II

Tan pronto salimos, ellos continuaron su conversación.

Salimos a la calle y nos encontramos con Loan, que nos estaba esperando en la esquina. Él también llevaba un gorro y unas gafas de sol, como yo. Era su forma de solidarizarse conmigo, aunque él no tuviera que teñirse el pelo ni usar lentes de contacto. Él tenía el pelo castaño y los ojos marrones, como nuestros padres.

Nos pusimos en marcha. Decidimos ir al bosque que rodeaba la casa donde vivíamos. Era un bosque frondoso y verde, lleno de árboles altos y antiguos. Mientras más nos entrabamos,, más fascinante nos parecía.

—Apúrate Linny o te dejaremos atrás —dijo Loan.

Ellos empezaron a correr directo al bosque, riendo y gritando.

—Una carrera hasta el lago —dijo Logan, desafiando a su hermano.

—Esperen chicos… —se quejó Linny, pero ellos se movían tan rápido que cada vez se veían más pequeños a medida que se alejaban—. ¿Qué lago? No, esperen.

Por estos motivos no me gusta tener que cuidar de ellos, nunca me hacen caso. Mis habilidades atléticas no son muy buenas, aún así empecé a correr muy torpemente hasta llegar al lugar, extremadamente agotada y sin aliento. Cuando pude levantar la vista, vi a los niños salpicando el agua entre ellos. El lago era grande y cristalino, rodeado de árboles verdes y flores silvestres. Poco más lejos vi a un par de personas acercarse, venían de una casa enorme que se encontraba muy cerca. Parecía una mansión de lujo, con un jardín bien cuidado. Decidí acercarme más a mis hermanos para decirles que debíamos volver.

—Logan, Loan, ya debemos irnos —les dije en voz baja.

—Deberías relajarte un poco —me contestó Logan, mojándome con una mano.

—Hay un par de personas que vienen hacia nosotros, creo que no podemos estar aquí —les advertí, señalando con la cabeza.

Cuando terminé de decir estas palabras, escuché la voz de un chico que dijo: —Lo supones bien.

La chica que estaba con él se paró justo frente a mí y me observó de pies a cabeza.

La chica Era muy bonita; colorada, alta y delgada, con ropas blancas y unos zapatos negros. Tenía una expresión de superioridad en su rostro. —Parece como si tuvieras miedo al sol —dijo burlonamente, mirando mi ropa oscura y mi gorro que cubría mi cabello.

—Pues sí, ¿qué más esperas? El sol causa cáncer —le dije muy seria y confiada, inventando una excusa.

Ella se echó a reír y luego dijo: —Eso es demasiado tonto.

—¿Y cuál sería el problema? No creo que sea de tu importancia —le respondí con firmeza, sintiendo su mirada hostil.

—Tienes razón, no lo es. Lo que sí me importa es por qué invaden una propiedad privada —dijo con arrogancia, cruzando los brazos.

—Perdón, no vimos ninguna limitación antes. Supuse que el lugar en sí no tenía un dueño fijo, nuestra casa está al otro lado —dije rápidamente, tratando de apaciguar la situación.

Eché un vistazo detrás de la chica. Estaban dos chicos muy guapos pero con una mirada muy seria. Uno de ellos tenía el cabello oscuro y ojos azules, ese chico parecía estar queriendo leer mi alma, sus ojos eran muy profundos y estaban fijos en mí.

“¿Qué personas más idiotas? ¿Tanto problema por una tontería? Y a la ricitos de zanahoria, ¿qué tanto le molesta lo que use o no? Parece una reina, con sus dos secuaces que le cuidan la espalda. ¿Se cree intocable o qué?” pensé con irritación. Sin demora escuché provenir una fuerte carcajada por parte de este sujeto. La chica giró bruscamente a mirar hacia él para ver qué le causaba tanta gracia. “¿Y a este qué le pasa? ¿Ya se volvió loco? Deberíamos irnos ya” pensé con nerviosismo.

—¡Oye! —gritó el chico, llamando mi atención. Lo miré extrañada, él parecía haberse enojado sin razón.

