Viaje

Marina tomo el mando de sus rosas y se adelantó para preparar el campamento, se coordina con el capitán para que le indique el camino.

Martin sale a caballo y en un carruaje va su hijo, le prometió a su madre cuidarlo y así lo hará, no puede dejarlo solo, lleva a su personal para que se instale en la Baronía, dónde ya ha mandado un mensaje, solo espera la respuesta, pero sabe que será favorable.

El viaje fue un poco complicado por el bebé que lloraba y no lograban calmarlo, se dormía por ratos y solo así su niñera descansaba un rato, al llegar ya estaba el campamento listo, la tienda del bebé tenía todo pero durante la noche Marina lo escucho llorar, se calmaba y volvía a llorar, llegó un momento en que se desespero y fue a verlo era de madrugada y faltaban algunas horas para amanecer, al entrar a la tienda ve al duque cargar a su hijo pero no deja de llorar.

-Buenas noches, que le pasa, ya comió.

-Buenas noches, si, pero no deja de llorar.

-Me deja cargarlo

-Si, claro.

-Duque duerma un poco, yo lo cuidaré, no se preocupe.

-Gracias, porque si lo necesito.

Marina lo carga y lo abraza lo mece entre sus brazos y el bebé solo se pega a su pecho.

-Extrañas el latido del corazón de tu madre, se fuerte pequeño, en unos años estarás corriendo por todo el ducado, no creo poder ver eso, pero sabes, tu padre te cuidará mucho, quien sabe tal vez consiga a alguien que quiera ser tu madre.

Martin entre su sueño escucha lo que le dice, ella no quiere quedarse, si decide decirle que sabe que es ella y pedirle que se quede, pensará que solo es por el bebé, pero no quiere dejarla ir, está vez no.

Marina se acuesta y pone al bebé junto a su padre para que descanse, quedando el bebé en medio de los dos, ella con su mano quita el cabello sobre su rostro de Martin ha cambiado se ve más maduro, más guapo y su voz es más gruesa, recuerda el día que se fue él la abrazo y no quería soltarla, ella tampoco, pero si no sea iba, él no tendría a este bebé hermoso y ella no lo hubiera salvado, acaso ese fue su propósito, dios la hizo regresar en el momento adecuado, al verlos dormir por un instante piensa en si sería posible quedarse, será cierto que él la ama.

Los tres duermen tranquilos, el bebé está entre los dos así que no llora, cuando Martin despertó ve que Marina está ahí, él hace lo mismo retira su cabello y con su mano retira levemente la manta que cubre su rostro.

-Isabela, sigues igual de hermosa, no has cambiado.

Cubre nuevamente su rostro, es capaz de matarlo si lo descubre, en todos los reinos es un delito grabe descubrirle el rostro a una rosa, solo pude hacerlo ella, se levanta lentamente para no despertarlos, pero justo cuando se levanta el bebé comienza a llorar, Marina también se levanta y lo carga.

-Duque creo que tiene hambre, lo llevaré con la nodriza.

-Si gracias, debemos continuar, después de dejarlo con su nodriza puede retirarse, deben adelantarse y llegar con el Emperador.

-Está bien excelencia, con permiso.

-Marina... Por favor cuídese.

-😳 Si, gracias.

Marina salia de la tienda, le extraña la despedida de Martin y continúa su camino, deja al bebé y ella va con las rosas que ya la esperan.

-Mi señora durmió bien 😏

-En teoría con dos hombres guapos, 😅

-Eso es genial, el duque es un hombre muy atractivo y joven, ahora es viudo y que se case de nuevo no sería nada extraño.

-Si tienes razón, pero jamás sería con alguien como yo jeje, vamos debemos llegar solo nos detendremos a comer.

En el fondo Marina quería llegar, ella es capitán hasta llegar, es joven y experiencia en una guerra no tiene, su generan y su nueva capitán ya está ahí, solo debe llevar a las rosas y ella será un soldado más, eso le conviene así podrá visitar al bebé de vez en cuando, la Baronía no está lejos.

