos días de la desaparición de peludo, recibió un mensaje que le regreso la esperanza a su madre, inmediatamente Ximena corrió a recoger a peludo, cuando conoció a Eloisa sintió pena por ella, noto como en su mirada estaba llena de tristeza, pero ella necesitaba llevar a peludo a casa pronto llegaría su hermano y sin peludo el iba a volverse loco.
Ximena subió al auto con peludo en mano, el perro parecía estar feliz de estar en los brazos de Ximena, cuando llegó a la mansión corría por todos lados, ladrando fuerte, la madre de Ximena lo vio y corrió a los brazos de su hija.
- Gracias cariño.
- Espero que la próxima vez no lo pierdan de vista mamá, sabes lo importante que es peludo para mi hermano.
- No volveré a pedirle a las sirvientas que lo saquen a pasear, decía nerviosa.
Peludo tenía prohibido salir de la propiedad, pero su madre estaba tan cansada de escuchar los ladridos de peludo que le pidió a la sirvienta que lo sacará de la mansión, jamás imagino que esté se perdería.
Peludo comenzó a buscar a su dueño pero al no encontrarlo corrió de nuevo a los brazos de Ximena.
- El aún no llega amigo, pero está noche te quedarás conmigo.
Ximena subió al perro a su habitación, ahí peludo se acostó cerca de su cama.
En la mañana Ximena se arreglaba para marcharse a la universidad, peludo la seguía, ella acaricio su pelaje y se marchó.
Peludo comenzó a ladrar y corría por toda la casa para llamar la atención, los sirvientes lo alimentaron.
En la tarde que regreso Ximena observo a peludo acostado en la sala principal, entro a su habitación, mientras se duchaba escucho a peludo llorando afuera de su puerta, ella le abrió la puerta y lo acaricio.
Peludo salió de su habitación y entre a la habitación de su hermano ahí se recostó en la cama de su dueño, Ximena entendió que peludo lo extrañaba y bajo a cenar con su madre y sus tíos que estaban de visita.
Al terminar la cena miró a peludo acostado en la cama de su hermano, lo acaricio este solo ladro y Ximena se marchó, ella sabía que peludo no iba a moverse de ahí.
Al día siguiente, vio a peludo caminado tranquilo en la sala, lo acaricio y se marchó, en la noche peludo ya se encontraba acostado en la cama de su hermano, ella lo abrazo, pero el pequeño se miraba enfermo, ella bajo a preguntarle a los sirvientes si peludo había comido, ellos le respondían que el perro no había querido salir de la habitación de su hermano.
Ximena trato de alimentarlo pero peludo no quería, solo cerraba sus ojos.
- Vamos peludo, tienes que comer, si no comes tendré que llevarte con el veterinario, decía Ximena preocupada.
Peludo solo se quedó acostado en sus piernas.
Ximena estaba preocupada, al día siguiente faltó a la universidad para llevar a peludo al veterinario, el lo reviso y menciono que todo está bien con peludo, que no había nada de qué e preocuparse, Ximena llevo a casa de nuevo a peludo, lo acostó en la cama de su hermano y trato de darle de comer pero el no quería comer.
- Mañana llega Gonzalo, peludo. Tienes que estar bien para el, por favor come..
Peludo solo quería dormir, Ximena cansada se marchó a su habitación.
En la mañana cuando se marchaba a la universidad, escucho la puerta principal, Gonzalo entro y arrojó su saco a uno de los sirvientes, miró a Ximena y la ignoro, después subió a su habitación.
- ¡Peludo, te extrañe!, decía emocionado.
Ximena salió de la mansión, mientras iba en el auto, recordó el día que su hermano dejo de hablarle, ella estaba hablando con su padre antes de morir, su padre le dijo que luchará por sus sueños, Ximena estaba estudiando arte plásticas. Gonzalo entro y le dijo por qué a ella le permites que luche por sus sueños, su padre le dijo que lo que el quería solo era ser un vago, que Ximena tenía potencial y sería una gran artista, que el tenía que ser el hombre de la casa y comportarse como tal.
Gonzalo le gritaba a su padre que no era justo, que el jamás había pedido ser su heredero, miro con odio a Ximena y desde entonces no la volvió mirar.
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Comments
America Lopez
que infantil, de verdad!
2025-04-15
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