El otro le dijo: —¡¿Joey qué te pasa?! —con un tono de reproche.

—Lo siento, solo es que me acordé de algo —dijo Joey con una sonrisa traviesa.

—Bien, veo que ustedes estaban ocupados en lo suyo, así que nosotros iremos a ocuparnos en lo nuestro —dije con sarcasmo, aprovechando la distracción. Levanté a mis hermanos del suelo y les dije: —¡Vamos ahora!

La chica me detuvo sosteniendo de mi ropa, quiso quitarme el gorro, pero mis hermanos saltaron sobre ella y le dijeron: —No toques a nuestra hermana. Solo nosotros podemos molestarla. Aunque parezca muy rara, este es el beneficio que tenemos. Consigue a tu propia hermana —dijeron al unísono, defendiéndome.

—Corre Linny —me animaron.

Les hice caso y me fui primero, los chicos me siguieron, dejando atrás a esas personas. Miré hacia atrás y vi que Joey me seguía con la mirada, con una expresión de curiosidad y diversión. ¿Qué le habrá causado tanta gracia?” me pregunté, sintiendo un cosquilleo en el estómago. Seguí corriendo hasta llegar a casa, sin saber que ese encuentro cambiaría mi vida para siempre.

Después de que Linny y sus hermanos escaparon, los tres chicos se quedaron mirando cómo se alejaban. Aris estaba furiosa por el atrevimiento de los intrusos. Davian solo pensaba que la actitud de Aris fue un poco exagerada. A Joey le pareció divertido por la ocurrencia de los niños, y por la reacción de Aris.

—¿Deberíamos seguirlos? —preguntó Davian.

—¿Qué sentido tiene eso, Davian? —respondió Aris, con desdén—. Ya la veremos en la escuela. Es un pueblo pequeño.

—Solo pensé que eso era lo que querías —dijo Davian, en un tono burlesco. A él le daba pereza hacerlo.

—Igualmente ¿Por qué tanto empeño ricitos de zanahoria? —preguntó Joey, soltando una carcajada.

—¿Eso fue lo que ella pensó? —preguntó Aris—. Esa niña me molesta y apenas la conozco —admitió Aris, frunciendo el ceño.

—Aris, no te preocupes. Aún seguirás siendo nuestra reina… —dijo Joey, bromeando con ella.

—Joey, deja de bromear conmigo —le pidió Aris, sin gracia—. Yo me encargaré de investigar sobre ella. No se metan en esto. Igual no ha de tener nada especial. ¿Han visto lo mal que corre? Tiene cero habilidades físicas —dijo Aris, con desprecio.

—Bueno, es un área menos dónde buscar —comentó Joey, con ironía.

Aris tomó una hoja que vio en el suelo y la contempló de un lado al otro.

—¿Con qué ricitos de zanahoria? Será que esa chica es a prueba de fuego —dijo Aris, con malicia.

La hoja que tenía en su mano se empezó a quemar hasta desaparecer espontáneamente. Aris tenía el poder de controlar el fuego con su mente.

—No puedes pasarte. Sería un error enorme si solo es una humana normal —dijo Davian, advirtiéndole.

Davian tenía el poder de controlar el agua con su mente, y lo usaba para proteger a su familia (Joey y Aris) o para apagar los incendios que causaba Aris.

—Lo tendré en mente… —dijo Aris, sin hacerle caso.

—Debemos volver —dijo Joey, cambiando de tema—. Mi papá pronto volverá a casa y quiere hablar con ustedes.

Joey tenía el poder de leer la mente de las personas, es como el lider del grupo, todo lo que haga el grupo estara bajo su responsabilidad.

Más populares

Comments

badboys

badboys

oh vaya Davian no sabias que tenias ese poder cada vez mas emocionante se esta poniendo esta obra, autor eres increible👍👍👍👍

2023-10-25

1

badboys

badboys

oh vaya eso fue emocionante que bueno que escaparon 😆😆

2023-10-25

1

gabi56

gabi56

me gusta, tu novela porfa no la dejes a medias

2023-10-22

1

Total

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play