En el camino el bebé se la pasa tranquilo, el duque se tiene que desviar a la Baronía, los reciben amablemente y él entra cargando a su hijo, el barón le prepara una cabaña separada, ahí se quedarán las dos nodrizas y la niñera, él no quiere déjelo pero debe hacerlo.

-Perdoname, vendré a verte cada vez que pueda, trataré de que ella venga también, recuerda que debes ser amable con ella.

Una joven llega a la cabaña para saludarlo, lo ve cargando al bebé, se admira que le habla y lo besa, pocos padres son amorosos con sus hijos.

-Duque buenos días, su hijo es hermoso.

- Sí, es el niño más hermoso.

-Aquí estará bien, no tiene que preocuparse, me encargaré personalmente.

-No es necesario, tiene a su niñera, dejaré unos guardias para su protección.

El duque la ignora, y da órdenes de no dejar a nadie acercarse a su bebé.

-Me responderán con su vida si algo le pasa a mi hijo, no pueden dejarlo solo en ningún momento, algunas veces una rosa vendrá a visitarlo solo ella tiene permitido acercarse a él.

-Como ordene excelencia

Martin se despide nuevamente de su hijo y se va hacia la frontera, en el camino pasa el campamento de las rosas, quiere pararse a ver a Marina, pero debe ir con el Emperador, para su sorpresa Marina está ahí con el general de las rosas, haciendo planes, Marina y el general se despiden y antes de salir Martin le dice que lo espere un momento.

-Lo espero afuera excelencia.

-Gracias, intentaré no tardarme.

Martin informa de todo lo que pasó al emperador, le da sus condolencias por lo que pasó, el emperador le cuenta de los planes para estos días, Martin está a cargo de los caballeros que custodian la frontera, así que el tiene que estar al frente de batalla.

-No se preocupe majestad iré ahí de inmediato.

-Quisiera mandar a alguien más, pero confío en ti.

-Si, majestad no se preocupe

Al salir ve a marina platicar con unos soldados, algo que le molesta evidentemente, así que va con ella para llevarla a la tienda que es de él.

-Excelencia en que le puedo ayudar.

-Deje a mi hijo en la Baronía, quiero pedirle que lo visite de vez en cuando, siento que mi bebé tiene una conexión con usted.

-Claro, cada vez que pueda iré a verlo.

-Solo dígale al capitán que verá a mi hijo, él ya sabe que usted irá.

-Duque usted estará al frente de batalla, por favor tenga cuidado.

Martin se acerca a ella tocando su mejilla y aunque esté cubierta, él pone su mano, Marina se sorprende, pero no retira su mano.

-Te preocupas por mí, soy cuidadoso tengo dos personas que me importan mucho, no puedo dejarlas, ahora menos que nunca.

-Dos personas?

-Marina te encargo a mi hijo, el enviado al reino enemigo no ha regresado, si no logro nada esto se pondrá peligroso, sobre todo por el mensaje falso la mitad de la fuerza Elite está muy lejos, fue por un plan y debemos estar preparados, tú eres una de esas dos personas importantes.

-Heee, pero yo.😳

Martin con su mano en su rostro, solo pega su frente a la de ella, causando que ella quiera retroceder, pero él no la deja.

-Te extrañé tanto, como puedes pensar que olvidaría esos hermosos ojos azules, si ahora eres Marina lo acepto, pero antes de irme quiero que sepas que nunca te olvidaría, no te pido que me aceptes de nuevo, pero solo quiero que sepas que te amo, que no estaría tranquilo ahí al frente si llega a pasarme algo y tú nunca sepas que te he reconocido.

Marina no podía creer lo que él le decía, jamás pensó que la pudiera reconocer, ella está sorprendida y no sabe que decir, Martin la abraza y ella corresponde el abrazo, es como la última vez que lo vio, pero ahora él no piensa soltarla, ni ella tampoco.

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